lunes, 17 de agosto de 2020

EL GOBIERNO ESTADOUNIDENSE ANUNCIA LA CREACIÓN DE UN GRUPO DE ESTUDIO DE FENÓMENOS AÉREOS NO IDENTIFICADOS.









El 4 de agosto de 2020, el subsecretario de Defensa David L.Norquist aprobó la creación de una Fuerza de Investigación de Fenómenos Aéreos No Identificados (UAP) (UAPTF). El Departamento de Marina, a cargo de la Subsecretaría de Defensa para Inteligencia y Seguridad, encabezará este proyecto UAPTF. El Departamento de Defensa estableció la UAPTF para mejorar su comprensión y obtener mas información sobre la naturaleza y los orígenes de los UAP. La misión del grupo de trabajo es detectar, analizar y catalogar los UAP que podrían representar una amenaza para la seguridad nacional de EE.UU. En el comunicado de prensa han asegurado que :«Como el Ministerio de Defensa ha dicho anteriormente, la seguridad de nuestro personal y la seguridad de nuestras operaciones son de suma importancia. El Departamento de Defensa y los departamentos militares toman muy en serio cualquier incursión de aeronaves no autorizadas en nuestros campos de entrenamiento o espacio aéreo designado y examinan cada informe. Esto incluye exámenes de incursiones que inicialmente se informan como UAP cuando el observador no puede identificar inmediatamente lo que está observando». Pese a todo lo dicho y escrito hasta el momento, y el evidente revuelo mediático creado en medio mundo por la noticia, no hay ninguna alusión, directa o indirecta a que el Departamento de Defensa esté investigando «platillos volantes» como muchos ufólogos pretenden hacer entender... El verdadero interés del gobierno estadounidense, al menos en este nuevo proyecto, es descubrir si detrás de los UAP se esconde tecnología rusa o china, a modo de drones o aeronaves de vanguardia, que puedan estar realizando tareas de espionaje sobre su ejercito o sobre territorio norteamericano...










JOSE ANTONIO CARAV@CA



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domingo, 2 de agosto de 2020

LUIS ELIZONDO: ¿AGENTE ENCUBIERTO DE LOS SERVICIOS SECRETOS?




Luis Elizondo se ha erigido como el esperado Prometeo que va a traer la anhelada luz al oscuro mundo de los OVNIS. Y es que algunos investigadores norteamericanos están convencidos que muy pronto se va a revelar de manera oficial la verdad sobre los platillos volantes y que el todopoderoso Pentágono va a abrir sus archivos secretos después de 73 años de férreo ocultamiento...

Pero cuando uno lee la biografía de Elizondo, uno de los principales instigadores de este cambio, no puede evitar recordar otros episodios escabrosos ocurridos en el seno de la comunidad ufológica norteamericana, los cuales, tras décadas de interminables polémicas y arduas controversias, han conducido a un callejón sin salida después de un esperanzador arranque. El periodista Tim McMillan en la revista «Popular Mechanics» en un artículo titulado «Inside the Pentagon's Secret UFO Program» (14/02/2020) describía brevemente el curriculum de Luis Elizondo: «Después de servir durante un período como agente de contrainteligencia para el ejército de los EE. UU., a finales de la década de noventa, Elizondo sería reclutado en las filas de la enigmática comunidad de inteligencia de los EE.UU. La primera parada de Elizondo como especialista en operativos de inteligencia fue llevar a cabo operaciones de contrainsurgencia y antinarcóticos en América Latina. "Nos ocupamos de muchas cosas, como golpes de estado, terrorismo del mercado negro, carteles violentos de drogas, todo ese tipo de cosas"».
Luis Elizondo director del «Programa Avanzado de Identificación de Amenazas Aeroespaciales» (AATIP) que estuvo operativo desde 2007 hasta 2012.




Y tras sus operaciones clandestinas en Sudamérica y en Oriente Médio, acaba dirigiendo un programa ultrasecreto sobre OVNIS para el Pentágono, el famoso «Programa Avanzado de Identificación de Amenazas Aeroespaciales» (AATIP). Pero lo curioso es que cuando acaba su contrato (aunque eso está por comprobar) con el Departamento de Defensa, se convierte en el fichaje estrella, y nunca mejor dicho, de la no menos controvertida «To The Star Academy» (TTSA), un grupo creado por el exlíder de la banda de rock «Blink 182» de Tom DeLongue para investigar el fenómeno OVNI a altos niveles. Y entonces se produce una paradoja, Luis Elizondo, un tipo curtido en la inteligencia norteamericana, durante 22 años, trabaja ahora para presionar al gobierno para que haga público todo lo que conoce sobre los platillos volantes. De manera ostentosa, y sin temor alguno, aparece en todos los medios de comunicación, con una amplia sonrisa en la cara, para exigir a sus antiguos «jefes» que desclasifiquen los archivos de la comisión gubernamental que él mismo dirigió ¿nadie ve nada raro en esto? ¿por qué escogería el Pentágono a una persona del perfil tan duro de Luis Elizondo para dirigir un proyecto ultrasecreto relacionado con OVNIs? ¿No es contradictorio que un oficial de inteligencia, de la experiencia de Elizondo abandone su carrera e ingrese en un grupo de investigación OVNI? Evidentemente si esto fuera así no podría retomar su trabajo para el gobierno norteamericano.

Pero más extraño es aún su relación con la TTSA, ya que como él mismo afirma en la citada entrevista: «Nunca he violado ni estoy dispuesto a violar mis juramentos de seguridad, por lo que todo lo que he discutido no está clasificado». Resulta un tanto curioso que el propio Elizondo admita que hay cosas de las que no puede hablar con sus nuevos jefes, que trabajan a destajo, precisamente para desvelar que hay detrás del ATTIP. Todo suena muy raro. Y es por ello que surgen preguntas desconcertantes del tipo ¿conoce Elizondo los secretos y las respuestas que busca la TTSA? ¿por qué no habla abiertamente de lo que sabe? ¿podría un agente de los servicios secretos abandonar su puesto para trabajar abiertamente para la competencia sin quebrantar ninguna cláusula de confidencialidad? ¿está realizando Elizondo trabajos de contraespionaje para los servicios secretos controlando a la TTSA? ¿Es Elizondo un desinformador oficial o un oportunista?

Lo mas extraño de la trama relacionada con los OVNIs del Pentágono, que ha revolucionado el asunto de los platillos volantes en todo el mundo, es que las principales gestiones se estaban realizando desde la controvertida TTSA (To the Stars Academy), una organización «ufológica» de nuevo cuño, liderada por el exvocalista de la banda Blink-182 Tom DeLonge.





Esta rocambolesca situación no es nueva en la comunidad ufológica norteamericana. Hay que recordar que el célebre investigador William Moore durante el «MUFON UFO Simposium» celebrado en el año 1989, declaró, ante el asombro y estupor de la audiencia, que desde el año 1982 había estado colaborando activamente con los servicios de inteligencia de la fuerza aérea (AFOSI), suministrando no sólo información privada sobre algunos los ufólogos, sino también participando en tareas de desinformación para engañar a sus compañeros.  Ya que una de sus principales funciones era enfrascar a los investigadores en debates e investigaciones estériles que no conducían a ninguna parte. Un dato que no podemos pasar por alto es que cuando se estaba gestando la creación de la TTSA, en medio de una gran expectación mediática, ya que se decía que dicho grupo lo iban a formar grandes personalidades de la política, la ciencia, los servicios secretos y los medios de comunicación para conseguir información gubernamental sobre ovnis, ya en eso instantes, se barajaba entre bambalinas la inminente incorporación de Elizondo.


El prestigioso diario The New York Times se está encargando de informar a sus lectores de todos los avances de esta historia.








E incidiendo sobre la intoxicación informativa dirigida a marear la perdiz, tal y como ocurrió en su día con los papeles del Majestic 12, un mentira impulsada por los servicios secretos y que aún colea en la actualidad, la comunidad ufológica norteamericana lleva meses intentando dilucidar, en mitad de disputas de todo tipo, algo aparentemente tan sencillo como el verdadero nombre del proyecto al que pertenecía Luis Elizondo, si era «Programa Avanzado de Identificación de Amenazas Aeroespaciales» (AATIP) o «Programa de Aplicación de Sistemas de Armas Aeroespaciales Avanzadas» (AAWSAP). Ni en eso se ponen de acuerdo.  Y es que prácticamente casi todos los investigadores norteamericanos y sus medios de difusión están centrados y ocupados, dedicándole al asunto miles de horas, en desgranar los secretos del AATIP, convirtiéndose en el nuevo y monotema estrella de la ufología made in USA.

A tenor de cómo se están desarrollando los hechos, es muy probable que Elizondo guarde aún varias cartas en la manga, pero evidentemente no las que esperan los seguidores y entusiastas de los platillos volantes… veremos que nos depara el futuro… un nuevo día de la marmota ufológica… o el fuego de Prometeo que no termina nunca de llegar…

 


 

 
JOSE ANTONIO CARAV@CA

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