sábado, 1 de agosto de 2015

COYAME; EL ROSWELL DE MEXICO




 
Desde hace algunos años el interés ufológico internacional se ha dirigido hacia una apartada región mexicana donde se asegura que en la década de los setenta se estrelló una nave de procedencia desconocida. Muchos lo consideran, por su importancia y trascendencia como el Roswell de México. Sin embargo para una gran mayoría de investigadores no sería más que un burdo montaje elaborado en las últimas décadas. Pero si este incidente esta basado en hechos reales, cualquiera que sea su naturaleza, puede ocultar unos trágicos acontecimientos que pudieron derivar en un grave conflicto internacional… Esta es la historia…

OVNI SOBRE EL GOLFO DE MEXICO
En el año 1992 el investigador norteamericano Vince Johnson obtuvo un controvertido documento, supuestamente "desclasificado" de los archivos de la todopoderosa NORAD (North American Aerospace Defense Command), la agencia encargada de vigilar y controlar el espacio aéreo de los Estados Unidos. En dicho informe, de nombre DENEB,  se aseguraba que el 25 de Agosto de 1974 sobre 22:07 horas, los radares de defensa de la USAF habían detectado la presencia de un posible meteorito a  unas cuarenta millas al suroeste de Corpus Cristi (Texas) procedente desde el Golfo de México. El extraño objeto volaba a unos 4.500 km/h y a una altitud de 24.000 metros. Los radaristas comprobaron que el eco descendía escalonadamente lo que descartaba la posibilidad de que se tratara de un bólido celeste. Menos fuerza cobraría esta hipótesis, cuando observaron incrédulos como el OVNI giraba a la izquierda en dirección a México alrededor de cuarenta millas al sur de Brownsville (Texas). También advirtieron que durante el fugaz paso del objeto por espacio aéreo norteamericano había decelerado su velocidad a 1700 km/h. Al menos dos radares de la USAF habían confirmado las evoluciones del enigmático OVNI. Cuando atravesó la frontera con el país vecino el eco desapareció sobre el estado de Chihuahua. Lo más irritante de la cuestión es que la señal se había extinguido a la par que el eco de un avión que sobrevolaba dicha zona. Dicha avioneta había despegado del aeropuerto del Paso con destino a la capital Ciudad de México. Todo parecía indicar que ambas aeronaves habían colisionado en el aíre.


El supuesto informe oficial indica que desde la todopoderosa NORAD se siguió las evoluciones del OVNI hasta su caída en México







Estos reveladores datos sirvieron de inicio para que Vince Johnson indagara en el presunto estrellamiento de una nave extraterrestre en México. Así pudo concretar, con la ayuda de varios confidentes, que este incidente ocurrió sobre el desierto de Coyame. Una perdida localidad de Chihuahua de apenas unos 2500 habitantes. En los documentos secretos filtrados al ufólogo se reconstruía la increíble historia de la recuperación del OVNI siniestrado...

 OPERACIÓN DE RESCATE

 A la mañana siguiente, del 25 de agosto de 1974, sobre las 9:00 horas la CIA (Central Intelligence Agency) interceptó las comunicaciones radiales de una patrulla militar mexicana de la cercana base de Ojinaga, a unos 70 km del accidente, que informaba del hallazgo de los restos calcinados de una avioneta.  Posteriormente, a las 10:35 la inquietud se apoderó los agentes del servicio secreto norteamericano, cuando escucharon a los militares decir que habían encontrado un "extraño avión de forma circular de una sola pieza". De pronto, los operadores mexicanos ordenaron a los soldados un estricto silencio radial en sus comunicaciones. En esos momentos se dispararon todas las alarmas en la CIA, y a través de contactos al más alto nivel diplomático, ofrecieron inmediatamente asesoramiento y ayuda al gobierno mexicano para la recuperación del OVNI. Al menos según consta en las informaciones filtradas dos agencias del gobierno norteamericano fueron informadas por la CIA de éstos hallazgos. Sin embargo las autoridades de país azteca restaron importancia al hecho y denegaron la "amable" petición de sus interesados vecinos. Pero la agencia de espionaje norteamericana siguió adelante con sus pretensiones de hacerse a toda costa con el OVNI siniestrado.
Auxiliados por aviones que sobrevolaban a gran altura el territorio mexicano y con ayuda de satélites, los servicios secretos localizaron a la patrulla militar en Coyame dirígiéndose de regreso a su base. Las imágenes no dejaban lugar a la duda para asombro y desconcierto de los analistas de la CIA. El ejército mexicano había recuperado un misterioso objeto en forma de disco que transportaba en un camión  escoltado por varios jeeps, eran las 14:38 horas. El interior de base de Fort Bliss (Texas), a menos de 300 km del impacto, era un autentico hervidero. Un grupo de elite del ejército norteamericano estaba preparado, desde hacía horas, para interceptar el convoy y arrebatar el "disco" a las autoridades mexicanas. La decisión era arriesgada y podría acarrear un gravísimo conflicto diplomático entre ambos países. Los altos mandos de la USAF no se atrevían a dar el paso, a pesar de tener la información sobre la mesa del traslado del valioso artefacto a Ojinaga. Pero la irrupción de nuevos dramáticos acontecimientos a la trama desencaminaron una de las operaciones secretas, de ser cierta, mas efectiva y comprometida del ejercito norteamericano en tiempo de paz.
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La misteriosa aeronave colisionó con una avioneta sobre territorio mexicano.
Las fotografías vía satélite confirmaron que el convoy se había detenido inexplicablemente en medio del desierto. A los pocos minutos otras imágenes ofrecían una novedad inesperada y desgarradora. Los militares mexicanos estaban tumbados en el suelo aparentemente muertos. Los analistas de la USAF determinaron que podrían haber perecido a causa de una exposición a un letal virus proveniente del artefacto extraterrestre. La operación de rescate vio luz verde. 14:38 horas, de la base de Fort Bliss, despegaron cuatro helicópteros perfectamente camuflados, sin ningún tipo de identificación, un enorme Stallión CH- 53 de transporte y tres Huey de apoyo. En total cerca de 90 efectivos humanos emprendieron el vuelo hacia lo desconocido. Iban pertrechados con uniformes biológicos para evitar el contagio. "Los cuatro helicópteros siguieron la frontera abajo hacia Presidio -indica el investigador Gilberto Rivera-, después al norte de México dando vuelta e incorporándose al espacio aéreo de Candelaria".


El informe indica que el convoy se detuvo inexplicablemente y que algunos de los militares  parecían estar muertos.





A las 16:53 horas toman tierra junto al inerte convoy mexicano. Comprueban que todo el personal ha muerto, algunos no han podido salir de los vehículos y se encuentran sin vida en su interior. Los cuerpos no tienen síntomas de violencia. Sobre el camión observan su preciado objetivo. Los soldados norteamericanos se encuentran frente a un extraño artefacto discoidal, convexo por ambos lados, de unos 5 metros de largo por 1´5 metros de alto, sin ningún tipo de ventanilla o puerta. Tampoco posee distintivos ni sistema de propulsión visible. Parece de acero pulido y presenta algunos daños,  un agujero irregular en su parte frontal de unos 30 centímetros de diámetro, del que emana una sustancia indeterminada y una abolladura de unos 60 centímetros de largo.


Los militares mexicanos recuperaron supuestamente en el desierto de Coyame una extraña aeronave sin identificar.







En el informe facilitado a Johnson se desprende que el orificio fue provocado por el impacto del avión y que el golpe se ocasionó al impactar contra el suelo.  El peso del objeto se calcula en unos 680 kilogramos y tenía un grosor de 1´5 metros. Los mexicanos también transportaban los restos de la avioneta siniestrada pero no se facilitan mas detalles. A las 17:14 horas el enorme Stallion despega con el OVNI enganchado en un cable de acero. Un destacamento queda en el lugar para borrar las huellas de su acción y evitar el posible contagio. Colocan potentes cargas explosivas en el camión y el resto de los vehículos junto a los cuerpos de los infortunados militares, para aniquilar todo posible rastro del agente mortal. Los investigadores Noé Torres y Rubén Uriarte, autores del libro "Mexico´s Roswell", aseguran que para eliminar cualquier rastro de su acción los soldados utilizaron una pequeña bomba nuclear denominada W-54.

Desde la Base de Fort Bliss despega un contingente armado dispuesto a recuperar el OVNI  e impedir que el supuesto contagio biológico afectara a poblaciones civiles.





A las 17:46 el resto de los militares norteamericanos abandona territorio azteca. La misión ha sido un rotundo éxito. "El equipo de recuperación -afirma Johnson- aterriza en un punto de las Mountains Davis a unos 25 kilómetros al norte de San Valentín (Texas) allí, esperaron hasta las 2:25 horas de la mañana. En ese momento se reanudó el vuelo y conectaron con un pequeño convoy en una carretera entre Van Horn y Kent. El disco fue transferido a un camión lo suficientemente grande como para transportarlo totalmente en secreto. Algún personal de los Huey se unieron al convoy. Entonces los helicópteros regresaron a sus bases para procedimientos de descontaminación. El convoy siguió su ruta sin detenerse usando caminos y carreteras aisladas para mantenerse a distancia de las ciudades. El convoy fue a Atlanta (Georgia). Aquí se diluye la evidencia de mis informes. El disco pudo ser trasladado a la base de Wright-Patterson AF y otras fuentes dicen que fué llevado a una base sin determinar desde Atlanta". En los supuestos dossier facilitados a Vincen Johnson no se especifica si se recuperaron cuerpos alienígenas en la citada maniobra. También le indicaron al ufólogo norteamericano que algunos documentos del caso habían sido destruidos...


INVESTIGACIONES EN COYAME
Sin duda el episodio de Coyame es asombroso de ser cierto. Tiene todos los ingredientes de una perfecta película de ciencia ficción, desde naves extraterrestres, colisiones, militares, muertes y operaciones clandestinas. Por ello son muchos los investigadores que recelan del incidente y se cuestionan abiertamente )por qué hasta la década de los noventa,  ni siquiera los ufólogos mexicanos mas veteranos habían oído hablar del suceso?.Tampoco se ha podido verificar, que una avioneta tuviera un percance en agosto de 1974 en Coyame, dato que de ser auténtico, podría corroborar parte del fantástico incidente. Los archivos de la FAA (Federal Aviation Administration) no posee ninguna documentación al respecto al tratarse de un percance ocurrido supuestamente en territorio mexicano. Pero por otro lado los investigadores Torres Uriarte, están convencidos de la realidad del evento. A parte de la desbordante y controvertida documentación de Johnson, en sus investigaciones en Coyame han podido entrevistar a algunos lugareños, como el Sr. Pedro Benegas, residente en la zona desde siempre, que, en la época del accidente escuchó una explosión muy fuerte a medianoche. Tan fuerte fue el estallido que incluso los vidrios de las ventanas temblaron. Nunca pudo aclarar que provocó aquel estruendo misterioso.

El extraño objeto presentaba un agujero en uno de sus extremos por los que emanaba una  desconocida sustancia. El artefacto medía unos 5 metros de largo por 1´5 metros de alto.





Las pesquisas de los autores del libro precisan que el OVNI se estrelló en un lugar llamado "El Llano" a unos 30 kilómetros del Rió Grande, coincidiendo con los datos expuestos por su colega norteamericano. También han hallado restos de una avioneta siniestrada en el desierto cuyo análisis, por parte de un experto en aeronáutica, ha concretado que se trataría de un artefacto de mediados de los años setenta. Así mismo han sabido por boca de los pobladores de los ranchos de Coyame, que hace muchos años los militares recuperaron varios cadáveres del interior de un pozo. Les intrigó que la policía no se ocupara del asunto y que los soldados efectuaran la recuperación de los cuerpos con un total hermetismo. Respecto a la avioneta implicada en el caso, poco o nada ha podido trascender, y no se conocen más datos sobre quien la tripulaba y si realmente se produjo un accidente aéreo. Sin embargo hay algunos elementos que si parecen apuntar hacia la veracidad de los hechos, cualquiera que fuera su verdadera naturaleza. Como por ejemplo que en la hemeroteca de Chihuahua, tal y como comprobó in situ el investigador Rubén Villatoro, falten precisamente los diarios de agosto de 1974 ante el propio asombro del archivista. Aunque si encontraron una nota de octubre que hablaba del percance, no especificado, sufrido por una patrulla militar en la zona de Coyame.


El operativo estadounidense consiguió recuperar el artefacto y sacarlo de territorio mexicano, en un potente helicóptero de transporte.






El ufólogo Rubén Villatoro comentaba al respecto de sus indagaciones en Coyame en una entrevista concedida al investigador Roberto S. Contreras que: "personas de la tercera edad con las que me entreviste en la presidencia municipal de Coyame me insistieron que buscara en el periódico "El Heraldo", a lo cuando regreseé a la Ciudad de Chihuahua el 13 de julio del 2005, me dirigí a las oficinas de Organización Editorial Mexicana. Una vez que me fue permitido el acceso a su hemeroteca junto con el encargado nos ocupamos de buscar los libros del año de 1974. Una vez que lo tuve sobre la mesa debo reconocer que con emoción empecé a hojearlo para ubicar el mes de agosto. Grande fue mi sorpresa (y la del encargado de esta área) cuando nos dimos cuenta que todo ese mes se encontraba desaparecido. Una y otra vez lo revisamos y no había duda de que no se encontraba. El encargado manifestó también gran sorpresa y no daba crédito a lo que encontramos ya que se trataba según sus propias palabras de una irregularidad. No obstante pude encontrar una nota del mes de octubre (es decir, tan solo a algunos días después del presunto incidente) que notificaba del accidente de un transporte militar ocurrido en esa zona, en circunstancias que no estaban plenamente esclarecidas". En la misma entrevista Villatoros aludía a la existencia de testigos directos del supuesto accidente: “Sí, encontré un par de testimonios del grupo de personas de la tercera edad quienes me refirieron datos interesantes; uno de ellos fue el Sr. Cipriano Orozco quien comentó que observo un gran movimiento de soldados aquella fecha, y la Sra. Emma Ortega me comentó frente a la cámara que acudió junto con un grupo de amigos al lugar del accidente, ella observo a la avioneta cuando aun seguía quemándose y dijo que le dio la sensación de que ya antes se habían llevado “algo”.
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Los investigadores Noé Torres y  Rubén Uriarte son autores de un interesante libro sobre el famoso incidente.





Uno de los puntos mas interesantes de la historia se encuentra en una misteriosa porción de terreno quemada en el desierto de Coyame, de unos 9 metros de diámetro, que es incluso visible con el "Google Earth", que Noé Torres y Rubén Uriarte aseguran es el lugar exacto donde se produjo el accidente de la avioneta. Dicho lugar fue mostrado al público en un documental de Canal Historia en 2008. Junto a esta zona, existe un área cercada, de 372 metros cuadrada, en cuyo interior hay un agujero que podría a ver sido provocado por una explosión. Los lugareños afirman que los militares mexicanos les advirtieron que no se aproximaran allí. Los integrantes del grupo Ufo-Hunters, del citado canal televisivo, detectaron que el terreno ofrecía una radiactividad 8 veces por encima de los niveles normales ¿pruebas concretas de la realidad del incidente de Coyame?....


PROTOTIPOS SECRETOS
En el articulo titulado “El OVNI que se estrello en Coyame, es falso” el investigador Roberto S. Contreras incluía una entrevista con el ufólogo mexicano Hector Sampson donde afirmaba que: "Para mí, el caso es una curiosidad, pues algo entró en la atmósfera terrestre, algo se estrelló contra una avioneta y murieron varias personas. Extrañamente el gobierno de Estados Unidos formó un equipo de rescate a una velocidad fuera de lo normal, así que lo más probable es que ya sólo estaban esperando que este objeto cayera y tenían todo listo para su recuperación. Pues tanto la velocidad con la que juntaron los elementos para el rescate como la velocidad en que se llevaron el objeto fue impresionante. Yo creo que algo les salió mal a ellos, se les cayó un objeto de pruebas que ellos conocían muy bien y que por mala suerte se estrelló con esta avioneta. Se llevaron todo a gran velocidad para evitarse el escándalo y las aclaraciones con el Gobierno de México que nunca dio su autorización para que se lo llevaran". Esta conjetura, de pruebas secretas encubiertas, coincide a su vez, con un incidente ocurrido el 12 de septiembre de 1967 cuando a unos 80 kms al norte de Coyame cayó un misil balístico norteamericano. Se trataba de un "Pershing I"que se halló a unos 5 kms. del rancho "El Cuervo" y fue recuperado por el ejercito de las “barras y estrellas". A priori no debería descartarse la posibilidad de que toda la operación desplegada en territorio mexicano se haya debido a la recuperación de algún tipo de vehículo experimental de los propios estadounidenses o de su enemigo en la época la extinta Unión Soviética. Aunque no obstante para el investigador mexicano Roberto S. Contreras todo se trataría de un montaje: “Increíble, simplemente increíble, como de ficción, además por si faltara algo en este espectacular y peliculesco caso, no hay registros, ningún investigador conocido en México menciono algo o dio nota de ello en su momento, pasando este extraordinario hecho desapercibido por muchos años, hasta ahora, que resurge como un gran caso de la ovnilogia no solo de México, sino mundial...”


RESCATE O NEUTRALIZACION
Si lo que se desprende de las informaciones facilitadas a Vince Johnson es la crónica real de unos acontecimientos, hay algunos elementos que no cuadran en la historia o al menos resultan bastante sospechosos. La supuesta recuperación del OVNI por parte de unidades de élite de los Estados Unidos podía encubrir una letal operación militar sobre territorio extranjero que jamás podría admitir públicamente el gobierno de la Casa Blanca. Quizás, la cortina de humo o pretexto ingeniado por la inteligencia norteamericana para arrebatar por la fuerza la misteriosa aeronave a los militares mexicanos, fue inventarse la existencia de una terrible "infección con un agente letal alienígena" muy contagioso que solo ellos podrían controlar y erradicar, asustando sobremanera a las autoridades aztecas. Dicha distracción, disfrazada de “ayuda”, ocultaría, en realidad, una neutralización en toda regla de los soldados de la Base de Ojinaga por parte de casi un centenar de efectivos de los cuerpos especiales trasladados a México en helicópteros de combate en una operación relámpago. Que mejor manera de deshacer pruebas y justificar su acción ante su vecino fronterizo que idear un peligroso contagio "bacteriológico" desconocido y así poder recuperar el OVNI o lo que fuese aquel artefacto. No hay que descartar la mas que probable probabilidad, si se trata de un hecho verídico, que se tratase un prototipo secreto estadounidense o incluso soviético, no en vano en aquellas fechas ambos países se encontraban en plena guerra fría, y si los norteamericanos habían perdido un avión secreto o un avión espía decidieran recuperarlo a toda costa.

El controvertido Richard Nixon dimitió en las mismas fechas del incidente de Coyame. Si la operación de "neutralización" se llevó a cabo ¿Quién pudo tomar la decisión de arrebatar por la fuerza la misteriosa aeronave al ejercito mexicano?...

 



Así mismo con la “coartada” del pretendido auxilio, se garantizaban la eliminación total de cualquier vestigio de su mortífera acción bélica que podría haber acarreado un importante y sin precedentes conflicto entre ambos países. Los fuertes explosivos utilizados en la zona borrarían completamente las evidencias sobre el terreno de la “eliminación” de los soldados mexicanos que no preveían un ataque de tales características. No deja de ser curioso, que tras el rechazo de cooperación por parte de las autoridades mexicanas, surgiera la posibilidad de intervenir por una "fuerza mayor y desconocida". Además se da la circunstancia curiosa de que en agosto de 1974 se produjo la dimisión del presidente de los Estados Unidos Richard Nixon, tras el escándalo de las escuchas ilegales (Watergate) en las que estuvo implicada la Central de Inteligencia,  siendo relevado por el vicepresidente Gerald Ford, por lo que no quedaría del todo claro, quien podría haber tomado la supuesta decisión del "ataque". Si fue el “presidente” entrante, el dimitido o la propia CIA… una “laguna gubernamental” que pudo resultar muy provechosa....
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La cercanía de Coyame con Roswell no deja de ser curiosa...




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Poco a poco se están iniciando mas y mejores averiguaciones para aclarar un suceso que esta considerado por los expertos como el Roswell de México, aunque envuelto si cabe en mayor controversia y polémica. Solo el tiempo dirá si el incidente de Coyame permanece en la memoria o será relegado al olvido por falta de más datos, como un rumor mas sin confirmar dentro de la extensa y casi interminable lista de supuestos estrellamientos OVNIs que se acumulan en el mundo...








JOSE ANTONIO CARAV@CA







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