El nuevo informe del AARO (Oficina para la Resolución de Anomalías en Todos los Dominios) presentado con dos meses de retraso rebaja aún más las expectativas sobre las posibles contribuciones de esta oficina al esclarecimiento del tema OVNI. Pero vayamos por partes. El documento público de 11 páginas apenas aporta información desconocida, más que confirmar el contenido de la última rueda de prensa ofrecida por Dr. Sean Kirkpatrick director del AARO y Ronald Moultrie, Subsecretario de Defensa para Inteligencia y Seguridad el 16 de diciembre de 2022.
La AARO subraya que están recibiendo muchos informes sobre
UAPS (fenómenos anómalos no identificados) pero que "muchos de ellos
siguen sin resolver". A los 144 informes iniciales ocurridos en los
últimos 17 años, se han añadido 247 informes y otros 119 "que fueron
descubiertos o notificados después de este período de tiempo para la evaluación
preliminar. En total, al 30 de agosto de 2022 se habían recibido 510 reportes
de UAP.
1.- 26 de estos sucesos ha sido identificados como sistemas
aéreos no tripulados (UPAS) o entidades similares a ellos.
2.- 163 informes han sido identificados como globos o
entidades similares a globos
3.- 6 informes han sido atribuidos a trastorno aéreo (aves,
fenómenos meteorológicos o residuos transportados por vía aérea, como bolsas de
plástico).
Pese a todo sus conclusiones se muestran abiertas: "La
identificación inicial no significa un resultado positivo o no identificado.
Esta identificación inicial permite a la AARO ya la ODNI hacer un mejor y más
efectivo uso de los recursos frente a los 171 informes restantes de UAP no identificados
y no atribuidos". Pero la AARO señala que: "Algunas de estas UAP no
identificadas parecen haber demostrado características de vuelo o capacidades
de desempeño inusuales, y requieren un análisis más detallado". Indicando
que: "Independientemente del método de compilación o notificación, muchos
informes carecen de datos suficientemente detallados para permitir la
atribución de UAP con gran certeza".
En las páginas del documento se evidencia que la campaña
iniciada por el departamento de defensa desde 2017 está obteniendo sus frutos
ya que la información sobre avistamientos UAP comienzan a llegar por los cauces
oficiales establecidos: "La mayoría de los nuevos informes sobre UAP
provienen de pilotos y operadores de la Armada y las Fuerzas Aéreas de los EE.
quienes fueron testigos de las UAP en el desarrollo de sus tareas operativas e
informaron a la UAPTF o AARO de los hechos a través de los canales
oficiales".
En el documento hecho público no existe referencias ni datos
sobre los sucesos analizados. Así mismo se indica que: "Se siguen
produciendo incidentes de UAP en espacios aéreos restringidos o sensibles, lo
que pone de manifiesto la posible preocupación por la seguridad de los vuelos o
la actividad de recolección de datos por parte del adversario". La AARO
junto a la comunidad de inteligencia y el apoyo y la coordinación del Director
Nacional para la Aviación (Nim-Aviación. Supervisa cuestiones de dominio aéreo.
NIM-Aviation lidera los esfuerzos de la Comunidad de Inteligencia para identificar,
analizar e integrar inteligencia sobre amenazas y vulnerabilidades en el
dominio aéreo. NIM-Aviation coordina con las partes interesadas de la comunidad
del dominio aéreo). Entre otros organismos, para el presente informe ha
colaborado: "el Subsecretario de Defensa para Inteligencia y Seguridad
(USD[I&S]), la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA), la Oficina Federal
de Investigaciones (FBI), la Oficina Nacional de Reconocimiento (NRO), la
Agencia Nacional de Inteligencia Geoespacial (NGA), la Agencia de Seguridad
Nacional (NSA), el Ejército Nacional de los EE. UU., la Marina de los EE. UU.,
el Cuerpo de Marines de los EE. UU., la USAF, Administración Federal de
Aviación (FAA), Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA),
Administración Nacional Oceanográfica y Atmosférica (NOAA), Departamento de
Energía (DoE), ODNI/NIM-Tecnología Emergente y Disturbadora (NIM-EDT),
ODNI/Centro Nacional de Contrainteligencia y Seguridad (NCSC) y ODNI/Consejo
Nacional de Inteligencia (ODNI/NIC)".
La AARO reconoce que: "que un número selecto de
incidentes de UAP se pueden atribuir a irregularidades o variaciones de los
sensores, como errores del operador o del equipo". Además señala que:
"La NDAA para el año fiscal 2022 amplía la definición de UAP para incluir
objetos aéreos, marítimos y transmedios". La nueva oficina esta interesada
en investigar cualquier tipo de anomalía que se produzca en el cielo, el
espacio o bajo el mar.
Otro punto interesante del documento señala que: "Las UAP suponen un peligro para la seguridad del vuelo y de colisión para los medios aéreos, pudiendo obligar a los operadores aéreos a ajustar los patrones de vuelo en atención a su presencia no autorizada en el espacio aéreo, operando al margen de las normas e instrucciones de tránsito aéreo. control. Hasta entonces, no se han registrado colisiones entre aviones estadounidenses y UAP. En cuanto a los problemas de salud, tampoco se ha confirmado ningún encuentro con UAP que haya contribuido directamente a efectos adversos relacionados con la salud del observador u observadores. Reconociendo que los efectos relacionados con la salud pueden aparecer en cualquier momento después de que se haya producido un caso, AARO dará seguimiento a cualquier implicación en la salud relacionada con el UAP de la que tenga certeza".
En el informe: "ODNI y AARO se comprometen a compartir los resultados de forma responsable de la UAP con socios interinstitucionales (como la FAA y la NASA), otras partes interesadas, la supervisión del Congreso, socios internacionales y el público en general. AARO está colaborando estrechamente con OSD (PA) y los socios de la misión para desarrollar una estrategia de intercambio de información y mensajes destinada a maximizar la transparencia".
La AARO enumera las investigaciones y estudios que pretende llevar a cabo en los próximos meses: "Una evaluación de los posibles efectos en la salud de las personas que han sido encontradas con fenómenos aéreos no identificados. (M) El número de incidentes informados, y sus descripciones, de fenómenos aéreos no identificados con medios nucleares militares, incluidas las armas nucleares estratégicas y los barcos y submarinos de propulsión nuclear. (N) En consulta con el Administrador de Seguridad Nuclear, el número de incidentes informados, y sus descripciones, de fenómenos aéreos no identificados asociados con instalaciones o activos relacionados con la producción, transporte o almacenamiento de armas nucleares o sus componentes. Identificación de incidentes o incidentes relacionados con fenómenos aéreos no identificados que indiquen que un posible adversario de un gobierno extranjero podría haber logrado una capacidad aeroespacial revolucionaria. [...] (4) Evaluar los vínculos entre fenómenos aéreos no identificados y gobiernos extranjeros opuestos, otros gobiernos extranjeros o actores no estatales. (5) Evaluar la amenaza que tales incidentes representan para los Estados Unidos".
CONCLUSIÓN
La principal conclusión tras analizar el nuevo informe es que la AARO ha evitado a conciencia incluir cualquier terminología, descripción o referencia que pueda llevar a especular a la prensa o a los investigadores del tema OVNI sobre los aspectos más anómalos o desconcertantes del fenómeno UAP. El grueso del informe permanece clasificado por lo que desconocemos la naturaleza exacta de los avistamientos examinados.
La AARO deja patente en su escrito, por omisión, que no existen
indicativos que señalen que alguno de los informes recogidos hasta el momento
evidencien la existencia de un fenómeno desconocido para la ciencia, limitándose
a advertir que potencias extranjeras puedan estar detrás de muchos de estos
sucesos.
El informe indica que tampoco se ha documentado ningún
informe que indique que la proximidad de los testigos a un UAP origine secuelas
físicas o daños a la salud. El mayor interés del AARO es controlar los
avistamientos UAPS sobre el espacio aéreo estadounidense y sobre zonas de alta
seguridad como bases nucleares. El departamento de defensa y la inteligencia
estadounidense están consiguiendo sus objetivos: rebajar el interés por los UAPS
en su faceta más extraña, y encauzar los avistamientos sobre UAPS por los
canales oficiales y obtener puntual información sobre lo que ocurre en sus
cielos, un hecho que antes del revuelo de los denominados OVNIS del Pentágono
era una quimera.
JOSE ANTONIO CARAV@CA
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