martes, 9 de septiembre de 2025

EL CONGRESO DE EE. UU. RECIBE IMPACTANTES TESTIMONIOS SOBRE FENÓMENOS ANÓMALOS NO IDENTIFICADOS

 



La audiencia del Congreso de EE. UU. celebrada el 9 de septiembre de 2025 sobre los Fenómenos Anómalos No Identificados (UAP), ha puesto sobre la mesa nuevos y reveladores detalles que sugieren un encubrimiento gubernamental de décadas sobre la naturaleza y el origen de estos fenómenos. La posibilidad de una tecnología no humana y el uso de programas de acceso especial para ocultar información al público y al mismo Congreso han sido ejes centrales de la discusión. Aunque como en otras ocasiones se han echado en falta evidencias o pruebas más allá de los relatos.

La presidenta del Grupo de Trabajo para la Desclasificación de Secretos Federales, Anna Paulina Luna, inauguró una audiencia crucial titulada «Restauración de la confianza pública a través de la transparencia de los UAP y la protección de los denunciantes». Durante demasiado tiempo, la cuestión de los Fenómenos Anómalos No Identificados (UAP) ha estado "envuelta en el secreto, el estigma y, en algunos casos, el rechazo absoluto". Esta audiencia no se trata de "ciencia ficción ni de especulaciones", sino que aborda directamente temas de "seguridad nacional, la responsabilidad del Gobierno y el derecho del pueblo estadounidense a la verdad".

La presidenta Luna destacó la persistente falta de transparencia por parte del Gobierno federal y las comunidades de inteligencia en la investigación y divulgación de los UAP. Subrayó que, a pesar de los intentos del Congreso por crear canales formales a través de oficinas como la Oficina de Resolución de Anomalías en Todos los Dominios (AARO) y el Inspector General de la Comunidad de Inteligencia, los informes de UAP a menudo son "ignorados, ralentizados o recibidos con escepticismo". Ejemplos de esta opacidad incluyen la supuesta obstrucción de investigaciones y el ataque a testigos, incluso por parte del exdirector de la AARO, Sean Kirpatrick, quien ha sido calificado como un "mentiroso documentado".

La audiencia puso de manifiesto que el gobierno federal ha tenido un problema de sobreclasificación durante mucho tiempo lo que ha llevado a una desconfianza generalizada. La falta de cooperación y transparencia por parte del Departamento de Defensa y la comunidad de inteligencia ha sido un "obstáculo importante" para la investigación del Congreso, limitando el acceso a videos y archivos relacionados con incidentes de UAP.

La importancia de la audiencia radica en el deber de los representantes electos de "seguir los hechos, dondequiera que nos lleven", ya sea que los UAP representen "una tecnología adversaria, un fenómeno natural o algo que supera la comprensión humana actual". Luna enfatizó que "si estos objetos son de origen extranjero, suponen una amenaza directa para nuestra seguridad nacional" y si son algo desconocido, "exigen una investigación científica rigurosa, no burlas, ni secretismo, ni silencio". Además, señaló que las "naciones adversarias... también están estudiando estos fenómenos de forma agresiva".

Un pilar fundamental de la audiencia fue la protección de los denunciantes, quienes "arriesgan perder sus empleos, carreras, medios de vida y reputaciones" al hablar. La presidenta Luna afirmó que es "inaceptable" silenciar a "observadores mejor entrenados", como los pilotos militares, quienes temen por su carrera si revelan información sobre UAP. La audiencia representa un llamado urgente a la acción y un esfuerzo por "exigir transparencia básica al Departamento de Defensa y a la comunidad de inteligencia y/o a los contratistas militares". El pueblo estadounidense "no es frágil" y no tolerará un Gobierno que "oculta la verdad y castiga a quienes se atreven a hablar".Principio del formulario

Final del formulario

 

El periodista de investigación George Knapp fue la principal fuente de información sobre la supuesta colaboración entre el gobierno y el sector privado. Según su testimonio, el Programa de Aplicación de Sistemas Aeroespaciales Avanzados (AATIP), el mayor proyecto OVNI financiado por el gobierno de EE. UU., reunió una enorme cantidad de información que sigue siendo en su mayoría inédita, con un 95% aún sin publicar.

Knapp afirmó que el gobierno ha transferido información sobre estos fenómenos a  contratistas privados para eludir la Ley de Libertad de Información (FOIA) y mantener el secreto. En uno de los detalles más controvertidos, Knapp confirmó que  Robert Bigelow, un contratista de la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA), llegó a un acuerdo con Lockheed Martin para recibir "material inusual que había estado oculto y protegido en una instalación en California". La frase clave del testimonio de Knapp es que este material "no fue fabricado aquí". Esta afirmación sugiere un origen no terrestre o al menos no convencional de dicho material.

El Rep. Burchett resumió la posición del Congreso, afirmando: "el gobierno tiene algo, y debe entregárnoslo. Nosotros pagamos sus salarios... y el pueblo merece más de lo que recibe". Los testigos y legisladores coincidieron en que la falta de transparencia alimenta la desconfianza y las teorías de conspiración , y que la verdad sobre los UAP es vital para la seguridad nacional y la confianza pública.

Durante la audiencia, la naturaleza de los UAP fue un tema recurrente, con los representantes y testigos abordando directamente la posibilidad de un origen no humano. La Sra. Crockett, por ejemplo, destacó que si bien algunos UAP tienen explicaciones convencionales, otros carecen de ellas, abriendo la puerta a lo desconocido.

Los testigos describieron sus encuentros:

  • Jeffrey Nusatelli notó un patrón en los encuentros con UAP en Vandenberg, donde los objetos "respondían" y "se acercaban, investigaban", lo que sugiere un comportamiento intencional o inteligente. Sin embargo, cuando se le preguntó directamente si creía que el objeto que vio era de "origen extraterrestre", Nusatelli respondió que no podía afirmarlo "con certeza".
  • Alexandro Wiggins afirmó que el objeto que vio en el USS Jackson no tenía "explicación terrestre posible". El Representante Moskowitz planteó dos opciones: que la tecnología pertenecía a "un programa de armas de un gobierno propio o extranjero, o no es de ningún gobierno y no es de aquí". Wiggins estuvo de acuerdo con esta evaluación, dejando solo dos posibles explicaciones: tecnología gubernamental secreta o tecnología no terrestre. La Representante Mace concluyó que las opciones eran "tecnología extranjera avanzada, o algo que no es de este planeta", a lo que Wiggins respondió: "Así es".
  • Dylan Borland fue aún más enfático. Al describir el "triángulo equilátero" que vio, que no era ni tecnología estadounidense ni de un gobierno extranjero, afirmó que tenía "conocimiento directo y experiencia de primera mano con embarcaciones y tecnologías que no son nuestras". Borland sugirió que la información sobre los programas de "recuperación de accidentes de UAP" se fragmenta en "programas de acceso especial" (SAP) para ocultar datos incluso al Congreso.

Resumen de Casos Clave

Los testimonios presentados en la audiencia se centraron en casos específicos que demostraron la naturaleza inusual de los UAP:

  • Caso Vandenberg (2003-2005): Jeffrey Nusatelli describió "múltiples incursiones de UAP" en la Base de la Fuerza Aérea Vandenberg. El caso más notable fue el de una "enorme nave triangular, más grande que un campo de fútbol", que flotó en silencio antes de acelerar a una "velocidad imposible". Los testigos fueron amenazados para que se mantuvieran en silencio.
  • Caso USS Jackson (2023): Alexandro Wiggins testificó sobre un objeto "autoluminoso en forma de tic-tac" que emergió del océano y se unió a otros tres objetos similares. Los cuatro objetos luego "desaparecieron simultáneamente con una alta aceleración sincronizada, casi instantánea", sin dejar rastro sónico o de propulsión.
  • Caso Langley (2012): Dylan Borland relató haber visto un "triángulo equilátero de unos 30 metros" despegar cerca de un hangar de la NASA en la Base Aérea de Langley. El objeto ascendió rápidamente "sin mostrar perturbaciones cinéticas, sonido o desplazamiento de viento". La superficie de la nave era de un material que parecía "fluido o dinámico".

Estos casos, junto con las referencias a programas secretos y materiales no terrestres, refuerzan la conclusión de que la audiencia reveló evidencia de secretismo gubernamental, represalias contra los denunciantes y la posibilidad de que los UAP no sean un simple problema de seguridad aérea, sino una cuestión de tecnología no conocida y de procedencia desconocida. La urgencia por la transparencia y la desclasificación fue un tema central que unió a los representantes de ambos partidos.

 



JOSE ANTONIO CARAV@CA


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