El célebre y
controvertido caso Ummo ha tenido diversas ramificaciones a cuál más curiosa y
extraña en varias partes del mundo. Aunque la raíz de todo el entramado, las famosas
misivas “extraterrestres”, se demostró completamente falso, obra del
parapsicólogo José Luís Jordán Peña, resulta desconcertante comprobar como a lo
largo de los años se han acopiado un buen número de sucesos donde se ha
denunciado la presencia de OVNIs con el famoso emblema ummita )+( en su fuselaje.
Uno de estos episodios
relacionado con Ummo sucedió en Francia. Nada raro ni extraordinario, ya que
nuestro vecino cuenta con una larga y dilatada tradición en la divulgación de los
textos facilitados por los supuestos habitantes de la estrella Wolf-424. De hecho,
numerosos estudiosos galos se han sentido poderosamente atraídos por los
centenares de epístolas ummitas remitidas desde varios rincones del planeta y
junto a España es el país que mas se ha ocupado de popularizar las andanzas de
estos peculiares “viajeros del espacio” que se resisten a ser olvidados pese al
tiempo transcurrido.
El suceso que
nos ocupa sucedió en Mulhouse-Riedisheim (Haut-Rhin) el 25 de junio de 1971 y
guardando las prudentes distancias tiene ciertas semblanzas con el célebre y
denostado aterrizaje de Aluche (Madrid, 1966), del que se piensa fueron autores
fraudulentos Jordan Peña y Vicente Ortuño.Sobre las 23:00 horas, tras una fuerte tormenta, Joel Schweitzer y un amigo caminaban por un sendero, en las afueras del pueblo, cuando observaron sorprendidos una potente luz en el cielo que se acercaba hacia donde ellos se encontraban. El brillo fue comparado al que produce una “lámpara eléctrica”. Intrigados comprobaron que aquel objeto no era una aeronave convencional. Se trataba de un insólito objeto metálico muy brillante, plano por su parte frontal y provisto en su parte opuesta de una protuberancia, como una gorra, donde había una especie de faro brillante de color blanco. Aquel artefacto podría tener unos
El OVNI en su aproximación a tierra |
El objeto se dio la vuelta y ahora mostraba
su parte plana y recta hacia abajo. Después de unos segundos el objeto comenzó
a descender lentamente. Según el testigo, el OVNI había aterrizado o se había
situado a escasa distancia del terreno. No lograron ver ningún tipo de tren de
aterrizaje, ya que la parte inferior del objeto brillaba mucho. Todo estaba en
silencio y ni siquiera los perros de los alrededores ladraban. Durante
aproximadamente minuto y medio, el artefacto permaneció en "tierra",
hasta que despegó y se fue alejando en la distancia, hasta que a gran velocidad
salió disparado hacia arriba.
El meticuloso investigador
galo Henry Durrant en su obra clásica “Dossiers de los OVNIS” (1979) relataba
que Los testigos volvieron al día
siguiente y descubrieron huellas muy visibles. La alfalfa y la hierba, segadas
desde hacía unos días, sin tener mas de 5 o 10 cm de altura, el terreno
seco. Se descubrió un gran circulo con 6́20 metros de diámetro; en el centro
una H mayúscula con ramas de 2́20 metros de longitud separadas en 2́20 metros;
tres huellas circulares de 30
cm de diámetros dispuestas en triangulo isósceles excéntrico,
un pequeño agujero de sección cuadrado en el interior del enorme círculo, la
hierba ennegrecida pero no quemada. Sobre el gran circulo sobre la H mayúscula, sobre las tres
huellas circulares la hierba estaba aplastada, inclinada, rota.” Por su
parte el investigador anotó que una de las marcas circulares de 30 cm estaba en
el interior del círculo, las otras dos fuera del círculo a 5.50 de la primera y
distanciadas a 4.20 metros. El estado de la superficie de estas huellas se hizo
visible por el aspecto que presentaba la hierba: aplanada y ennegrecida, por
efecto de una fuente de calor que no llegó a quemar la planta.
La huella encontrada en la zona |
Croquis de la huella. (Cortesía F. Lagarde) |
Lo investigador Gérard
Barthel y Jacques Brucker en su libro "The Great Martian Fear” (1979) concluyeron,
sin aportar mayor información que: “la huella estaba hecha de hollín”. A este
respecto el investigador galo Patrick Gross escribe que: “en las fotografías realizadas,
la huella es "blanca", o al menos, más clara que la hierba
circundante. Sin embargo, según los hallazgos iniciales, ésta debería haber estado
"ennegrecida". ¿Acaso, alguien “marcó” el rastro con yeso o harina
para que fuera mas visible en las fotografías? Todo parece indicar que las
fotografías se tomaron varias semanas después del presunto aterrizaje, mientras
que las huellas aún eran visibles en septiembre, según el testigo principal”.
Otro detalle curioso. El investigador Jean-Pierre Schirch en un artículo para
"Lumières Dans La Nuit" (LDLN.117. Abril. 1972) denominado
"Atterrisage à Mulhouse (Haut-Rhin)" dijo que: «Uno puede preguntarse
por qué, en un lugar tan poblado, rodeado de muchas casas, casi en el centro de
la ciudad, no apareció ningún otro testigo. Esta es una observación que se hace
con frecuencia. Es posible que las circunstancias no se prestaran a una
especial atención. El artefacto no hizo ningún ruido, llegó bastante tarde:
alrededor de las 21:30, después de una tormenta, pocas personas estarían
mirando al exterior durante el corto espacio de tiempo que este artefacto se
manifestó”. Por parte, en la revista "Light in the Night" se informó
que un “un amante de la ufología local”, el Sr. Nueffer, observó un misterioso
objeto volador, el mismo día sobre las 17:55 y las 18:00 horas. Fue descrito
como una bola de fuego de color naranja amarillento, que no emitía ningún sonido.
La huella hallada en Francia tiene semejanzas con la pista de aterrizaje de un helicóptero |
Pese a la
supuesta trascendencia del hecho sucedido aquella noche de 1971,
inexplicablemente no se realizó ningún tipo de investigación exhaustiva de la
huella ni se recogieron más testimonios. Así mismo tampoco se efectuaron, que
se conozca, análisis científicos de las huellas ni existe demasiado material
gráfico de la zona del aterrizaje. A consultas efectuadas por el autor del presente
reportaje al GEPAIN (Groupe d'études et d'information sur les Phénomènes
Aérospatiaux Non identifiés) organismo oficial galo de estudios sobre OVNIs,
éste declaró que no tiene en sus archivos información concerniente al supuesto
aterrizaje OVNI de Mulhouse y que la gendarmería francesa, su principal proveedora
de informes no estuvo realizando pesquisas oficiales del citado evento. No era la primera vez que se reportaban
este tipo de incidentes en la zona, durante la increíble e irrepetible oleada
francesa de 1954, la localidad de Mulhouse fue sobrevolada por varios objetos
en forma de puro trasparente que fueron observados por decenas de personas el
23 de octubre.
Por tanto, al
igual que ocurriera con el polémico caso del aterrizaje de Aluche, donde
también se registraron huellas y restos anómalos tras un supuesto aterrizaje
OVNI, las desconfianzas comenzaron a aflorar sobre el incidente de Mulhouse, aunque
en este suceso, aún hay interrogantes por aclarar…
JOSE ANTONIO CARAV@CA
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