De vez en
cuando encontramos repartidos en la casuística ufológica mundial algunos encuentros cercanos con OVNIs
cuyas evidentes semejanzas podría desvelar un origen común del fenómeno
observado. Sin embargo, analizando en profundidad dichos episodios, encontramos
que más allá de estas llamativas analogías, la radical diferencia del resto de
los demás componentes presentes en el encuentro cercano, evidencia la
existencia de un paradigma soterrado más complejo y difuso. Estos incidentes
aun partiendo de una “raíz común”, derivan en experiencias únicas e
intransferibles, fruto de la participación e interacción de la psique de los
testigos con el fenómeno que se esta produciendo ante sus ojos mediante la
irrupción de un agente externo desconocido, que en última instancia es el
detonador de las vivencias que calificamos como anómalas. Veamos un ejemplo:
ENCUENTRO EN
LA NOCHE
El 18 de
Octubre de 1968 en Florida (USA) ocurrió un insólito avistamiento OVNI con unas
interesantes y desconcertantes ramificaciones en nuestro país. El caso fue
protagonizado por la familia McMullen, que vivía en una casa en las afueras de
Médulla Township. Sobre las 19:00 hora el televisor comenzó a experimentar unas
extrañas interferencias durante al menos 30 minutos. En esos momentos, el perro
comenzó a gemir y aullar como si tuviera miedo, pese a que era un animal feroz
que no solía amedrentarse con facilidad según sus dueños. Tal fue la reacción
temerosa del perro, que se soltó de su cadena, hizo un agujero en la malla de
la puerta del porche para refugiarse en el comedor de la vivienda. Ante esta
inusual aptitud del perro, la Sra. Grace MacMullen salió al exterior de la casa
para comprobar qué había asustado de aquella manera a su fiero perro. Su
sorpresa fue comprobar que a unas 45 metros de distancia, en un descampado
cercano, había un extraño objeto esférico transparente, de unos 9 metros de
diámetro, que irradiaba una luz roja purpura que oscilaba suavemente a unos 3 metros
del suelo. Dentro del artefacto la
testigo observó que había 2 ocupantes, de apariencia humana, que estaban de pie,
uno frente al otro, pero separados por una barra vertical que discurría desde
la base del objeto hasta su parte superior. Los tripulantes de la esfera
estaban vestidos con una ropa ajustada, de cuello alto, de color blanco mate,
con botas y cascos. No pudo apreciar sus rostros al no encontrarse los seres
mirando hacia su posición. En el
interior del globo transparente no se apreciaba ningún tipo de fuente de
energía, ni sillas u otro tipo de dispositivos. Los humanoides parecían
trabajar en un mecanismo que surgía del eje vertical. Entonces la Sra. McMullen
encendió la luz del porche con la intención de atraer la atención de los misteriosos
visitantes. Sin embargo, al parecer, los ocupantes del objeto no prestaron
atención y continuaron atareados en torno a la barra vertical. Según la testigo
los humanoides estaban operando con sus manos dentro de una especie de
compartimento flexible que surgía del eje, en horizontal hacia ambos lados, y
que cuando uno de ellos empujaba hacia arriba su compañero lo hacía en sentido
contrario. Los tripulantes del extraño OVNI transparente parecían estar ocupados en torno a la barra central. |
En el centro del objeto había una tenue luz azulada que parecía
provenir, al igual que la luz rojiza desde la base del objeto. Los demás
miembros de la familia, el Sr. Buck McMullen, su hijo y la novia de este,
Sharon Burgess también fueron testigos de esta extraña aparición nocturna.
Mientras los humanoides movían las “palancas”, el artefacto se balanceó con más
fuerza y comenzó a elevarse, tomando mayor velocidad. Cuando la esfera estuvo a
unos 1.500 metros de distancia desapareció, hacia la lejanía, después de
producirse una “explosión silenciosa de fuego y chispas”. El avistamiento había
durado unos 10 minutos. Los miembros de la familia detectaron un intenso olor
parecido al amoníaco, que produjeron molestias y escozor en sus ojos y nariz. Los
testigos llamaron a la policía de Lakeland que certificó el desconcierto de los
testigos.
CAZADORES DE
HUMANOIDES…
Curiosamente, en la década de los setenta en nuestro país
se produjeron unos incidentes muy similares al registrado por los
investigadores norteamericanos. Uno de estos sucesos ocurrió en Villarcayo
Burgos, cuando Bruno Lurachi , Pablo Casado y M. C. estaban en el monte cazando
una noche de mediados de los años setenta. En mitad de la oscuridad observaron
una misteriosa luz que se acercaba, desplazándose muy cerca de la copa de los
arboles hacia su posición. Aunque cada uno estaba en un lugar diferente, Pablo
Casado fue el que observó el fenómeno a menos distancia. Aquella luminaria
aterrizó en un humedal lleno de juncos a unos 200 metros del testigo. En esos
momentos el cazador pudo apreciar perfectamente que se trataba de un artefacto
transparente en forma de pera. Dentro del artefacto había un humanoide "sujeto" a la barra central... |
En el interior del objeto, Casado distinguió la existencia de una figura, de apariencia humana, de cerca de 2´5 metros de altura que estaba agarrado a una barra vertical que atravesaba el artefacto de arriba a abajo. El misterioso visitante estaba a media altura de la "pera transparente". Tras unos 5 minutos de observación, el objeto se elevó del suelo a gran velocidad, iluminándolo todo con una potente luz blanca, que deslumbró a los tres cazadores. Otros vecinos de la localidad cercana de San Martín de Rojo y del propio Villarcayo denunciaron la presencia de luces extrañas en la zona. Pero no fue el único caso registrado España similar al de la familia MacMullen.
LOS GIGANTES
DE GALDAR…
El 22 de junio
de 1976, sobre las 22;00 horas, en la Isla de Gran Canarias, el médico Francisco
Julio Padrón se desplazaba en taxi hacia la población de las Rosas para atender
a un enfermo, cuando tuvieron un espectacular encuentro cercano que incluso fue
investigado por los militares españoles. Según informó el Dr. Padrón cuando se
hallaban cerca de su destino: “los faros del coche enfocaron una esfera
luminosa que estaba estacionaria, creo que muy próxima al suelo pero sin poder
precisar si lo tocaba; era de material totalmente transparente y cristalina ya
que a través de ella se podía ver las estrellas del cielo; de color azul
eléctrico, pero tenue sin deslumbrar, su radio era como de 30 metros en el
primer tercio inferior de la esfera se veía una plataforma de color aluminio
como si fuera metálica y tres grandes consolas”. El artefacto tenía una barra
central que la cruzaba de arriba a abajo. En su interior, el medicó distinguió
que había 2 humanoides, uno frente al
otro, de unos 2.50 metros de estatura, vestidos con mono rojos ceñidos y una
escafandra que les tapaba el rostro. Sus
cabezas eran desproporcionadas en relación al cuerpo. Los enigmáticos seres
parecían manipular una consola de mandos, sin prestar atención al testigo. El Dr. Padrón fue testigo de un increíble avistamiento OVNI... |
Dentro del OVNI transparente habían dos humanoides vestidos con llamativos trajes rojos... |
Pese a lo insólito de la situación, el taxista siguió la marcha y desde la casa de la enferma continuaron observando el extraño fenómeno. Padrón pudo distinguir que de la parte superior del objeto, de la barra vertical, surgía un humo azulado. En esos momentos observan como el objeto se "infla" de forma considerable, mientras los ocupantes mantenían su tamaño, para inmediatamente elevarse y desaparecer a gran velocidad en dirección a Tenerife.
DE LA
SEMEJANZA A LA EXTRAÑEZA
Como hemos
observado en el presente estudio, aunque estos incidentes compartan elementos
comunes, sobre todo el interesante detalle de la barra transversal y la
transparencia de los objetos, es obligado reseñar que, evidentemente, no se
trataba del mismo fenómeno (o sea la misma “nave espacial”). En muchas
ocasiones, y con otros grupos de casos OVNIs, estas analogías son presentadas
de forma sesgada y tendenciosa por parte de algunos investigadores, con la
intención de presentar, ante los ojos del profano, que los avistamientos de
Objetos Voladores No Identificados son un fenómeno homogéneo, “real y físico”
provocado por la visita de seres extraterrestres provenientes de otros planetas.
Sin embargo a tenor de estas marcadas diferencias, en eventos de sustanciales semejanzas, la Teoría de la Distorsión ofrece un nuevo enfoque. Un agente externo desconocido que interactúa con la mente de los testigos, “ofrece” a los eventuales observadores un hipotético escenario de visitación alienígena, compuesto primordialmente por dos elementos a desarrollar entre ambos “colaboradores”: naves y tipologías de humanoides. Sin embargo es el propio observador quién se encarga de desarrollar toda la trama en una elaborada puesta en escena que se ofrece ante sus ojos como una “realidad tangible” y en apariencia externa a su mente. La participación del agente externo consigue que todo este material inconsciente privativo de cada testigo aparezca de forma distorsionada, lo que otorga a cada caso una patina de exclusividad intransferible, pero sobre todo inescrutable y absurdo a ojos de terceros…