El
investigador Anthony Bragalia ha publicado un artículo titulado «Former rock
star on rocky ground:uses UFOs to advance his fame and fortune»
(Diciembre.2020) donde analiza a la controvertida «To the Stars Academy» (TTSA)
y a su carismático líder Tom DeLonge que desde 2017 han irrumpido con fuerza en
el panorama ufológico internacional. Según el ufólogo este grupo es: «una
extraña mezcla de engaño, credulidad, fantasía y excesiva autopromoción. La
misión de la organización de DeLonge es examinar profesional y científicamente
los avistamientos de ovnis, informes y otras pruebas; evaluar posibles restos
de ovnis; y desarrollar nuevas tecnologías relacionadas con áreas tales como
sistemas de energía (es decir, "Energía de Punto Cero") y otras
propulsiones exóticas basadas en sus hallazgos. Pero los verdaderos motivos de las
investigaciones OVNIs de DeLonge se encuentran en la necesidad de continuar con
su fama y en la necesidad de obtener dinero para mantener su estilo de vida
habitual.».
Según
Bragalia, desde que la TTSA comenzó con su labor, solo están recaudando mucho
dinero y a duras penas están produciendo el material prometido. De hecho, en su
publicación el ufólogo es muy contundente en sus acusaciones: «la investigación
demuestra que la estrella (el ex miembro principal de Blink 182, una banda de
pop punk) y su organización promueven falsedades, mienten sobre reuniones con
funcionarios del gobierno y no han mostrado capacidad técnica. Él y su
organización tienen un historial de exageraciones y promesas incumplidas. A
pesar del paso de los años y la recaudación del dinero de otras personas,
todavía tienen que publicar informes en revistas revisadas por pares, de los
resultados de las pruebas realizadas sobre los supuestos restos de accidentes
de ovnis o cualquier otro descubrimiento científico original. Pero lo más
perturbador de todo esto: es que al menos uno de los miembros de la junta de
TTSA tiene un historial de posibles negocios ilegales que involucran la
recaudación del dinero de las personas a cambio de nada».
Bragalia
indica que en la transcripción de la Asamblea Anual de Accionistas de 2020 para
la TTSA (una Corporación de Beneficio Público de Delaware), Tom DeLonge, en
aquella ocasión presentó a Christopher Mizer como miembro de la Junta Directiva
de TTSA. Mizer era el encargado de las finanzas del grupo y lideraba el
«desarrollo de nuevos negocios» para la TTSA. Pero lo que Bragalia descubrió es
que Mizer tenía un pasado turbulento en el mundo de las finanzas: «Si DeLonge
hubiera realizado incluso una verificación básica de referencias y antecedentes
antes de contratar a Chris Mizer, habría descubierto que Mizer había sido
acusado en varias ocasiones por planes financieros anteriores y participación
en empresas muy cuestionables» Según los datos aportados por Bragalia Mizer
habría dejado a los accionistas de varias empresas sin un céntimo y bajo
acusaciones de estafa. Su curriculum está plagado de irregularidades y negocios
turbios que nunca llegan a cumplir sus extraordinarias expectativas, que al
parecer solo tienen el objetivo de conseguir inversores a los que estafar.
Bragalia está convencido que: «es muy probable que Mizer esté aplicando este mismo
tipo de técnicas de reclamo y recaudación excesivos para ganar dinero y
contratos de inversionistas en su operación de desarrollo comercial con la TTSA
de DeLonge. Esto es un asunto muy serio y uno debe preguntarse si DeLonge
conocía la reputación de Mizer. Si no lo hizo, debería haberlo hecho. Si lo
hiciera, Mizer nunca debería haber subido a bordo».
En el
reportaje publicado por el ufólogo se habla del contrato firmado por la TTSA
con el gobierno norteamericano por un valor de 750.000 dólares, con el objetivo
de investigar potenciales materiales inusuales en poder del grupo y el
desarrollo de energías novedosas que puedan propiciar un avance sustantivo en
la defensa de los EE. UU.: «Es notable que el Ejército no examinó los
antecedentes de sus colaboradores y los muchos otros "problemas" de
la TTSA antes de aceptar el pago. No he podido ver ninguna mención o evidencia
de que la TTSA emplea profesionales con experiencia en áreas como la metalurgia
o la ciencia de materiales o ingeniería. Pero creo que he descubierto el método
para su locura (ocasionalmente exitosa): es probable que ese mago de los
negocios llamado Christopher Mizer (descrito anteriormente) haya aconsejado a
DeLonge sobre cómo encantar, engañar y asociarse con alguien que es crédulo y
lo suficientemente ingenuo dentro de una agencia de defensa como para
entregarle una subvención o un contrato. Al igual que su consultor, el Dr. Eric
Davis de la Universidad de Baylor, hay un grupo de físicos teóricos que están
fuera de la corriente principal de la ciencia que han persuadido (¿estafado?) a
tipos de ciencia no aplicada de ideas afines (a menudo amigos) en las agencias
federales de defensa para que les otorguen contratos. Proponer y asegurar tales
subvenciones y contratos a veces tiene éxito porque estos investigadores los
solicitan a través de aquellos dentro del gobierno que creen independientemente
en (o se les ha hecho creer) tales cosas».
El artista Tom Delonge no ha cumplido muchas de las expectativas puestas en su grupo de investigación OVNI |
Para
reafirmase en su postura, Bragalia recuerda la compleja personalidad de Tom
DeLongue que al contrario de muchos ufólogos norteamericanos está persuadido
que el OVNI de Roswell es en realidad un prototipo de nave basado en tecnología
nazi. Sus conclusiones se basan en el testimonio de un general retirado, que
nunca a nombrado, y que al parecer conoció en el restaurante de un aeropuerto
hace algunos años. Y es que Bragalia asegura que DeLongue ha podido fantasear
sobre muchos aspectos de su biografía y exagerar sobre sus contactos
gubernamentales. Bragalia cree que miente descaradamente inventándose
encuentros al más alto nivel, como cuando aseguró que se había reunido con el
expresidente Bill Clinton: «En julio de 2016, DeLonge compartió una foto en
Instagram con sus seguidores donde anunciaba una "reunión secreta"
con un Comandante en Jefe de los Estados Unidos durante dos períodos. DeLonge
decía en la información adjunta que: "Lo crea o no, así es como se ve una
reunión de Sekret[sic]". Además, subtituló la foto: "Estaban
esperando mi llegada. Parece que he estado haciendo muchas de estas reuniones
últimamente. Y sí, es quien crees que es ..." La imagen ofrece la espalda
de una persona mayor, un hombre de pelo blanco. La sugerencia de Tom es obvia:
es Bill Clinton. Por supuesto, el hombre se parece vagamente a Clinton. Y si
esta iba a ser una reunión secreta de tan alto nivel, ¿por qué lo que estamos
viendo son hombres reunidos en un lugar público? Pero cuando se dio cuenta de
lo que había hecho estúpidamente, Tom echó a correr. Borró la foto de
Instagram». Pero lejos de ser una cosa puntual, Delongue: «tiene un largo
historial de publicar (y luego, a menudo, eliminar) fotos e informes después de
ver que puede estar equivocado. Un ejemplo de esto fue un video obtenido en
Seattle, WA, de noviembre de 2012 que compartió recientemente de un objeto
negro, muy largo, parecido a un disco que vuela a 200 pies por encima de varios
edificios con forma de almacén (que se muestra de manera concluyente como una
imagen CGI por el ufólogo Scott Brando). DeLonge viajó hasta Italia para, entre
otras cosas, ver una foto de 2006 de Antonino Spinnato de un helicóptero
acompañado por un OVNI negro y manchado que DeLonge promocionó en su red como
genuino, que luego se demostró que probablemente era un error (investigador
Robert Scheaffer)».
Para
Bragalia el ejemplo más claro de la desastrosa gestión de la TTSA fue la compra
por 35.000 dólares a la investigadora Linda Howe de varios restos metálicos
procedentes del estrellamiento OVNI de Roswell. Estas piezas han sido
analizadas anteriormente y se ha demostrado que está compuestas por 25 capas
alternas de bismuto (un metal cristalino quebradizo teñido de blanco y rosa) y
aleación de magnesio/zinc. Por tanto, no se entiende el objetivo de esta
operación en unos materiales que no son extraños. La propia Howe no quiso
aclarar este aspecto a Bragalia: «Le pregunté si se había aplicado al material
el análisis de proporción isotópica (la prueba definitiva para determinar si un
material es de origen extraterrestre). Ella fue evasiva al responder
directamente, y me pregunté si ella siquiera sabía qué eran esas pruebas (...)
Si Howe realmente creyera que poseía restos reales del OVNI de Roswell probados
isotópicamente, ¿los vendería por 35.000 dólares? Un museo de ciencia
importante pagaría millones». Tal y como señala Bragalia la historia del material
es muy dudosa: «debería haber sabido desde el principio, que hace un cuarto de
siglo, el material se envió a Art Bell de forma anónima. Iban acompañados de
una carta de lo más ridícula, repleta de errores gramaticales y ortográficos y
afirmaciones escandalosas. Esto incluye indicar que el abuelo del remitente
recuperó el material del accidente de Roswell, y que el extraterrestre
superviviente llamó a la Tierra "Terra" (!), Y que la "fuente de
energía dimensional" de la nave se autodestruyó al estrellarse. ¡El loco
que escribió las cartas también afirmó haber sido amigo de Neil Armstrong!
Puedo pensar en 35.000 dólares (me refiero a razones) por las que Linda Howe
vendería los "restos". ¿Pero por qué Tom DeLonge los compraría? ¿Hizo
esta pequeña comprobación lógica de antemano? ¿O está buscando mantener el interés
por otros 25 años, construyendo su cofre de tesoros de "pruebas",
tentando a los que tienen dinero con sus supuestas mercancías de "otro
mundo"? Siguiendo estas argucias DeLongue y su TTSA se adjudicó la
presentación del famoso video OVNI del USS Nimitz cuando ya era conocido una
década antes: «Debo agregar que en 2007 es el mismo año de la formación del
grupo secreto de estudio OVNI del Pentágono, Programa Avanzado de
Identificación de Amenazas Aeroespaciales (AATIP), algo que no puede ser una
coincidencia». Para Bragalia todo el asunto de la TTSA parece un enorme reclamo
empresarial, basado en los OVNIS y el entusiasmo que esta cuestión provoca en
algunos inversores, para obtener grandes sumas de dinero, pero probablemente
oculte otras intenciones, que tarde o temprano se harán públicas: «Quizás el
mismo DeLonge nos da la respuesta a sus verdaderas motivaciones en una línea
oculta que se encuentra dentro de una sección del sitio web de TTSA: "TTSA
es una compañía de entretenimiento multimedia independiente fundada por el
premiado músico, autor y director Tom DeLonge».
Poco tiempo
después de la publicación del artículo de Bragalia, Lou Elizondo anunció en
exclusiva durante una entrevista concedida al periodista George Knapp
(20/12/2020), que junto a otros destacados miembros Chris Mellon y Steve
Justice abandonan, después de 3 años, la famosa "To the Stars Academy"
(TTSA) de Tom DeLonge. Parece que las intenciones del exagente de inteligencia,
que participó en las actividades del AATIP investigando OVNIS para el
Pentágono, es organizar su propio comité de estudio, ya que según expuso en el
programa de Knapp, quiere crear un proyecto mucho más grande, permanente y bien
financiado. Además, quiere expandir sus pesquisas ufológicas por todo el mundo.
Todo parece apuntar a que, una vez, bien situado en el panorama ufológico internacional,
Elizondo quiere controlar la situación personalmente y dirigir todos sus
movimientos. Veremos si su abandono de la TTSA obedece a un verdadero interés
por investigar seriamente el fenómeno OVNI o si esta postura esconde alguna
cuestión económica detrás. De todas formas, su dimisión de la TTSA, junto a las
de sus compañeros, deja muchas preguntas en el aire sobre las actividades del
grupo de Tom Delonge ¿acaso la TTSA no investiga OVNIS seriamente? ¿la TTSA
tiene otros intereses al margen de los OVNIS?
Se avecinan
meses muy intensos....
JOSE ANTONIO CARAV@CA
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