UNA APROXIMACIÓN APÓCRIFA AL AUTOR DE "THE MOTHMAN PROPHECIES"
En la encrucijada entre el periodismo de investigación, la literatura fantástica y las creencias populares, emerge la poderosa e hipnótica figura del investigador y escritor John Keel: mitad reportero, mitad chamán posmoderno, e imposible de encasillar.
Su libro más célebre, The Mothman Prophecies (1975), entrelaza testimonios de OVNIs y encuentros con la extraña criatura bautizada como el hombre polilla, con traumáticos eventos reales ocurridos en Point Pleasant, Virginia Occidental, durante los años 1966 y 1967. El investigador Jerome Clark realizó un artículo (2016) donde exploraba la biografía de Keel y exponía cómo el neoyorkino redefinió y convulsionó la ufología contemporánea al proponer una "nueva demonología", en la que los eventos OVNIs y demás elementos anómalos que los acompañan son simples visitas extraterrestres, sino manifestaciones de inteligencias arcaicas y manipuladoras: los “ultraterrestres”.
DE CHARLES FORT A KEEL: HERENCIA Y EVOLUCIÓN DE LA PARANOIA MODERNA
John Keel no surgió de la nada. Según Clark sus raíces se hunden en la obra de Charles Fort, precursor de lo que hoy conocemos como pensamiento forteano. Fort, quien en The Book of the Damned (1919) sugería que la Tierra podía ser propiedad de entidades desconocidas, cimentó una corriente crítica y lúdica a la vez contra el dogma científico. Keel heredó no solo el estilo mordaz y la desconfianza hacia la ortodoxia, sino también el impulso de recopilar anomalías, de rastrear lo absurdo con seriedad cuasi religiosa. Keel, periodista de formación y aventurero por vocación, vivió experiencias que alimentaron su particular cosmovisión: vio un OVNI en Egipto en 1954, presenció luces misteriosas en Ohio, y hasta creyó ser contactado telefónicamente por entidades no humanas. A diferencia de la mayoría de los ufólogos de su tiempo, Keel abandonó la Hipótesis Extraterrestre (ETH) a las primeras de cambio, en favor de una teoría más incluyente y perturbadora: los no se trataba de visitantes de otros planetas, sino manifestaciones de una especie de conciencia extradimensional, capaz de moldearse a la medida de nuestras creencias
LA PROFECÍA DEL MOTHMAN: UN MONSTRUO, UNA TRAGEDIA, UNA MITOLOGÍA
Todo cambia en la vida de Keel en una fecha particular. En noviembre de 1966, cuatro adolescentes aseguraron haber visto a una criatura alada con ojos rojos en la zona boscosa de Point Pleasant. Este suceso marcaría el inicio de una cascada de avistamientos y episodios extraños, desde OVNIs hasta la aparición de los famosos "Hombres de Negro" (MIB), misteriosos personajes vestidos de negro que intimidaban a los testigos. Keel documentó su investigación en The Mothman Prophecies, una obra híbrida entre reportaje, novela y tratado metafísico que fue una auténtica revolución. En ella, el autor sugiere que la aparición del Mothman fue una especie de presagio de la catástrofe que ocurriría un año después: el colapso del Silver Bridge, que dejó 46 muertos. Para algunos, el monstruo era un heraldo de muerte, un Garuda moderno, símbolo universal de transformación o destrucción
LOS ULTRATERRESTRES Y LA TEORÍA DEL CONTROL
Pero sin duda, una de las contribuciones más originales de Keel fue el concepto de "ultraterrestres", entidades que existirían en un “superespectro” electromagnético fuera de nuestro rango perceptual. No serían demonios en el sentido teológico, pero actuarían con una intencionalidad similar: confundir, manipular, testear nuestra fe y racionalidad. Keel dijo que estos seres "cultivan nuestras creencias y luego se manifiestan de maneras que las refuercen". La teoría del control postulada por Keel se adelantó a muchas corrientes postmodernas de pensamiento, sugiriendo que la realidad es una construcción maleable y que los fenómenos extraordinario son, en esencia, productos interactivos entre la mente humana y una fuerza desconocida. Aunque más tarde restó peso literal a sus hipótesis, afirmando que los ultraterrestres eran un "dispositivo literario", pero el impacto era irreversible
CINE, CULTURA Y LEYENDA
La adaptación cinematográfica The Mothman Prophecies (2002), dirigida por Mark Pellington y protagonizada por Richard Gere, llevó el mito a una nueva generación. En ella, el Mothman se presenta más como una entidad abstracta, una manifestación de lo insondable. En palabras del productor Gary Lucchesi: “No queríamos una historia de monstruos, sino un misterio psicológico con matices surrealistas”. El film no solo revitalizó el interés en Point Pleasant, sino que también consolidó su atractivo turístico. Desde 2002, se celebra el Mothman Festival, que congrega a miles de visitantes, y se inauguró un museo temático en la localidad. De alguna manera, la pelicula sintetizaba el universo de Keel para todos los públicos.
CRÍTICA Y REVALORACIÓN
Keel nunca fue ajeno a la crítica. Fue acusado de credulidad, de falta de rigor y de caer fácilmente en trampas o bromas de otros ufólogos, como Gray Barker, quien admitió haberle hecho llamadas anónimas que Keel interpretó como comunicaciones de UTs. Sin embargo, como señala el investigador David Clarke, es un error juzgar a Keel bajo los criterios tradicionales del periodismo científico. Su obra pertenece más al territorio del New Journalism, donde la frontera entre realidad y ficción se diluye deliberadamente. Para Clark, John Keel representa una figura incómoda, tanto para los escépticos como para los creyentes. Su legado no reside en haber probado o refutado la existencia de los OVNIs, sino en haber cuestionado la naturaleza misma de la realidad, del testimonio y de la percepción humana. Si Charles Fort abrió la puerta a los fenómenos malditos por la ciencia, Keel la cruzó y decoró la habitación con luces de neón, humor negro, ojos rojos y paranoia cósmica. A fin de cuentas, como él mismo decía, “los ultraterrestres somos nosotros”
JOSE ANTONIO CARAV@CA
FUENTE; Clarke, David. A New Demonology: John Keel and The Mothman Prophecies. En: Hunter, Jack (Ed.), Damned Facts: Fortean Essays on Religion, Folklore and the Paranormal. Aporetic Press, 2016.
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¡Feliz día de la distorsión!
ResponderEliminarYa que hay día hasta para las mujeres sin bragas, la teoría se merece uno también. Aunque algunos dirán que todos los días son el día de la distorsión. Además, ya hay alguien a quien culpar, al creador de la distorsión, el artífice detrás de todo... El famoso AE.
John, hizo muy buenas preguntas, y que sirven más allá de la temática monsteril.