miércoles, 9 de octubre de 2024

"IMMACULATE CONSTELLATION”: REVELAN NOMBRE DE UN SUPUESTO PROGRAMA SECRETO DE RECUPERACIÓN DE OVNIS DEL PENTÁGONO

 



Un artículo publicado por el portal NewsNation "Report names ‘Immaculate Constellation’ UAP program: Journalist" (9/10/24 ha provocado una gran controversia. Al parecer según afirma Ross Coulthart un informante anónimo ha destapado la existencia de un programa secreto de recuperación de objetos voladores no identificados (UAPs) operado desde el Pentágono, conocido como "Constelación Inmaculada". Esta información fue difundida por el periodista independiente Michael Shellenberger, quien afirma haber recibido la información a través de un denunciante del que por el momento no se conoce su identidad.  En este reporte se menciona por primera vez el nombre de un supuesto programa de este tipo. Según el denunciante, el Poder Ejecutivo ha estado manejando temas relacionados con los UAP sin el conocimiento o supervisión del Congreso, posiblemente durante décadas. Esta noticia pone de relieve la existencia de programas secretos de los que la mayoría de los legisladores no tienen constancia.

Por supuesto, el Departamento de Defensa no tardó en rechazar estas acusaciones. Sue Gough, portavoz del departamento, negó categóricamente la existencia de algún registro relacionado con un programa llamado "Constelación Inmaculada". Según Gough, no hay datos históricos o actuales que corroboren la existencia de este proyecto. Sin embargo, Shellenberger ha mantenido su postura, explicando que ha estado en contacto directo con el denunciante, quien ha preferido permanecer en el anonimato por miedo a las posibles repercusiones si su identidad se hace pública. De acuerdo con el periodista, este informante descubrió la existencia del programa de manera accidental, algo completamente inesperado.

Entre los datos que se filtraron, se menciona que este supuesto programa fue creado en 2017, después de que el New York Times publicara un artículo sobre el Advance Aerospace Threat Identification Program (AATIP), otro controvertido programa que estudia fenómenos aéreos inexplicables. El informe también incluye detalles sobre encuentros con UAPs, algunos de ellos extremadamente perturbadores. Por ejemplo, se cita un incidente en el que varios orbes rodearon un F-22 y lo forzaron a salir de su zona de patrullaje, y otro donde un avión de la Marina observó una esfera de color rojo-anaranjado descender desde gran altitud, lo que causó una extraña sensación de inquietud entre la tripulación. A pesar de estos testimonios, el Pentágono ha negado reiteradamente la existencia de evidencia que sugiera la visita de inteligencia extraterrestre a la Tierra. En un informe de mayo, la Oficina de Resolución de Anomalías de Todos los Dominios (AARO, por sus siglas en inglés) concluyó que los UAPs reportados eran, en su mayoría, el resultado de identificaciones erróneas de drones, proyectos secretos o aeronaves conocidas. Además, señalaron que muchas de las afirmaciones de programas gubernamentales sobre UAPs eran producto de un fenómeno de "reportes circulares", en el que los rumores se perpetúan sin pruebas concretas. Sin embargo, Shellenberger sostiene que su informante no forma parte de esta cadena de "reportes circulares" y que la información proporcionada tiene validez, ya que proviene de una fuente que no estaba relacionada con otras personas que también verificaron el nombre del programa.

Aunque el debate sobre la existencia de los UAPs ha generado escepticismo durante décadas, especialmente desde el famoso incidente de Roswell en 1947, figuras prominentes como el exsecretario adjunto de Defensa, Christopher Mellon, y el exdirector de Inteligencia Nacional, John Ratcliffe, han mostrado interés en investigar más a fondo el tema, aunque sin llegar a afirmar que estos fenómenos sean de origen alienígena. El resurgimiento de estas discusiones tomó un nuevo impulso en 2023, cuando el exoficial de la Fuerza Aérea, David Grusch, afirmó que el Pentágono estaba operando un programa de recuperación de UAPs sin el conocimiento público o del Congreso. Estas declaraciones llevaron a una audiencia en el Congreso y a la formación de un Caucus Bipartidista de UAPs en la Cámara de Representantes.

A pesar de los constantes desmentidos por parte del Pentágono, muchos piden más transparencia y una investigación seria sobre estos fenómenos. Mientras tanto, el misterio sobre "Constelación Inmaculada" sigue en el aire, y parece que este no será el último capítulo en la saga de los "UAPs y el Pentágono".



JOSE ANTONIO CARAV@CA

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viernes, 20 de septiembre de 2024

SEMIVAN: LOS UAPS ESTAN RELACIONADOS CON LA CONCIENCIA Y LO CUANTICO

 




En un reciente programa titulado "The UFO Program, Interactions with Nonhuman Intelligences, & Experiencers", Jim Semivan, exagente de la CIA y cofundador de la Academia de Artes y Ciencias To The Stars (TTSA), compartió detalles sobre sus propias experiencias con los UAPs (Fenómenos Aéreos No Identificados) y sus encuentros con inteligencias no humanas. Durante la entrevista, Semivan, quien también ha trabajado como consultor en la comunidad de inteligencia, reveló haber protagonizado algunas impactantes experiencias junto a su esposa, incluyendo una abducción que dejó marcas físicas inexplicables y actividad poltergeist en su hogar.

Semivan explicó que no veía estas experiencias como abducciones en el sentido tradicional, sino como encuentros con un fenómeno que dejó profundas secuelas físicas y emocionales. Relató que estos eventos comenzaron después de mudarse a una propiedad con una rica historia relacionada con campamentos de la Guerra Civil y pueblos nativos americanos, lo que añadió un aura de misterio a los acontecimientos. También mencionó cómo conocer a personas como Lou Elizondo y John Alexander, quienes han investigado estos fenómenos desde el ámbito gubernamental, influyó en él. Según Semivan, varios científicos y contratistas del gobierno que ha conocido creen firmemente en la existencia de inteligencias no humanas detrás del fenómeno UAP. Aunque estos encuentros pueden ser transformadores e incluso aterradores, él no los considera una amenaza directa para la humanidad, en contraste con lo que ha dicho Lue Elizondo. Semivan destacó que estas entidades han coexistido con nosotros durante mucho tiempo sin causar daño evidente.

Sin embargo, Semivan también reconoció que podrían existir aspectos más oscuros o siniestros en estas interacciones con inteligencias no humanas. Algunas personas con las que ha hablado han tenido experiencias negativas, y él admitió que, aunque no se conocen exactamente las intenciones de estas entidades, la mayoría en el gobierno prefiere ser cautelosa, priorizando la seguridad nacional. Además, Semivan habló sobre la posibilidad de un "bioma sombra", un espacio donde podrían habitar estas entidades no humanas, lo que lo llevó a reflexionar sobre el alto nivel de secretismo que rodea a los UAPs. A pesar de que él y algunos colegas aceptan la realidad de estos fenómenos, sigue siendo un misterio lo que realmente representan estas entidades o cuáles son sus objetivos. Semivan subrayó la importancia de manejar con cuidado esta información, ya que podría causar disrupción en la seguridad global y en la percepción pública si se hiciera completamente accesible. Según su experiencia, algunas personas que conocen la verdad sobre los UAPs encuentran esta información "indigerible", lo que podría explicar por qué sigue siendo un secreto tan bien guardado.

Semivan también ofreció una perspectiva interesante sobre la conexión entre los UAPs, la conciencia y la teoría cuántica. Sugirió que estos eventos podrían estar relacionados con conceptos no locales o inmateriales, añadiendo un nivel de complejidad fascinante y aterrador al estudio. Según Semivan, el misterio de los UAPs podría estar vinculado con nuestra falta de entendimiento sobre dos áreas clave: la conciencia (cómo funciona la mente y qué nos hace conscientes) y las leyes cuánticas (las reglas que gobiernan el mundo a nivel subatómico). Si logramos entender cómo se conectan estos conceptos con los UAPs, esto podría cambiar por completo nuestra forma de ver la realidad y tener un impacto profundo en nuestra sociedad.

En otro momento de la entrevista, Semivan expresó la dificultad de discutir públicamente estos temas debido a las posibles repercusiones que podrían tener en el libre albedrío, la soberanía humana y la estabilidad social. También advirtió sobre el riesgo de que grupos o individuos utilicen este fenómeno para controlar la narrativa pública, generando desinformación que podría ser peligrosa.

Otro tema importante que abordó fue la legalidad del programa UAP y el secretismo que lo rodea a nivel gubernamental. Semivan cree que el programa es legal debido a su origen en los años 40 o 50, probablemente bajo una orden ejecutiva presidencial. Explicó que el gobierno podría haber involucrado a la industria privada en la investigación de platillos volantes en esas fechas, protegiendo la identidad de las empresas mediante contratos secretos. A pesar de los esfuerzos recientes para divulgar información sobre los UAPs, Semivan considera que es improbable que haya cambios significativos debido a las medidas protectoras y la naturaleza a largo plazo de estos contratos. Argumentó que estos programas están especialmente compartimentados, lo que significa que incluso el Congreso podría no tener acceso completo a la información, y solo el presidente y el Consejo de Seguridad Nacional tienen control total. Cualquier avance en la divulgación pública será complicado y probablemente tomará mucho tiempo.

Semivan también habló sobre la creación de la organización privada TTS (The Truth Seeker), que busca investigar estos fenómenos ante las limitaciones del gobierno. Reconoció que compartir información sobre estos temas puede ser arriesgado, especialmente con países adversarios, pero cree que la divulgación es necesaria debido a la alta compartimentación de los programas gubernamentales. Reflexionó sobre las posibles consecuencias de revelar tecnologías avanzadas y criticó las acusaciones de ser agentes del gobierno, subrayando que las personas involucradas en la discusión solo buscan sacar la verdad a la luz.

En relación con las inteligencias no humanas, Semivan comentó que los encuentros con estas entidades pueden ser incomprensibles para los humanos debido a su naturaleza transformadora y cuestionó si estos fenómenos tan extraños para nuestro entendimiento son los que han llevado al secretismo gubernamental. También discutió la posibilidad de acuerdos entre inteligencias no humanas y organizaciones terrestres, mencionando rumores sobre choques de OVNIs y recuperaciones de material biológico, así como la posible participación de la Oficina de Acceso Global de la CIA, aunque no pudo confirmar la existencia de tal programa. Según Semivan, esta información permanece fuera del alcance del Congreso.

Finalmente, Semivan compartió historias sobre personas que han tenido experiencias cercanas a la muerte y afirmaron haber encontrado entidades no humanas. Algunas de estas narrativas no fueron incluidas en sus libros debido a preocupaciones editoriales. A pesar de esto, Semivan considera que estas entidades pueden no tener todas las respuestas y podrían estar inmersas en una red compleja de realidades múltiples. Compartió su propia experiencia cercana a la muerte, describiendo cómo se sintió al contactar con una entidad etérea, lo que le llevó a interpretar los fenómenos UAPs como una puerta de entrada a una realidad más vasta y asombrosa. Puso de ejemplo el encuentro OVNI protagonizado por una pareja, en el que vieron una figura femenina a la que llamaron "la dama" o "la Virgen María Bendita", coincidiendo con otras descripciones históricas como Fátima y Medjugorje. Los testigos también observaron varias entidades extraterrestres, incluidos los Grises y los Cobaltos. Semivan reflexionó sobre la posibilidad de que la religión y la antropología social podrían ofrecer algunas respuestas a las visiones más complejas derivadas de los UAPs.

En cuanto a los orígenes de estas entidades, Semivan sugirió que podrían ser algún tipo de robots biológicos o sondas provenientes de otra dimensión o planeta. También mencionó la conocida "Hipótesis del Bosque Oscuro", que sugiere que las civilizaciones avanzadas podrían ocultarse para evitar ser destruidas.

 


JOSE ANTONIO CARAV@CA

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sábado, 14 de septiembre de 2024

ELIZONDO: LOS UAPS TIENEN UNA DIMENSION ESPIRITUAL

 




En el programa "Need to Know #56 - Elizondo Unplugged (09-12-24)", Lue Elizondo, exdirector del AATIP ha destacado la existencia de numerosos videos de alta calidad de UAP, que no han sido liberados al público debido a su clasificación como material sensible. Estos videos contienen información delicada relacionada con capacidades militares y ubicaciones estratégicas, lo que dificulta su divulgación inmediata. Sin embargo, Elizondo sugiere que el debate en curso entre políticos y organismos gubernamentales podría permitir la futura publicación de más material sobre estos fenómenos registrados. La liberación de estos videos, según su opinión, es clave para avanzar en la transparencia y generar una comprensión más profunda sobre los UAP, un tema que todavía sigue siendo tratado como tabú por algunos sectores. Otro tema destacado en la conversación es el famoso incidente de Roswell, que ha sido motivo de especulación durante décadas en la comunidad ufológica. Elizondo confirma que este evento involucró tecnología exótica y muestras biológicas no humanas. A su parecer, Roswell fue un accidente de gran magnitud que dejó un impacto significativo en la narrativa de los UAP en los Estados Unidos, y considera que su reconocimiento oficial podría ser un paso crucial hacia una mayor aceptación de la realidad de estos fenómenos. No obstante, en esa misma entrevista, Elizondo realiza un brusco cambio de dirección en su discurso al afirmar que los UAPs poseen una importante dimensión espiritual. Y es que el exdirector del AATIP sugiere que el fenómeno podría ir más allá de una simple amenaza militar y tocar aspectos trascendentales relacionados con la espiritualidad humana. Usa como ejemplo la conexión emocional y espiritual que las personas establecen con los animales, como una posible analogía de lo que podría estar ocurriendo con los UAPs. Sin embargo, Elizondo denuncia que desde una perspectiva de seguridad nacional, las agencias solo están interesadas en solucionar y contrarrestar las posibles amenazas a su control del espacio aéreo, la vigilancia sobre instalaciones militares sensibles y la posibilidad de que los UAPS neutralicen sus capacidades nucleares. También reconoce la existencia de una misteriosa organización con un conocimiento integral sobre la participación del gobierno de EE. UU. en el tema de los UAP durante décadas, que guardan celosamente esta información y han sido capaces de ejercer una influencia extrema para mantener el tema en secreto. A pesar de las reservas que mantienen algunos sectores del poder sobre la divulgación de información sobre los UAPs, Elizondo confía en que la verdad eventualmente saldrá a la luz. Finalmente, Lue Elizondo se refiere al exintegrante de Blink-182, Tom Delonge, reconociendo su importante en llevar el tema de los UAP al dominio público. Aunque no siempre coinciden en todos los aspectos, Elizondo respeta el esfuerzo de Delonge por sensibilizar al público norteamericano sobre el fenómeno y su incansable labor por promover la divulgación gubernamental.




JOSE ANTONIO CARAV@CA

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viernes, 6 de septiembre de 2024

¿SON LOS OVNIS UNA AMENAZA PARA LA HUMANIDAD?

 



En un video titulado "¿SON LOS OVNIS UNA AMENAZA PARA LA HUMANIDAD?", que podéis encontrar en mi CanalDistorsión, cuestiono abiertamente la idea de que los OVNIS o los Fenómenos Anómalos No Identificados (UAPS), como se los define actualmente, representen un peligro para la seguridad nacional de los Estados Unidos o incluso para la humanidad en su conjunto. A mi juicio, esta premisa, debidamente insertada en esta nueva narrativa que se sucede desde 2017, es una premisa falsa y una simple coartada para otros propósitos, ya que no existe evidencia alguna que respalde que estos fenómenos tengan la menor intención de hacernos daño. Y aunque es obvio que han existido incidentes en los que los observadores han sufrido consecuencias negativas tras un encuentro OVNI, no podemos colegir de manera concluyente que estos eventos estén enmarcados dentro de una letal conspiración contra nuestra raza. Además, la idea de que los OVNIs son una amenaza fue impulsada por personas como Robert Bigelow, con el objetivo de obtener financiamiento para investigaciones, porque las instituciones militares, de inteligencia y políticas mostraron reticencia a respaldar este tipo de investigaciones abiertamente. Y es que tanto el AAWSAP como el AATIP, los grupos formados desde 2007 para estudiar los informes UAPS dentro del organigrama del Departamento de Defensa, han centrado su atención en cuestiones de seguridad de cara a la galería, para elevar una gran mascarada para evitar ser descubiertos de sus verdaderas intenciones que no eran otra que estudiar el fenómeno OVNI. Y esta postura ha reforzado la narrativa de amenaza en muchos sectores del gobierno. Además, está meridianamente claro que el estigma OVNI ha sido utilizado de manera indirecta por potencias extranjeras como una distracción para ocultar amenazas reales a la seguridad nacional que antes pasaban desapercibidas. Los incidentes registrados en perímetros militares, zonas de pruebas o emplazamientos nucleares pueden tener una segunda y tercera lectura asociada al nuevo panorama geoestratégico mundial. Por lo que la nueva narrativa UAP utiliza el fenómeno UAP como una herramienta para avanzar agendas militares y políticas. No en vano, países como España, Francia, México y Brasil, entre otros, no consideran que los UAPS sean una amenaza real.

Lo más grave a mi entender es que figuras clave en este juego, como Lue Elizondo y Christopher Mellon, que han trabajado en defensa e inteligencia, sabían perfectamente que los OVNIs no representaban una amenaza para la humanidad, pero utilizaron esta subterfugio para poder discutir el tema sorteando obstáculos burocráticos, de inteligencia, científicos y mediáticos a sabiendas que resucitar el tema OVNI era complicado sin introducir nuestros elementos en una narrativa trillada. Tampoco podemos olvidar que la percepción de que los UAPs  pueden ser un peligro ha sido influenciada por la cultura popular, especialmente en Estados Unidos, donde desde la década de 1950 la ciencia ficción ha retratado a los extraterrestres como virtuales invasores hostiles. En mi opinión, todo este enfoque ha sido utilizado y derivado para justificar entre otras cosas, el gasto en armamento y tecnología militar. Desde 2017, el interés en los OVNIs ha aumentado exponencialmente en todos los ámbitos de la sociedad, y sobre todo lo ha logrado al empotrar dos conceptos: la posibilidad de que estos fenómenos estén relacionados con una inteligencia no humana y que su presencia en nuestros cielos puede representar una amenaza para nuestra supervivencia. Sin embargo, esta representación del fenómeno como un peligro responde más a intereses estratégicos y financieros que a una realidad basada en hechos.

Finalmente, es muy posible que el estigma que existe sobre el fenómeno OVNI ha servido como una cubierta para amenazas reales, como el espionaje de terceros países que han pasado desapercibidas hasta el toque de atención de AAWSAP y AATIP que puso de relieve la existencia de cientos de avistamientos inexplicados y potencialmente amenazadores. Por tanto la amenaza no hay que buscarla en pérfidas entidades desconocidas sino en la propia acción terráquea, tanto a nivel militar como en la quizás, más perturbadora opción, en la ingeniera social para implantar determinadas ideas y conceptos.




JOSE ANTONIO CARAV@CA


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jueves, 22 de agosto de 2024

IMMINENT: RESUMEN Y ANALISIS DEL LIBRO DE LUE ELIZONDO


 




En cualquier otro contexto alejado del circo ufológico (dicho esto con todo el respeto), un libro como IMMINENT (2024) repleto de denuncias de encubrimiento oficial seria tomado muy en serio. Y seria tomado en serio porque su el autor es ni más ni menos que un exagente de la DIA, involucrado, hasta el tuétano, en la investigación gubernamental del tema UAP/OVNI  durante años. La mayoría de los medios hablarían del mayor escándalo de todos los tiempos.  No en vano, Lue Elizondo gozaba de altas credenciales de seguridad y podía acceder a muchas informaciones y tenía envidiables contactos al más alto nivel científico, militar, político y de inteligencia relacionados con los UAPs (fenómenos anómalos no identificados). Pero por desgracia, en el resbaladizo terreno de la ufología no es tan fácil. Y las palabras sin peso, se las lleva el viento.

Pero vayamos por partes. Muchos aficionados y estudiosos de habla hispana aún no conocen el contenido de este esperado manuscrito y haremos un recorrido por su páginas, tanto para analizar como para informar. El libro, es una rara avis, ya que se mueve entre dos géneros literarios, creo que con no demasiada fortuna. La parte autobiográfica, es una especie de diario de abordo con pinceladas a brocha gorda de su pasado, con una pequeña oda a su hoja de servicios militares y constantes  alusiones a su amor patriótico. Y por otro lado, la parte que nos interesa, el ensayo, aunque con pinceladas interesantes (que veremos a continuación) y afirmaciones contundentes, adolece de estructura documental o al menos referenciada con un poco de mayor rigurosidad que esté a la altura de lo expresado. Su entrada en el universo de los UAPS es casi accidental y requerido en primeras instancias para tareas de seguridad y control de la información, aunque poco a poco fue ampliando por su curiosidad. Según menciona el propio Elizondo uno de los primeros sucesos que le despierta el interés es el conocido e inquietante evento sucedido en Colares (Brasil): “Me enteré de que a mediados de la década de 1970, durante varios años consecutivos, la gente que vivía a lo largo de la costa del noreste de Brasil notó extrañas luces y aviones que sobrevolaban sus pequeños pueblos y aldeas por la noche. Los objetos variaban en tamaño, desde orbes del tamaño de una pelota de béisbol hasta enormes aviones que parecían poder transportar a los ocupantes de una ciudad entera. Discos voladores, esferas, triángulos, cilindros: la variedad de objetos abarcaba toda la gama. Los ciudadanos de estas aldeas rurales no estaban acostumbrados a la iluminación nocturna más allá de las luces de los coches y camiones que pasaban. Ahora, de repente, un aldeano que camina para visitar a un vecino después del anochecer podría verse bañado por el brillo de algo enorme que flotaba en el cielo. Durante siglos, los seres humanos de todo el planeta han informado de este tipo de cosas. Pero en Brasil, estos fenómenos voladores parecían estar dirigidos a seres humanos. La gente informó haber sido perseguida por un orbe amarillo. Después de varios metros de persecución, la luz se volvió azul antes de lanzar una desagradable explosión similar a un láser que quemó a las víctimas o las dejó inconscientes. Otras personas afirmaron que aeronaves flotantes intentaron levantarlos del suelo (con redes y ganchos) y arrastrarlos hacia los barcos. ¿Fueron estos ganchos y redes una metáfora de alguna tecnología avanzada como un rayo tractor, o en realidad se estaban utilizando herramientas primitivas como ganchos y redes? Todo me parecía tan extraño".

Y comienza a deducir ciertas cosas que posteriormente amplia con respecto a los ocupantes: “En algunos casos, los testigos lograron vislumbrar a sus atacantes. Las descripciones de los ocupantes de estos vehículos de otro mundo se dividieron en dos tipos. Entidades que parecían ser humanoides adultos, altos y pálidos, y otros seres con cabezas desproporcionadamente grandes y cuerpos frágiles de aproximadamente tres o cuatro pies de altura. Como supe más tarde, esas dos descripciones (los llamados nórdicos y grises) encajan en el perfil de supuestos extraterrestres observados en innumerables encuentros cercanos en todo el mundo. Si se trataba de alguna forma de histeria colectiva, entonces había estado afectando a todo el mundo durante décadas”.

En Kuwait en 2003, Lue Elizondo vive un extraño episodio que ahora en su despacho del AATIP adquiere un nuevo significado. Todo comienza cuando es reclamado para examinar  dos tanques de combate que han sufrido un extraño ataque que ha perforado su blindaje de manera sorprendente: “El rayo reveló un pequeño agujero perforado en el lado blindado del tanque. Perfectamente redondo, sin bordes ásperos. Superficialmente, no vi signos de abrasión por calor o vitrificación del metal. Inclinó la linterna. El agujero atravesó el cuerpo del tanque y salió por el otro lado […] Era como si alguien hubiera usado un cuchillo de juntar muy afilado para tomar una muestra del vehículo. La única pista que teníamos procedía de un pastor de cabras, un beduino que había cuidado su rebaño durante la noche. Le dijo a la Policía Militar que había visto un destello verde brillante en el cielo nocturno, directamente sobre los tanques.” Un aspecto que ha llamado la atención de EMMINENT es la labor Lue Elizondo en un proyecto secreto de visión remota de la mano el oficial de inteligencia Eugene “Gene” Lessman y donde obtuvo grandes logros sin dificultad: “Con la práctica, mejoré. Más tarde llevaría conmigo las técnicas que aprendí a tareas posteriores. Después de un tiempo, la visualización remota se convirtió en algo natural para mí. Pude ponerme en la zona sin ningún tipo de protocolo o ritual”.  Otro preámbulo anómalo en su biografía. Pero volvamos al AATIP. Elizondo habla de su estrecha relación con el agente de la CIA  William “Will” Livingston que se convierte en su sombra durante sus pesquisas sobre UAPS, al que define de la siguiente manera: "formó parte de todos los programas que eran demasiado sensibles para ser reconocidos públicamente, de ahí su participación".

Las revelaciones comienza a calentarse cuando recita el legendario memorando de Wilson/Davis como si fuera un texto sagrado redactado por Eric Davis (uno de los habituales del AAWSAP/AATIP), donde una charla entre dos personas se transforma en una revelación casi divina. En la década de 1990, Eric tuvo una conversación con el vicealmirante Thomas R. Wilson, entonces Director de Inteligencia del Estado Mayor Conjunto, sobre un programa ultra secreto centrado en recuperar y aplicar ingeniería inversa a vehículos de origen desconocido. Eric resumió esta confesión en un memorando de 13 páginas, que compartió con colegas afines, incluido el Dr. Edgar Mitchell, el astronauta, guardó este documento en su caja fuerte, la cual fue abierta tras su muerte, revelando el contenido del memorando al público. El documento detalla la existencia de un programa secreto financiado por los contribuyentes estadounidenses sin supervisión adecuada: “Descubrió que el contratista era parte de un programa extremadamente secreto centrado en recuperar y aplicar ingeniería inversa a vehículos avanzados estrellados de origen desconocido y no fabricados por humanos. Me enteré de que el programa más amplio se conoce como Programa Legado e involucra a varios elementos del gobierno de los EE. UU. y de contratistas de defensa de los EE. UU. Los contratistas tomaron posesión de los restos y la seguridad que rodeaba a estos proyectos era más que ultrasecreta”. Y este es el principio del problema del libro de Elizondo. En cuanto comienzan a llegar rumores y viejas historias al AATIP, deciden emprender una vía paralela a la encuesta de informes de pilotos de combate donde primaba el rigor científico. En este apartado las iniciales dudas ya no existían y Elizondo y el AATIP compran por completo el relato de la conspiración ovni que lleva circulando más de 70 años por los mentideros de la comunidad ufológica norteamericana. El relato construido en torno a esta rumorología no tiene límites: “El memorándum es aterrador en muchos niveles. El contribuyente estadounidense ha estado pagando la factura de estas recuperaciones y los posteriores análisis y esfuerzos de ingeniería inversa, pero sin una supervisión adecuada del Congreso”. Y todo porque Elizondo y compañía asumen que todo que se cuenta en estos papeles es verdad. Y en esta vía, no es de extrañar que aparezca otro clásico. Roswell: “Fue entonces cuando comencé a aprender sobre la historia secreta del gobierno de Estados Unidos con la UAP. En los albores de la era nuclear, los UAP comenzaron a aparecer en mayor número y, en ocasiones, colapsaron. Roswell fue uno de esos incidentes… Un UAP cayó ese día en las proximidades de una instalación de pruebas del gobierno en Nuevo México y se dividió en dos lugares del accidente. Al principio, los investigadores del gobierno asumieron que la nave Roswell era de otra nación, posiblemente algún tipo de misión de reconocimiento que salió mal. Pero en cuestión de horas, el ejército estadounidense se dio cuenta de la verdad: estas naves no fueron hechas por humanos. Se planteó la hipótesis de que el UAP que se estrelló en Roswell había estado realizando algún tipo de reconocimiento de nuestro incipiente programa atómico cuando sucedió lo inesperado. Un pulso electromagnético generado desde uno de los campos de pruebas cercanos intervino inadvertidamente con la tecnología de la nave y provocó que se estrellara”. El exdirector del AATIP da veracidad al episodio de Roswell e incluso asegura que conocen los motivos que llevaron al accidente, un fuerte impulso electromagnético que podría ser utilizado como arma contra los UAPS: “De cualquier manera, si los UAP todavía son vulnerables a la interrupción por un EMP, podríamos, en teoría, provocar otro accidente intencionalmente para recuperar la nave. Pero a estas alturas quizá ya sepan que nosotros sabemos esto. Si alguna vez empleáramos un arma de este tipo contra estas naves, nos preocupa que sería visto como un acto de guerra o una provocación. Pero, ¿las incursiones en nuestro espacio aéreo más restringido no eran ya un acto de guerra? ¿Una provocación?” Resulta muy delatador, si hacemos memoria, ya que el discurso público de Elizondo en sus primeros años de carrera ufológica pretendía ser objetivo, barajando continuamente la posibilidad de que, quizás, los misteriosos avistamientos que estaban investigando fuesen provocados por algún prototipo secreto ruso o chino, mientras que en la mesa de trabajo diario en el AATIP tenía las convicciones extraterrenas más presentes. Para enfatizar su postura, ante la ausencia de pruebas, Elizondo recurre constantemente, en las páginas de su libro, a una fuerte campaña de descredito por parte de las autoridades para que no se conozca la verdad no humana de los platillos volantes. Por tanto, desde casi un inicio, en el AATIP, estaban convencidos de la realidad extraordinaria de los fenómenos que estaban investigando. Otra constante en IMMINENT es la supuesta relación entre los UAPS y los emplazamientos nucleares. Por ello menciona el suceso del bosque de Rendlesham y comenta que a veces los testigos de eventos importantes son sometidos a interrogatorios para alterar sus recuerdos: “Desde entonces, algunos de los militares han revelado lo que sucedió en esa habitación. Se les dijo que nunca hablaran de lo que vieron, se les administró algún tipo de droga y se les hipnotizó, presumiblemente para distorsionar sus recuerdos”. Lo nuclear, junto al despliegue de UAPS en las proximidades de zonas de  maniobras militares es interpretado como como amenaza para la seguridad nacional y como un ariete para derribar el ferrero hermetismo de la cúpula de la DIA que se resiste a valorar la importancia de la cuestión UAP. Y confirmando las sospechas de la procedencia no humana del fenómeno, Elizondo asegura que otras naciones tienen el mismo conocimiento que ellos: “Estaba claro que otras naciones se habían hecho muchas de las mismas preguntas sobre los orígenes de los visitantes espaciales. Lo sabemos gracias a la inteligencia extranjera que se ha filtrado hasta nosotros. Un contacto me mostró un pequeño folleto ruso con mapas que señalaban la ubicación de dos accidentes a lo largo de los Montes Urales”. Elizondo afirma que las investigaciones del AATIP interesaban en el Departamento de Defensa: “Inicialmente, el equipo AAWSAP/AATIP disfrutó de un buen grado de apoyo por parte de los líderes de la DIA. Los memorandos enviados y enviados por el teniente general Michael Maples y el subdirector Robert Cardillo inicialmente se referían al esfuerzo en términos positivos. Tuve el privilegio de leer yo mismo algunos de los comentarios de estos informes. Mientras Jim Lacatski y sus contratistas hacían circular resúmenes ejecutivos, las respuestas por correo electrónico que recibían a través de servidores internos seguros eran infaliblemente positivas”. Pero todo empezó a torcerse cuando los informes de Jim Lacatski comenzaron a reflejar cosas como estas: “Un día llegué a la oficina de nuestro grupo y encontré a Jim y a un par de personas más analizando ideas para un gráfico que Jim había concebido. En la parte superior había escrito la palabra Dios. En la parte inferior estaban los humanos. En el medio estaban los Ángeles. Ahí es donde la conversación se enredó. Si consideráramos esta posibilidad como una posibilidad, habría que plantearse ciertas preguntas hipotéticas. ¿Los ángeles estaban a medio camino entre los humanos y Dios?”. El problema estriba que estas especulaciones se incluyeron en informes oficiales: “Jim se negó a perder el foco en el alcance general de AAWSAP/AATIP, ya que sentía que todo estaba interrelacionado. Sintió que si podía mostrar al liderazgo de la DIA y del Departamento de Defensa los resultados de sus esfuerzos, cualquier individuo racional vería el valor de continuar con sus investigaciones anómalas. El único problema: el informe que Jim quería compartir con el liderazgo incluía palabras como arcángeles, ángeles, demonios y reino espiritual. Un puente, o dos, demasiado lejos para la mayoría”. Y Elizondo se cuestiona aún como comenzaron los supervisores de la DIA a desconfiar de sus trabajos, y más que él mismo no estaba convencido de incluir estas arriesgadas y nada científicas suposiciones: “Desafortunadamente, la atmósfera actual dentro de DIA era ahora hostil a este trabajo, y si queríamos tener alguna posibilidad de éxito, necesitábamos ajustar nuestro mensaje·”. Pero ya era tarde. El AATIP estaba herido de muerte ante sus revisores. A estos niveles se esperaría un peldaño más, ya sea por el lado de las pruebas o la documentación.

Por el camino de su exposición, Elizondo menciona el asunto de los extraños orbes luminosos llegando a conclusiones desconcertantes por su aparente rotundidad: “Me sorprendió la frecuencia con la que estos orbes han sido reportados, ya sea por pilotos comerciales o militares o por testigos en el terreno, particularmente alrededor de campos de pruebas militares e instalaciones militares sensibles de Estados Unidos […] La clasificación de estos orbes realmente varía bastante. Los hay de diferentes colores y tamaños; Algunos de los colores reportados fueron blanco, amarillo, azul, rojo y verde. Los informes que he visto sugirieron que los orbes azules en particular tenían una consecuencia biológica muy negativa, lo que significa que si te acercabas a uno de ellos, podías sufrir lesiones”. Elizondo cree que las pequeñas esferas luminosas de color azul son perjudiciales para la salud humana y que otras orbes pueden ser equipos de reconocimiento. Sus propios encuentros con esferas luminosas es sorprendente en esta trama digna de una película de espionaje: “Me sorprendió descubrir que muchos de mis colegas y yo comenzamos a experimentar de primera mano algunos de estos orbes en nuestros hogares. De hecho, mi esposa era completamente escéptica sobre todo esto, hasta que vio con sus propios ojos un orbe en nuestra casa. Teníamos un largo pasillo principal en la casa, y una noche una pelota verde y brillante, probablemente del tamaño de una pelota de baloncesto, con bordes suaves que no estaban definidos, flotó lentamente desde la cocina hasta la puerta de nuestro dormitorio, justo por debajo de la altura del techo. , luego desapareció en una pared. Con la esperanza de que Jenn lo viera, me volví hacia ella y noté la expresión de perplejidad en su rostro. De hecho, lo vio durante los diez segundos completos que estuvo en nuestra casa. En otra ocasión, los niños informaron haber visto aparecer un orbe en el aire, flotar cerca de ellos durante unos segundos y luego alejarse flotando. Describieron lo que habían visto lo mejor que pudieron, primero a mi esposa y nuevamente a mí cuando les pregunté. Su descripción hizo que se me helara la sangre. El objeto era tridimensional pero aún translúcido y estaba bañado por una espeluznante luz verde. El objeto se comportó como guiado por alguna inteligencia. Se estacionó en el aire, luego se alejó por el pasillo antes de desaparecer por completo. ¿Qué diablos estaba pasando? ¿Se enviaron estas cosas sondas para inspeccionar mi casa? ¿Se estaba utilizando algún tipo de tecnología adversaria para realizar vigilancia contra mi familia y contra mí? O peor aún, ¿fue todo esto parte del problema de la UAP? ¿Quizás otra inteligencia más avanzada nos estaba investigando a mí y a mis colegas porque sabían que los estábamos investigando a ellos? ¿O todo presagiaba algo más siniestro?”. Y de nuevo remata sus comentarios con una información escueta pero fascinante: “Will Livingston, el consultor médico del equipo, también había estudiado un caso de orbes azules que atravesaban el cuerpo de una mujer y la enfermaban. En Skinwalker Ranch, dos perros propiedad de un ranchero persiguieron un orbe azul en el campo, solo para desaparecer con un aullido, dejando nada más que dos manchas de grasa en la artemisa que contenía restos de la biología de los dos perros: el cuerpo”. El tema de las lesiones es llamativo y parece contrastado: “Desafortunadamente, varios miembros de nuestro equipo (excluyéndome a mí) experimentaron efectos biológicos graves que resultaron en problemas médicos que pusieron en peligro sus vidas. Estos efectos biológicos también se extendieron a los miembros de su familia, incluidos sus hijos. Si bien no puedo entrar en detalles aquí, me enteré de militares y oficiales de inteligencia que sucumbieron a sus heridas y perdieron la vida debido a los efectos biológicos de los encuentros con UAP”.  Sin duda conocer estos detalles choca de frente con ese Elizondo prudente y dubitativo que aparecía en los medios de comunicación frecuentemente.

Y en este viaje que nos propone el exdirector del AATIP nos encontramos con los implantes que supuestamente los ocupantes de los UAPS colocan a los humanos: “Una vez manejé yo mismo uno de estos implantes, que me proporcionó un hospital del Departamento de Asuntos de Veteranos, donde se lo habían extraído a un miembro del servicio militar estadounidense que se había topado con un UAP. El material, no más largo ni más ancho que la articulación de uno de los dedos, parecía más bien un microchip encapsulado por una cubierta viscosa de tejido semitranslúcido. Se parecía mucho al nácar. Bajo el microscopio, de alguna manera todavía se movía. El médico planteó la hipótesis de que tenía su propio metabolismo. AAWSAP/AATIP también había obtenido fotografías de este tipo de objetos diminutos de pilotos militares extranjeros vivos. Algunas de las muestras que se han extraído de individuos supuestamente fueron enviadas a varias instituciones médicas, como los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, la Administración de Alimentos y Medicamentos, los Institutos Nacionales de Salud y un centro de investigación del ejército estadounidense en Fort Detrick en Maryland, donde algunos de los virus más mortales están bajo llave y bajo la atenta mirada de guardias armados […] Escuché historias similares cuando investigué implantes extraídos de soldados que por lo demás estaban sanos. Los médicos tuvieron que esforzarse mucho para precisar y recortar los objetos. Con mi experiencia en microbiología, estaba perplejo de cómo objetos altamente móviles como estos podían moverse sin crear un camino devastador de destrucción de tejido dentro del cuerpo humano. ¿Dónde estaba la respuesta de los glóbulos blancos? ¿Dónde estaba la destructiva cascada inmune? Sabía desde que estudié los tripanosomas en la Universidad de Miami que cada vez que estas espiroquetas se movían debajo de la piel, provocaban una enorme respuesta inmune. ¿Dónde quedó esta respuesta con respecto a los implantes? […] Los médicos informaron haber detectado el implante en movimiento, pero no hubo signos evidentes de destrucción de la vía. Como un bombardero furtivo, el implante se movía sin ningún rastro o firma, casi como si evadiera el movimiento natural”. Extraídos del cuerpo, señala Lue Elizondo, estos pequeños artilugios perdían energía hasta que dejaban de moverse. De nuevo informaciones increíbles sin más aportes.

Una parte interesante del libro menciona estudios clínicos para determinar si existen causas fisiológicas que promuevan, faciliten o produzcan estos encuentros con los UAPS: “A primera vista, Garry [Noñan] coincidió con Will en que todas estas personas habían sufrido cicatrices cerebrales. Me dijeron que esto es lo que los médicos llaman enfermedad de la sustancia blanca porque las cicatrices aparecen blancas en las imágenes médicas. Después de revisar los archivos, Garry notó algo más. Los 105 pacientes tenían alto funcionamiento y coeficiente intelectual alto. Todos tenían una parte del cerebro sobredesarrollada conocida como caudado-putamen. Esta es el área del cerebro que muchos investigadores han comenzado a asociar con la intuición, aunque algunos científicos propusieron el vínculo ya en la década de 1960 […] En otras palabras, algunas personas con un putamen caudado más grande eran como supercomputadoras orgánicas, capaces de procesar más datos que la persona promedio y ser más perceptivo ante cosas que la mayoría de la gente no percibiría o no podría percibir […] Incluso se podría inferir que sus putamens caudados habían otorgado a estas personas algo así como un sexto sentido. Sus cerebros eran como antenas que les permitían sintonizar ciertos misterios del universo [….] Nolan soñaba con hacer algunos estudios de ADN sobre una cuestión más importante. A su modo de ver, el caudado-putamen era el "hardware" que permitía a estos cerebros realizar su trabajo. El ADN fue el modelo para el hardware. Si pudiéramos obtener los permisos adecuados de los pacientes y proponer el tipo de estudio adecuado, tal vez podríamos identificar un gen que predispusiera a una persona a una mayor intuición, capacidad psíquica y, sí, tal vez incluso atracción por los UAP”. Esta idea se unió a otra tambien sugestiva: “Lo más interesante para mí fue el descubrimiento de Will y Garry de la conexión con los pueblos indígenas de América del Norte. Resultó que casi todas las personas en los estudios de Will (funcionarios militares y de inteligencia con capacidades de visión remota y/o encuentros con UAP y efectos biológicos) tenían ADN de nativos americanos. Específicamente, sangre Cherokee”. En esta misma linea de pensamiento, sobre la propulsión de los UAPS, Elizondo introducía un extraño pero no desconocido concepto entre los ufólogos: “Por estas y otras razones, algunos investigadores piensan que los pilotos de estos UAP poseen habilidades psíquicas altamente evolucionadas. ¿Pero existe una posibilidad más profunda? ¿Qué pasaría si una mayor conciencia y la manipulación física de la realidad fueran componentes críticos del sistema de propulsión del avión? Suena como algo sacado del manual Jedi: una fuente de energía integral al universo que es inherentemente inteligente y puede mantener a los aviones volando. Desde un punto de vista científico, no comparto necesariamente esta idea, pero tampoco se puede descartar”.

Y tras estos aportes que invitan a la reflexión Elizondo regresa de cabeza a la teoría de la conspiración: “Varios de los altos funcionarios con los que trabajé finalmente me dijeron que cuando uno de mis colegas trabajó en la CIA algunas décadas antes, le entregaron un informe/autopsia oficial de la disección de un cuerpo no humano que se recuperó de un UAP estrellado no especificado. Este colega me pidió que no usara su nombre. El informe afirmaba que el cerebro no tenía circunvoluciones (la parte exterior arrugada del cerebro). Más bien, lo que se describió fue una superficie lisa, similar a la de los animales de menor funcionamiento aquí en la Tierra. También describía un intestino y un hígado unidos y un corazón de tres cámaras, como los reptiles. El autor de la autopsia llegó a la conclusión de que el cadáver no parecía tener la capacidad cerebral necesaria para diseñar y crear aviones capaces de una maniobrabilidad tan sorprendente. Se postuló que podría ser una especie de autómata biológico, creado por algo más con un intelecto superior.” Y es que Elizondo cree que los extraterrestres bajos y de gran cabeza podrían ser productos de laboratorio (unos clones) elaborados por los humanoides altos para realizar ciertas labores: “algunos investigadores y “experimentadores” han especulado que una especie, los llamados extraterrestres nórdicos, ha creado a las especies menores, llamadas los Grises, como sus secuaces para hacer el trabajo sucio”.

De nuevo el abismo de la especulación. Pero Elizondo cree que ha dado en hueso con el programa Legado y busca evidencias por tierra, mar y aire: “Nos dijeron específicamente que un contratista de defensa, asociado con el Programa Legado, estaba en posesión de materiales UAP de origen no humano, fabricados por alguna civilización de algún planeta distante. Cuando Jay fue a preguntar por nosotros, el contratista reconoció que sí, que estaban en posesión de este material. Dijeron que nos darían acceso a él, pero primero necesitábamos obtener permiso del secretario de la Fuerza Aérea de Estados Unidos […] Ya sabíamos o sospechábamos que un puñado de empresas aeroespaciales habían sido autorizadas a aceptar y conservar para siempre cualquier tecnología extraterrestre que llegara a manos del gobierno de Estados Unidos.”. Pero todo cae en saco roto. Una constante en el AATIP. Siempre que se abre una puerta se cierran dos. Y Elizondo señala a la USAF como encubridora de la verdad: “Ahora sabíamos que la Fuerza Aérea había sido durante mucho tiempo un actor clave en los esfuerzos de Legado y este contratista probablemente se divirtió mucho al enviarnos a esta estúpida misión. En realidad, no tenían intención de darnos esto. Fue un recordatorio directo del poder del complejo militar-industrial y específicamente de su poder cuando se trata del programa Legado UAP”. Pero Elizondo da nombres: “Altos funcionarios me dijeron continuamente y de manera confidencial que grandes compañías aeroespaciales han sido parte del Programa Legado para recuperar y aplicar ingeniería inversa a los materiales del accidente. Los grandes nombres incluyeron Lockheed Martin, TRW, McDonnell Douglas, Northrop Grumman, Boeing, Raytheon, BAE Systems y Aerospace Corporation, todos los cuales han sido durante mucho tiempo miembros principales del complejo militar-industrial estadounidense. También me dijeron que Monsanto, una corporación de biotecnología absorbida por Bayer en 2018, puede haber estado involucrada históricamente, probablemente tratando con especímenes biológicos […] finalmente, después de presionar incansablemente, me enteré de que las muestras biológicas no humanas se habían movido muchas veces y algunas ahora estaban en Fort Detrick, Maryland, o en la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos.” Una curiosidad del libro. Sin explicar cómo sabe esto al detalle, Elizondo detalla que desde 1947, cuando se inició el Programa Legado solo algunos presidentes de EE. UU. han sido informados sobre el tema, pero sin recibir todos los detalles. Los presidentes que han sido informados en alguna medida incluyen a Truman, Eisenhower, JFK, LBJ, Carter, Reagan, George HW Bush y Trump. Carter, conocido por su curiosidad, reveló la existencia del programa psíquico Stargate a los medios. Nixon no fue completamente conocedor del asunto debido a su imprevisibilidad, aunque se cree que vio imágenes de cuerpos no humanos. Ford no fue informado, probablemente debido a su enfoque en la crisis de Watergate, aunque tenía experiencia previa con los UAP. Reagan, quien estaba fascinado por el tema, promovió la Iniciativa de Defensa Estratégica (IDE), también conocida como "Star Wars", que posiblemente tenía vínculos con los UAP además de las armas nucleares. Se dice que Reagan incluso sugirió a Mikhail Gorbachev, líder de la URSS, que EE. UU. y la URSS deberían cooperar en caso de una invasión extraterrestre: "tengo razones para creer que [a Nixon] le mostraron imágenes de cuerpos no humanos" concluye Elizondo.

Tambien destaca, en el tono general del libro, la propuesta de Hal Putthof (otro habitual del AAWSAP/AATIP) sobre el funcionamiento de los UAPS cuando afirma que estas naves operan dentro de una "burbuja" que las aísla de la gravedad y altera el espacio-tiempo del entorno. Esta burbuja permite que las naves realicen maniobras imposibles para la tecnología convencional, como acelerar instantáneamente o volar sin motores ni alas. Los ocupantes de la nave experimentan el tiempo de forma normal, pero para un observador externo, la nave parece moverse a velocidades extremas. Además, la burbuja distorsiona la luz y otras formas de radiación, lo que dificulta la detección de los UAP y causa que las imágenes aparezcan borrosas. Esta distorsión también puede explicar los efectos biológicos adversos en los testigos que se acercan demasiado a la nave, debido a la exposición a radiación alterada. La teoría sugiere que la burbuja elimina la fricción y la resistencia, permitiendo a la nave moverse sin esfuerzo a través de diferentes medios, como el aire, el agua o el espacio. También se postula que la burbuja afecta la percepción del tiempo y el tamaño de la nave, haciendo que estas naves parezcan más misteriosas y desafiantes para nuestras leyes físicas.

Llegando a conclusiones, Elizondo baraja tres opciones para las intenciones de nuestros escurridizos visitantes: “1.- Los visitantes son benévolos y no quieren interferir con nuestra existencia. Sólo quieren seguir utilizando la Tierra como estación galáctica para los recursos naturales. O, posiblemente, sean tan benévolos que esperan salvarnos de nosotros mismos. 2.- Son malévolos; están aquí para quitarnos y aparecerán en grandes cantidades en el futuro. 3.- . Son neutrales; Al igual que los humanos, pueden hacer tanto el bien como el mal y esperan observarnos y aprender de nosotros”.

Pero cuando el AATIP pierde fuelle, para conseguir financiación e interés de sus superiores el grupo ideó un plan para atraer UAPS a una determinada zona para estudiarlos. La denominada operación "Interloper" consistía en utilizar un grupo de portaaviones nucleares como cebo para atraer a los UAPS. La estrategia era desplegar portaaviones, destructores, submarinos y otros activos nucleares en un área específica del Atlántico, creando una atracción irresistible para estos objetos. Con la trampa preparada, se dispondrían activos encubiertos de recolección de datos cerca del área. Cuando apareciera un UAP para investigar, se activarían todos los recursos de inteligencia para recopilar información crucial sobre ellos. Pero esta “trampa” no se puso en práctica.

La parte mas desastrosa y con un evidente desconocimiento de lo que ha ofrecido el fenómeno UAP en los últimos 77 años es cuando Lue Elizondo intenta argumentar, con escasa fortuna, la posibilidad de una potencial amenaza insinuando incluso que podemos estar al borde de una invasión "extraterrestre": "Todo lo que hemos visto en el siglo XX podría ser el preludio de una invasión. Es una posibilidad que no podemos ignorar". Sin duda esto solo se puede interpretar dentro del interés, por diversas razones, para fomentar una nueva narrativa que poco o nada tiene ver con la realidad de los informes.

El capítulo final concluye con un llamado a la acción digno de un líder incitando a la tropa antes de la batalla. Y para ello Elizondo instan al público a exigir transparencia y a participar en la construcción de un futuro en el que la humanidad reconozca que no estamos solos en el universo. El autor cree sinceramente que, si tomamos las decisiones correctas, podemos avanzar hacia un futuro más unido y consciente de nuestra posición en el cosmos.

Y llegamos al final de esta crónica, no sin advertir al interesado que el libro IMMINENT contiene muchas más cosas, como los problemas de Elizondo dentro de la DIA, sus luchas internas, sus dificultades económicas, su infancia traumática, una versión poco ilustrativa de los tres famosos videos UAP del NYT, el incidente de Socorro, su pertenencia a la TTSA de Tom Delongue, su amistad con Christopher Mellon, Harry Reid o Robert Bigelow, además de decenas de detalles más que pueden servir para componer, o al menos intentarlo, la intrahistoria del AAWSAP/ATTIP y todo esos extraños acontecimientos que  estamos viviendo desde 2017. Un testimonio que hay que leer.

¿Y qué podemos rematar de IMMINENT? El libro contiene afirmaciones extraordinarias, increíbles y aterradoras que se escapan de las manos de su autor como granos de arena. Pese a ello se podría argumentar que tiene algunos planteamientos interesantes que podrían ser objeto de debate o ampliación. Aunque entre sus numerosos capítulos se echa en falta más datos y evidencias, y quizás incluso algo más de trabajo con el borrador. Tampoco ayuda que no se haya incluido algún caso impactante, que es lo mínimo que se podría exigir de alguien con la presunta envergadura y trayectoria de Lue Elizondo. Un inesperado truco final que hiciera levantarse al publico entre aplausos.

Pese a que el exdirector del AATIP transmite una seguridad pasmosa en sus alegatos sobre muchos entresijos del misterio UAP, creo que desconoce por completo la mecánica interna de la ufología, que espera mucho más a estas alturas de la película de cualquiera que ostente "galones" de la forma que hace el autor del libro. Como decía al principio hay un dicho popular que certifica que las palabras se las lleva el viento, Y Elizondo no sabe o no quiere enterarse, que un huracán se ha instalado permanentemente en el epicentro de la comunidad OVNI/UAP. Si Lue Elizondo no ata en corto sus afirmaciones, lamentablemente puede acabar a millones de kilómetros de distancia de la verdad y de los que le aclaman como un mesías redentor.

 

 



JOSE ANTONIO CARAV@CA

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sábado, 17 de agosto de 2024

LAS CLAVES OCULTAS DEL LIBRO DE LUE ELIZONDO: UN ANÁLISIS CRÍTICO

 



En pocos días se produce el esperado lanzamiento de "EMMINENT" (20/08/2024), el libro de Lue Elizondo que ha generado un considerable revuelo entre los aficionados e investigadores del fenómeno OVNI y, como no podía ser de otra forma, en los círculos de los interesados en las teorías de la conspiración. No es para menos, teniendo en cuenta que Elizondo ha sido una figura clave en el resurgimiento del interés público por los UAPs (Fenómenos Anómalos No Identificados, por sus siglas en inglés) gracias a su trabajo previo en el programa AATIP del Departamento de Defensa de EE.UU. Sin embargo, tras analizar tanto el contexto como algunos extractos ya conocidos del libro, surgen varias claves que podrían apuntar a una decepción más que a una revelación trascendental.

1. La falta de revelaciones impactantes: ¿Oportunidad perdida o estrategia calculada?

Es natural esperar que un libro de alguien tan vinculado a los secretos gubernamentales sobre los UAPs contenga revelaciones de gran calado. Sin embargo, si Elizondo realmente tuviera información de tal magnitud, es lógico pensar que la habría utilizado como anzuelo antes del lanzamiento del libro para garantizar tanto su repercusión mediática como su éxito comercial. La ausencia de filtraciones o avances sensacionales sugiere que "EMMINENT" puede no ser la mina de oro que algunos esperan encontrar, sino más bien un ejercicio de equilibrismo para mantener el misterio y la expectación sin ofrecer realmente nada significativo.

2. "Lo sé, pero no puedo decirlo": El clásico juego de Elizondo

Una estrategia recurrente de Elizondo ha sido insinuar que posee un conocimiento profundo y exclusivo que, lamentablemente, aún no puede compartir debido a restricciones de seguridad nacional. Este patrón parece repetirse en su libro, donde se intuye que, una vez más, se contentará con sembrar la duda y la curiosidad sin ofrecer pruebas concretas. Este enfoque ha funcionado bien hasta la fecha (Canal HISTORIA picó el anzuelo) para mantener su estatus de figura influyente en el ámbito de los UAPs, pero también ha generado frustración entre quienes buscan respuestas más claras.

3. Testimonios sin pruebas: Erre que erre

Hasta la fecha Elizondo solía basar su argumentario en testimonios y no en pruebas tangibles, pero de aplicar esta misma metodología en el libro podría minar su credibilidad. Las afirmaciones extraordinarias requieren pruebas extraordinarias, y sin estas, "EMMINENT" podría caer en el mismo saco roto que tantas otras obras que especulan sin aportar verdaderos avances en el entendimiento del fenómeno.

4. Elizondo, el outsider: ¿Un personaje cuidadosamente cultivado?

El libro también parece estar diseñado para reforzar la imagen de Elizondo como un outsider, un hombre que, tras su paso por las instituciones, se ha convertido en una especie de héroe rebelde en la lucha por la desclasificación de información. Sin embargo, esta narrativa puede no ser más que otra capa de su estrategia para mantenerse relevante en un campo saturado de voces y teorías. La pregunta que surge es si esta imagen se corresponde con la realidad o es simplemente una construcción conveniente para sus propósitos.

5. Los secretos que no se pueden contar: Un recurso agotado

No cabe duda de que Elizondo recurrirá a la afirmación de que sabe mucho más de lo que puede contar debido a los protocolos de confidencialidad firmados durante su desempeño en el Departamento de Defensa. Además, utilizará de escudo las amenazas que supuestamente recibe, lo que añade un toque dramático y refuerza la narrativa del mártir en su cruzada por la verdad. No obstante, este recurso empieza a sonar repetitivo, y cada vez son más los que se preguntan si realmente hay algo sustancial detrás de estas insinuaciones o si son simplemente un escudo para protegerse de la falta de contenido novedoso.

6. EMMINENT ¿El último cartucho de Elizondo?

Es posible que "EMMINENT" represente el último esfuerzo de Elizondo por monetizar su papel en el AATIP. La publicación del libro podría ser vista como una maniobra para capitalizar al máximo su notoriedad antes de que el interés en su persona pueda diluirse como un azucarillo.

7. Promesas de desclasificación futura: ¿Esperanza genuina o estrategia dilatoria?

Finalmente, no sería sorprendente que el libro cierre con promesas de futuras desclasificaciones o de intentos renovados por liberar información vital sobre los UAPs para contentar a los aficionados menos exigentes. Pero, estas promesas, aunque tentadoras, podrían no ser más que un recurso para mantener la atención del público y garantizar la relevancia y posición del propio Elizondo en el futuro cercano. La historia ha demostrado que tales anuncios rara vez se materializan en la forma que los entusiastas esperan.

Conclusión: Un libro que podría dejar más preguntas que respuestas

En resumen, "EMMINENT" de Lue Elizondo podría no ser la revelación que muchos esperan. Las claves ocultas en sus páginas parecen apuntar más hacia una estrategia de mantenimiento de relevancia y explotación comercial que hacia una verdadera entrega de verdades ocultas. Los lectores y seguidores del fenómeno UAP deberán decidir por sí mismos si las perpetuas promesas de Elizondo son suficientes o si este libro no es más que otro eslabón en la cadena de decepciones dentro del ámbito de la investigación de los fenómenos aéreos no identificados de los últimos años.





JOSE ANTONIO CARAV@CA


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sábado, 10 de agosto de 2024

AGENTE EXTERNO: INDICE DEL LIBRO

Para los interesados, os paso el INDICE de mi último libro AGENTE EXTERNO (EDITORIAL GUANTE BLANCO. 2024): En busca de las conexiones secretas entre el folclore, los encuentros cercanos con ovnis, las apariciones liminales, el misticismo, la Santa Compaña y el mundo de lo imaginal.









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