LA
OFICINA DE RESOLUCIÓN DE ANOMALÍAS DE TODOS
LOS
DOMINIOS DEL DEPARTAMENTO DE DEFENSA
Informe
sobre el historial de participación del gobierno de EE. UU.
con
fenómenos anómalos no identificados (UAP)
Volumen
I
Febrero
2024
RESUMEN DEL INFORME DE 64 PAGINAS:
El informe AARO concluye que no hay evidencia
respaldando la idea de que avistamientos de Objetos Voladores No Identificados
(UAP) estén relacionados con tecnología extraterrestre. La mayoría de los
avistamientos se atribuyen a objetos y fenómenos ordinarios, así como a errores
de identificación. Los esfuerzos de investigación han sido inconsistentes, con
recursos y personal limitados. Además, no se encontró evidencia de ingeniería
inversa de tecnología extraterrestre por parte del gobierno de EE. UU. o empresas
privadas. Se desacreditaron varias afirmaciones específicas, incluyendo la
existencia de programas secretos de ingeniería inversa y eventos relacionados
con extraterrestres. AARO sugiere que muchos informes podrían resolverse con
más y mejores datos, destacando la importancia de la información precisa para
una conclusión concluyente. (¿SE HAN VISITADO LOS LUGARES SEÑALADOS POR ESTOS DENUNCIANTES?)
El informe AARO evalúa que las afirmaciones sobre la
ingeniería inversa de tecnología extraterrestre por parte del Gobierno de los
Estados Unidos, así como la ocultación de esta información al Congreso, carecen
de evidencia y son principalmente el resultado de informes circulares de un
grupo de personas involucradas en esfuerzos relacionados con Objetos Voladores
No Identificados (UAP) desde al menos 2009. Se desmienten varias afirmaciones
específicas, incluyendo la recuperación y experimentación con naves espaciales
extraterrestres. El informe destaca la influencia de factores culturales,
políticos y tecnológicos en los avistamientos de UAP, subrayando que ninguna
investigación del gobierno hasta la fecha ha confirmado tecnología
extraterrestre. También se aborda el contexto histórico de las investigaciones
de UAP desde 1945 y se señalan diferencias entre las eras anterior y posterior
a 2009. La sección final especifica el alcance y las suposiciones del informe,
destacando la importancia de hechos demostrables y la apertura a información
adicional en el futuro. la nota sobre la nomenclatura "UAP" indica
que, aunque imperfecta, es la mejor forma de caracterizar los avistamientos no
identificados. AARO reconoce que este término puede crear una falsa sensación
de comunidad, ya que las observaciones pueden tener orígenes, identidades,
propósitos y amenazas muy diversos. El informe destaca que los avistamientos de
UAP incluyen una amplia gama de objetos, desde drones hasta fenómenos
naturales, sin tener nada en común más allá de no estar inicialmente
identificados.
La sección sobre la supervisión del Congreso subraya
el compromiso del Departamento de Defensa de proporcionar informes oportunos y
completos al Congreso y mantener transparencia con el público estadounidense.
AARO estableció seis líneas de esfuerzo para llevar a cabo la investigación
HR2, abordando afirmaciones históricas, programas clasificados, entrevistas
históricas, datos de archivos nacionales, interacción con entidades comerciales
y colaboración con agencias de inteligencia y seguridad nacional.
La sección IV resume los esfuerzos oficiales del
Gobierno de los Estados Unidos relacionados con OVNIs/UAP desde 1945,
destacando aproximadamente dos docenas de esfuerzos de investigación separados.
Se mencionan programas formales como Proyectos SAUCER/SIGN, GRUDGE y BLUE BOOK,
así como otros esfuerzos de revisión y estudios externos. El informe incluye
detalles específicos sobre el Proyecto PLATILLO de 1946/1947, vinculado al
avistamiento de Kenneth Arnold cerca del Monte Rainier, Washington, que popularizó
el término "platillo volante".
Evaluación del AARO de los proyectos de investigación
de ovnis:
Proyecto SIGN
(enero de 1948 a febrero de 1949)
Resultados: Evaluó 243 avistamientos de ovnis y
concluyó en febrero de 1949 que no había evidencia definitiva y concluyente
para probar o refutar la existencia de estos objetos. Atribuyó la mayoría de
los avistamientos a malas interpretaciones, histeria, alucinaciones o engaños.
No descartó la posibilidad de fenómenos extraterrestres.
Informe Rechazado: Se menciona un informe
supuestamente redactado por el personal del Proyecto SIGN a finales de julio de
1948, conocido como "Estimación de la situación", que concluía que
los ovnis eran de origen "interplanetario". Sin embargo, este informe
fue rechazado por el Jefe de Estado Mayor de la USAF, general Hoyt S.
Vandenberg, debido a la falta de pruebas. (NUNCA SE EXPLICÓ EL MOTIVO REAL DEL RECHAZO)
Proyecto GRUDGE
(Organización original) (febrero-diciembre de 1949)
Resultados: Investigó 244 informes de avistamientos de
ovnis y no encontró evidencia de que representaran tecnología extranjera.
Recomendó reducir el tamaño de la organización y disminuir su importancia para
evitar alimentar la "histeria de guerra" en el público. La USAF
implementó una campaña de asuntos públicos para persuadir al público de que los
ovnis no eran inusuales.
Proyecto TWINKLE
(verano de 1949-verano de 1950)
Resultados: Se estableció para investigar informes de
ovnis en Nevada y Nuevo México, pero solo pudo asegurar una cámara que nunca
capturó imágenes de las bolas de fuego.
Proyecto GRUDGE
(Reestablecimiento) (octubre de 1951 a marzo de 1952)
Resultados: Observó cierta correlación entre los
avistamientos de ovnis y la publicación de historias en los medios. No encontró
evidencia de origen extraterrestre de ovnis.
Proyecto BEAR
(finales de 1951 a finales de 1954)
Resultados: Establecido para proporcionar apoyo
científico al Proyecto GRUDGE. Un informe estadístico concluyó que todos los
casos con suficientes datos estaban resueltos y eran fácilmente explicables.
Consideró muy improbable que alguno de estos casos representara tecnología más
allá del conocimiento científico actual.
Grupo de estudio especial de la CIA
(1952)
Resultados: Evaluó que el 90 por ciento de los
informes eran explicables, mientras que el 10 por ciento eran afirmaciones
"increíbles". Descartó la idea de que representaran tecnología
soviética o extraterrestre, sugiriendo que podrían ser utilizados por los
soviéticos para crear histeria en Estados Unidos.
Estos resultados reflejan la complejidad y la variedad
de los informes de ovnis, así como la continua evaluación de su naturaleza por
parte de los proyectos de investigación.
Panel Robertson
(enero de 1953):
Patrocinado por H. Marshall Chadwell, este panel
dirigido por el físico HP Robertson revisó datos de la USAF sobre OVNIs.
Concluyeron que la mayoría de los informes tenían
explicaciones ordinarias y no representaban amenazas extraterrestres ni a la
seguridad nacional.
Se preocuparon por la histeria colectiva y sugirieron
desacreditar informes sobre OVNIs para evitar explotación por parte de los
soviéticos.
Informe Durant
(febrero de 1953):
Redactado por Frederick Durant de la CIA sobre las
conclusiones del Panel Robertson.
El informe no ofreció conclusiones distintas y resumió
las conclusiones del Panel Robertson.
Proyecto LIBRO AZUL
(marzo de 1952 a diciembre de 1969):
Establecido por la USAF para estudiar fenómenos OVNI,
dirigido por diferentes personas a lo largo del tiempo.
Clasificó avistamientos en identificados, datos
insuficientes y no identificados.
Concluyó que no hubo evidencia de amenazas a la
seguridad nacional ni de origen extraterrestre, excepto 701 casos no resueltos.
Evaluación de la CIA sobre OVNIs
(1964):
Solicitada por el DCI John McCone, la CIA adquirió
información sobre avistamientos OVNI.
Concluyó que no había evidencia de amenazas o origen
extraterrestre, similar a décadas anteriores.
Comité O'Brien
(1964):
Presidido por el Dr. Brian O'Brien, afirmó que los
OVNIs no representaban amenazas a la seguridad nacional ni avances tecnológicos
más allá del conocimiento terrestre.
Informe Condon
(abril de 1968):
Dirigido por el Dr. Edward Condon, concluyó que el
estudio de OVNIs no contribuía al conocimiento científico y no justificaba una
investigación adicional.
Investigó casos de evidencia física, refutando las
afirmaciones. (NO COMENTA NADA DE LAS ACUSACIONES EFECTUADAS POR PERSONAL DEL PROYECTO QUE ASEGURABA QUE LAS CONCLUSIONES ESTABAN PREFIJADAS ANTES DEL ESTUDIO)
Evaluación de la Academia Nacional de
Ciencias del Informe Condon (finales de 1968):
La NASA revisó el Informe Condon, calificándolo como
un esfuerzo creíble para aplicar técnicas científicas.
Asignación de tareas de la administración
Carter a la NASA (1977):
El presidente Carter sugirió a la NASA investigar
nuevos hallazgos sobre OVNIs, pero la NASA no lo consideró justificado.
Investigaciones/Consultas de Roswell
(1992-2001):
Incluyó el informe Roswell de la GAO en 1995 y el
informe Roswell: Caso cerrado en 1997.
Concluyó que los materiales recuperados en Roswell
eran consistentes con un proyecto clasificado y no indicaban actividad
extraterrestre.
En resumen, a lo largo de varias décadas, múltiples
comités y proyectos concluyeron consistentemente que no había evidencia de
amenazas extraterrestres ni avistamientos de OVNIs más allá de explicaciones
terrestres (DE POR SI ESTO YA ES INTERESANTE COMO EVIDENCIA DE UN FENOMENO PERSISTENTE).
AATIP/AAWSAP (SIGLO XXI)
El Programa Avanzado de Armas Aeroespaciales (AAWSAP) y el Programa Avanzado de Identificación de Amenazas Aeroespaciales (AATIP) fueron iniciativas del Departamento de Defensa de los Estados Unidos, establecidas bajo la dirección de Harry Reid, para evaluar amenazas aeroespaciales extranjeras avanzadas. Aunque se centraron en tecnologías aeroespaciales de próxima generación, también incluyeron la investigación de fenómenos aéreos no identificados (UAP). El AAWSAP/AATIP investigó posibles tecnologías en áreas como elevación avanzada, propulsión y controles no convencionales. Además, se involucraron en la revisión de casos de avistamientos de OVNIs y actividades paranormales, incluso en una propiedad en Utah. El programa fue cancelado en 2012 debido a preocupaciones del Departamento de Defensa.
Posteriormente, surgieron otros grupos, como el Grupo
de Trabajo sobre Fenómenos Aéreos No Identificados (UAPTF), establecido en
2020, que buscaba comprender mejor los UAP y mejoró la recopilación de
informes. La Evaluación Preliminar de Fenómenos Aéreos No Identificados en 2021
destacó la falta de informes de alta calidad y sugirió la posibilidad de
múltiples tipos de UAP.
El AOIMSG/AARO, establecido en 2021 y posteriormente
renombrado como AARO, buscó coordinar esfuerzos para detectar, identificar y
atribuir objetos de interés en el espacio aéreo. Proporciona informes regulares
al Congreso, indicando que la mayoría de los casos tienen explicaciones
ordinarias y no se ha encontrado evidencia de tecnología extraterrestre. Finalmente,
el Equipo de Estudio Independiente de la UAP (UAPIST), establecido por la NASA
en 2022, se centró en el aspecto científico de la UAP, sin determinar su origen
extraterrestre. A través de estos programas y grupos, los Estados Unidos han
abordado y continuado la investigación de fenómenos aéreos no identificados.
ESTUDIOS EXTRANJEROS SOBRE UAPS
AARO examinó varios esfuerzos de investigación
académica y gubernamental de UAP en Estados Unidos, Reino Unido, Canadá y
Francia:
CANADÁ:
Proyecto Segundo Piso
(1952-1954): No llegó a conclusiones significativas.
Proyecto Cielo
(2023): Actualmente en curso, se espera que publique resultados en 2024.
Proyecto Imán
(1950-1954): Dirigido por Wilbert B. Smith, afirmó que los OVNIs eran de origen
extraterrestre, pero el gobierno canadiense cerró el proyecto, sin resultados
definitivos.
REINO UNIDO:
Grupo de Trabajo Platillo Volador (1950-1951):
Concluyó que "los platillos voladores no existían".
Universidad de Stanford - Panel Sturrock
(1998): No encontró evidencia convincente del origen extraterrestre de los
OVNIs/UAP.
Francia:
El gobierno francés patrocinó varios programas, como
GEPAN (1977-1987), SEPRA (1988-2004), y GEIPAN (desde 2005). Ninguno encontró
evidencia de visitas extraterrestres.
Resultados clave:
Ninguna de estas investigaciones concluyó que los informes de UAP indicaran un origen extraterrestre. La mayoría de los informes de UAP podrían resolverse como objetos ordinarios, fenómenos naturales, ilusiones ópticas o identificaciones erróneas. Tres esfuerzos investigaron evidencia física de OVNIs y no encontraron nada de origen extraño o extraterrestre. La falta de datos procesables, limitaciones de recursos y percepciones diferentes de apoyo gubernamental fueron desafíos comunes en estas investigaciones.
SOBRE EL ENCUBRIMIENTO UAP
Se mencionó una propuesta pasada del gobierno de EE.
UU. para desacreditar informes de UAP y evitar "histeria colectiva". No
hay evidencia que sugiera que la USAF tenía una política para encubrir la
evidencia de conocimiento, material o interacciones extraterrestres. Se hizo
referencia a una estimación no oficial del Proyecto SIGN que indicaba que
algunos OVNIs eran de origen "interplanetario", pero el informe fue
rechazado y no se publicó. A pesar de estos esfuerzos, la naturaleza de los UAP
sigue siendo un misterio y no se ha encontrado evidencia concluyente de origen
extraterrestre en estos estudios. (SE RECHAZA PERO SIN INDICAR SI ERA POR FALTA DE MOTIVOS)
TRABAJO DEL AARO
Hasta el 17 de septiembre de 2023, AARO ha
entrevistado a alrededor de 30 personas clasificadas en tres niveles según su
relación con información sobre UAP (fenómenos aéreos no identificados). Se han
identificado dos narrativas principales en las entrevistas:
Narrativa Primaria:
Afirma que el gobierno de Estados Unidos y sus socios
industriales poseen y prueban tecnología extraterrestre oculta desde
aproximadamente 1964, posiblemente desde 1947. Alega que el programa UAP posee
hasta 12 naves espaciales extraterrestres recuperadas de accidentes antes de
1970. Incluye afirmaciones sobre asociaciones con la CIA, transferencias de
material extraterrestre y programas de ingeniería inversa.
Narrativa Secundaria:
Se centra en avistamientos de UAP cerca de
instalaciones nucleares estadounidenses, alegando mal funcionamiento y
destrucción de misiles nucleares. Entrevistados, principalmente ex miembros de
la USAF, afirman haber presenciado UAP cerca de silos de misiles y eventos de
interferencia en operaciones de misiles balísticos intercontinentales.
Recomendaciones y Conclusiones:
AARO evaluó y llegó a conclusiones sobre muchas
afirmaciones, desmintiendo algunas y confirmando otras. No se encontraron
acuerdos oficiales de confidencialidad relacionados con UAP, y no se halló
evidencia de amenazas a entrevistados. Un exfuncionario de la CIA negó su
participación en la transferencia de material recuperado de UAP. Una estimación
especial de inteligencia nacional de 1961 sobre "ovnis" se considera
no auténtica. Se determinó que algunas cuentas eran malentendidos, como la
prueba de material extraterrestre, que resultó ser una aleación metálica
terrestre ordinaria. Un estudio sobre divulgación extraterrestre en Virginia
del Norte no fue patrocinado por la Casa Blanca. Se descubrió que una muestra de
nave espacial alienígena era una aleación de metal terrestre ordinaria.
AARO continúa investigando casos históricos de UAP
relacionados con la energía nuclear, pero hasta ahora ha encontrado pocos datos
procesables más allá de relatos narrativos limitados. AARO realizó una extensa
investigación sobre varios programas relacionados con la exploración de
Fenómenos Aéreos No Identificados (UAP). Se examinaron programas anónimos que
supuestamente estaban vinculados a la captura o ingeniería inversa de tecnología
extraterrestre, pero la mayoría de los entrevistados carecían de acceso directo
o conocimiento detallado sobre estos programas. A pesar de afirmaciones de
haber visto UAP capturados, los entrevistados no tenían acceso directo a los
programas relacionados con UAP, lo que llevó a AARO a concluir que muchas de
estas iniciativas eran programas de seguridad nacional auténticos, pero ninguno
estaba involucrado en actividades fuera del mundo. Se estableció un proceso
seguro para que los entrevistados proporcionaran sus declaraciones, y se
asociaron con las Oficinas de Control de Programas de Acceso Especial para
revisar la autenticidad de los programas identificados. Además, se
entrevistaron a ejecutivos de la industria y se hizo hincapié en la necesidad
de aclarar la confusión entre programas privados y gubernamentales.
Un programa destacado fue KONA BLUE, originado en
AAWSAP/AATIP y propuesto para la investigación de UAP bajo el Departamento de
Seguridad Nacional (DHS). Sin embargo, fue rechazado debido a la falta de
mérito. AARO refutó la mayoría de las afirmaciones sobre tecnología
extraterrestre basándose en información verificable. El informe exploró el
contexto histórico de los esfuerzos de investigación de UAP desde 1945,
identificando similitudes entre las investigaciones del siglo 20 y 21. Se
señaló la preocupación por la sorpresa tecnológica en un entorno internacional
inestable y la necesidad de mantener el secreto para proteger información
clasificada. La falta de confianza pública y la influencia de la cultura
popular en la percepción de los UAP también fueron destacadas.
CONCLUSIONES AARO
AARO concluyó que los informes de UAP probablemente se
deben a factores culturales, políticos y tecnológicos, sin evidencia empírica
de la recuperación de naves o seres extraterrestres. Se resaltó la importancia
de determinar si los avistamientos representan un riesgo para la seguridad y
evaluar avances tecnológicos que podrían amenazar la seguridad nacional.
Además, se reconoció la presencia de desinformación y desinformación en la era
actual como desafíos adicionales en la investigación de UAP.
El informe de AARO evalúa que la mayoría de los
avistamientos de Fenómenos Aéreos No Identificados (UAP) en las primeras
décadas de investigaciones fueron el resultado de identificaciones erróneas de
fenómenos y objetos ordinarios. Aunque muchos de estos casos podrían atribuirse
a malentendidos, se reconoce que algunas identificaciones erróneas podrían
estar vinculadas al aumento de nuevas tecnologías que los observadores podrían
haber interpretado como ovnis. El aumento de nuevas tecnologías coincidió con
el surgimiento de una amplia industria tecnológica y una red de laboratorios
nacionales secretos en Estados Unidos. El informe revisa casos del Proyecto
LIBRO AZUL, destacando picos de informes de UAP entre 1952 y 1957 y otro en
1960, posiblemente asociados con la observación de nuevos avances tecnológicos
y pruebas. Se mencionan programas clasificados y desclasificados que
probablemente estuvieron asociados con informes erróneos de UAP, como el
Proyecto Manhattan (desarrollo de la bomba atómica), VZ-9AV Avrocar (avión
circular), Proyecto Aquatone/Dama Dragón (U-2 Dragon Lady para reconocimiento
de gran altitud), Proyecto High Dive (pruebas en globos para investigar efectos
en pilotos), Proyecto CORONA (reconocimiento por satélite), Proyecto Silver Bug
(desarrollo de Avrocar), y otros programas espaciales y de tecnología avanzada.
El informe destaca el papel del Proyecto LIBRO AZUL en investigar informes de
OVNIs durante las décadas de 1950 y 1960, concluyendo que muchos casos se
explican como identificaciones erróneas de tecnologías convencionales y
clasificadas. Además, se señala que fenómenos como columnas de escape de
cohetes, trenes de microsatélites y sistemas UAS con morfologías inusuales son
considerados actualmente como UAP. Se aborda la relación entre informes de UAP
y programas auténticos no clasificados y desclasificados, destacando proyectos
como Proyecto Mercurio (primer programa espacial humano de EE. UU.), Proyecto
Apolo (misiones a la Luna), Proyecto Gemini (vuelos espaciales tripulados), y
otros programas de reconocimiento por satélite. El informe también abarca el
desarrollo de tecnologías avanzadas, como el Proyecto Géminis, el B-2 Spirit
(bombardero furtivo), la Iniciativa de Defensa Estratégica (Guerra de las
Galaxias), y la llegada de vehículos aéreos no tripulados desde 1980 hasta el
presente. Menciona sistemas operativos como GNAT 750, Predator, Reaper, RQ-3
Dark Star, P-175 Polecat, RQ-170 Sentinel y RQ-4 Global Hawk, subrayando que la
investigación, desarrollo y despliegue de drones contribuyen a avistamientos
reportados de UAP.
FINAL
En resumen, el informe sugiere que la mayoría de los
informes de UAP pueden explicarse por factores tecnológicos y culturales, sin
evidencia empírica de tecnología extraterrestre, y destaca la importancia de
considerar el contexto histórico y tecnológico al evaluar estos avistamientos. Hasta
la fecha, AARO no ha encontrado evidencia empírica que respalde la idea de que
los avistamientos de UAP representen tecnología extraterrestre o la existencia
de programas clasificados no divulgados al Congreso. Los esfuerzos de
investigación de AARO indican que la mayoría de los avistamientos son el
resultado de identificaciones erróneas de objetos y fenómenos ordinarios.
Aunque algunos informes de UAP permanecen sin resolver, AARO sugiere que, con
datos adicionales de calidad, la mayoría de estos casos también podrían
identificarse y resolverse como objetos o fenómenos convencionales. (¿POR QUÉ NO SE HACEN PUBLICOS ESOS INFORMES INEXPLICADOS?)
Nota: Este informe constituye el Volumen I del HR2 de
AARO. El Volumen II se publicará según lo estipulado en la Sección 6802 de la
Ley de Autorización de Defensa Nacional para el Año Fiscal 2023 (FY23). El
Volumen II proporcionará análisis adicional sobre información aún no obtenida
ni analizada, entrevistas pendientes y vías de investigación que aún no se han
completado en la fecha de publicación del Volumen I.
JOSE ANTONIO CARAV@CA
Prohibido la reproducción total o parcial del material incluido en el presente blog sin previa autorización del autor. Propiedad de José Antonio Caravaca.
Yo agregaría que casi en todo en informe se habla de ET y no de NHI, como se usa ahora para incluir posibles explicaciones no humanas, pro no extraterrestres. El proyecto BEAR, mencionado, es un grueso error, según un investigador de EEUU (no tengo a mano el nombre), de un proyecto secreto al cual Ruppelt denominó asi en broma.´¿Y el proyecto inglés CONDIGN que sugirió el PLASMA como principal explicación?
ResponderEliminar