sábado, 17 de abril de 2021

¿SON LOS OVNIS DEL PENTAGONO UNA ASOMBROSA FARSA IDEADA POR UN PAIS ENEMIGO?

 





Eso al menos es lo que se desprende de las investigaciones emprendidas por Tyler Rogoway que asegura que las noticias filtradas desde los 2017 referentes al interés del Pentágono en los OVNIS podrían esconder una escandalosa operación de espionaje sin precedentes en los Estados Unidos. En un artículo titulado «Adversary Drones Are Spying On The U.S. And The Pentagon Acts Like They're UFOs» (15/04/2021) Rogaway admite que: «Puede que no conozcamos las identidades de todas las naves misteriosas que el personal militar estadounidense y otros han estado viendo en los cielos en los últimos tiempos, pero he visto más que suficiente para decirles que está claro que un adversario muy terrestre está jugando con nosotros en nuestro propio patio trasero utilizando tecnologías relativamente simples (drones y globos) y consiguiendo lo que podría ser el mayor logro de inteligencia de una generación. Si bien eso puede decepcionar a algunos que esperan que los orígenes de todos estos eventos sean de naturaleza mucho más exótica, las implicaciones estratégicas de estas audaces operaciones, que han estado sucediendo durante años, sin inmutarse, son absolutamente masivas. Nuestro equipo aquí en The War Zone ha pasado los últimos dos años presentando indirectamente una hipótesis de que muchos de los eventos que involucran supuestos ovnis, o fenómenos aéreos no identificados (UAP), como se les llama ahora a menudo, durante la última década son en realidad, la manifestación de adversarios extranjeros que aprovechan los avances en la tecnología de vehículos aéreos no tripulados de gama baja, e incluso plataformas más simples, para recopilar información de inteligencia de extrema fidelidad sobre algunas de las capacidades de guerra más sensibles de los Estados Unidos». Rogaway está convencido que los servicios secretos de un país extranjero han aprovechado que los militares norteamericanos pensaban que estas incursiones aéreas podrían ser «platillos volantes», para realizar todo tipo de labores de espionaje a sabiendas de que no iban a informar convenientemente de estos sucesos por temor al ridículo. El periodista lo deja claro cuando dice que: «Los despropósitos del Pentágono con respecto a los OVNIS parecen haber amenazado la seguridad nacional al más alto nivel: literalmente, dejar la patria con una puerta abierta para que la atraviesen humildes drones y permitir que se juegue con nuestras capacidades militares más preciadas por su valor de inteligencia. en su propio terreno. He dicho en numerosas ocasiones que el próximo 11 de septiembre vendrá de un enjambre de drones de gama baja y esta situación subraya aún más lo plausible que es. Pero realmente ni siquiera necesitamos usar nuestra imaginación». Y es que el miedo al ridículo de muchos oficiales y pilotos han podido posibilitar que muchas de estas operaciones de espionaje hayan pasado desapercibidas para el alto mando bajo el epígrafe de OVNIS. Además Rogaway insiste que las autoridades nunca se han tomado en serio estas investigaciones al creer que estaban relacionadas con «marcianos verdes»: «La evidente pasividad y el estigma que rodea a los fenómenos aéreos inexplicables en su conjunto ha llevado a lo que parece ser la paralización de los sistemas diseñados para protegernos a nosotros y a nuestras tecnologías militares más importantes, lo que apuntaría a un fracaso masivo de la inteligencia militar de los EE. UU. Este es un punto ciego que nosotros mismos hemos creamos literalmente a partir de tabúes culturales y un complejo militar-industrial que no es adecuado para prever y contrarrestar una amenaza de nivel inferior que es muy difícil de defender». Recordar que en 2019 el ministerio de Defensa actualizó sus directrices internas para permitir que sus tropas pudieran informar con mayor celeridad, y sin ninguna desconfianza, sobre cualquier tipo de avistamiento de fenómenos aéreos no identificados (UAPS). Además Rogaway cree que estos países han utilizado incluso drones comerciales para llevar a cabo algunas de sus incursiones, pero no obstante es obvio que han utilizado todo tipo de aeronaves que han podido llevar a la confusión a los militares estadounidenses: «Si bien los globos pueden parecerse a prácticamente cualquier cosa, los drones también pueden verse muy extraños debido a la gran cantidad de diseños que existen. Cuando la mayoría de la gente piensa en drones, se imagina un pequeño avión de ala fija o una configuración tipo quadcopter. Eso puede ser cierto para la industria floreciente en el mercado civil, pero hay muchos más diseños, algunos de los cuales parecen francamente naves extraterrestres y funcionan de manera diferente a un avión tradicional de ala fija o quadcopter. Estos incluyen todo, desde alas voladoras en forma de triángulo hasta aeronaves híbridas de rotor / ala fija o incluso un tubo vertical con un rotor en cada extremo. Incluso hay drones que lanzan drones parásitos más pequeños y actúan como su nave nodriza». El mayor peligro es que estas aeronaves pueden estar equipadas con diverso armamento para ejecutar un preciso ataque a puntos vitales de la seguridad nacional: «Los drones armados de pequeño tamaño, especialmente los que llevan una carga explosiva, se han convertido en una baza estratégica asimétrica barata y, tal y como predije hace años, están evolucionando rápidamente para convertirse en un elemento de cambio en el campo de batalla moderno».

¿Ha podido un país extranjero engañar a la inteligencia norteamericana?



Incluso el experto cree que algunas de las supuestas capacidades extraordinarias registradas en estas aeronaves podrían ser resultado de una guerra electrónica para confundir a los norteamericanos sobre lo que realmente estaba sucediendo: «muchas de las extrañas características de alto rendimiento que los barcos y los aviones detectan a veces por radar más allá del alcance visual durante estos incidentes pueden y probablemente son el resultado de una guerra electrónica. De hecho, cosas como las aceleraciones rápidas de velocidad y las caídas repentinas de altitud en el radar representan principios muy básicos de las tácticas de guerra electrónica. En el caso de los eventos de la costa este, por ejemplo, hasta donde se nos ha dicho, las capacidades de alto rendimiento de estos objetos nunca se observaron visualmente, pero sí en el radar. Los encuentros visuales describen objetos parecidos a globos que hacen cosas parecidas a globos, sin moverse rápido en absoluto, mientras que otros objetos presentan un rendimiento más similar al de los drones que a cualquier otra cosa». Para el autor del reportaje no hay dudas cuando afirma que la inteligencia norteamericana era consciente que muchos informes procedentes de sus pilotos señalaban claramente la existencia de vuelos de aviones no tripulados en sus inmediaciones: «adquirimos los informes de incidentes del Centro de Seguridad Naval que abarcan la mayor parte de la década de 2010 con respecto a objetos anómalos que los pilotos de combate encontraron frente a la costa este de los Estados Unidos. Lo que encontramos fue impresionante. Si bien hubo solo un número limitado de informes, y es muy probable que otros informes nunca se presenten en el centro de seguridad y, en su lugar, se archiven como eventos de inteligencia clasificados, los que estaban allí no describían naves extraterrestres en absoluto. En cambio, describieron aviones no tripulados con propulsión a chorro, similares a misiles y otros aviones no tripulados de ala fija que volaban en los niveles de vuelo, así como aviones no tripulados de múltiples rotores que volaban a alturas muy altas mar adentro. Allí hay objetos en forma de globos, cuyos orígenes fueron inexplicables incluso después de investigaciones oficiales». Y es que Rogaway cree que el enemigo ha potenciado deliberadamente la pantalla OVNI para pasar desapercibido e incluso, ha podido «disfrazar» sus drones para engañar a los pilotos: «Como hemos señalado antes, estos drones y globos, en particular, también podrían tener un aspecto muy extraño para casi cualquier persona que se encuentre con ellos, incluso como un cubo dentro de una esfera, o un dirigible metálico con apéndices extraños. De hecho, cuanto más raros parezcan, mejor será la cobertura para las operaciones en curso. Poner elementos infrarrojos en los drones, dándoles enormes firmas IR, o hacer que los globos reflectores de radar tengan una forma extraña, no sólo confundiría al adversario, sino que probablemente permitiría que estas operaciones continuasen durante mucho más tiempo sin ser controladas, y que aumentara enormemente la calidad de los datos de inteligencia que reciben. Teniendo esto en cuenta, hacer que las cosas parezcan más extrañas y menos amenazantes de lo que realmente son, es probablemente una táctica que el enemigo ha utilizado para estas operaciones, y esto a menudo puede tener un precio muy barato. Hemos hablado de cómo a veces los efectos más sencillos pueden crear las ilusiones más impactantes, y de cómo incluso trucos similares a los que Disney utiliza para sorprender las percepciones de los asistentes a los parques temáticos podrían emplearse de forma astuta para confundir a un adversario. Esto parece ser parte del la operación que se está ejecutando aquí, y ¿qué mejor tapadera reforzada pasivamente hay en los Estados Unidos que los OVNIS y todo el estigma que conlleva? El hecho de que los pilotos se hayan abstenido históricamente de informar sobre naves inexplicables en los cielos por miedo a que sus carreras se vean afectadas es todo lo que realmente se necesita saber para cuantificar lo relevante y eficaz que puede ser esta táctica». El autor cree que los drones son lanzados desde submarinos y barcos camuflados para acercarse sin llamar la atención a los sitios estratégicos. Y para terminar Tyler Rogoway expone cual deberían ser los tres pasos que debería ejecutar el gobierno para contrarrestar estas operaciones: «El primer paso es admitir que tenemos un problema importante con drones mucho más cerca de casa de lo que nadie quiere admitir y que al menos uno de nuestros adversarios se ha burlado de nosotros y ha comprometido capacidades clave utilizando tecnología notablemente de gama baja. En pocas palabras, han ganado y de una manera increíblemente irónica e ingeniosa. Solo una vez que lleguemos a admitir esto, podremos pasar a resolver este problema y confrontar quién está detrás de este asunto, aunque creo que está bastante claro quién podría ser, considerando que existe una lista con solo dos nombres.

Paso dos, solo tenemos que detener el tabú OVNI y tomarnos en serio la búsqueda de cada fenómeno anómalo observado, independientemente de sus connotaciones culturales. Debemos financiar completamente un centro de fusión de inteligencia real para trabajar en estos casos y exigir que nuestro aparato militar y de inteligencia canalice todos los nuevos datos a esta célula agrupada. Esta directiva debe provenir de los niveles más altos de la comunidad militar y de inteligencia. No puede ser otro programa "subcontratado" impuesto al Departamento de Defensa por legisladores que ni siquiera pueden estar en el cargo durante un par de años. Esta unidad de investigación debe tener acceso ilimitado a todas las fuentes de datos y productos de inteligencia relevantes que exista en el ejército de los EE. UU. Y la comunidad de inteligencia tiene que colaborar. Si descubrimos que los extraterrestres están visitando la Tierra en el proceso, ¡genial! Pero ese no es el punto.

Paso tres, cambiar totalmente la estrategia de comunicación en torno a este tema. Proporcionar toda la información que se pueda sobre este asunto, incluso si es inconveniente, aunque ha de protegerse las fuentes y los métodos cuando sea relevante. Si no llevamos a cabo este camino, los drones que espían nuestras emisiones electrónicas, tácticas y demás, pueden ser la menor de nuestras preocupaciones. A esas mismas aeronaves se les puede asignar fácilmente la tarea de derrotar a los mismos sistemas que nos están vigilando. Pero por encima de todo, en la actualidad pueden ser drones y globos, pero parece que nos estamos tapando los ojos intencionalmente a lo que podría ser el próximo gran avance tecnológico de nuestro adversario, que muy bien podría parecer extraño a primera vista. Tal y como está ahora el asunto, probablemente sólo descubriremos que no lo es cuando sea demasiado tarde». 


DOS PUNTOS DE VISTA

Evidentemente en los últimos días el affaire de los OVNIS del Pentágono está tomando unos derroteros inesperados. Si en los primeros compases de las informaciones que se hacían públicas se destacaba sobre todo el alto índice de extrañeza de las aeronaves observadas, a medida que pasa el tiempo, se está dejando entrever, cada vez con mas fuerza, la tesis de que estas misteriosas incursiones podrían ser obra de drones y aviones sin tripulación enviados por alguna potencia extranjera, que no extraterrestre para espiar a los Estados Unidos. Lo curioso es que ahora se introduce en la ecuación el facto engaño y se sospecha que la inteligencia de Rusia o China han podido utilizar una cortina de humo para facilitar su tarea. En este caso la pantalla OVNI, ya que conocían de antemano, tanto su poder cultural como la enorme reticencia que tienen los militares de informar de avistamientos extraños a sus superiores, y mucho menos de dejarlo por escrito en un informe o documento oficial. De hecho la propia CIA reconoció que en los años 50 y 60, en plena guerra fría con el bloque soviético utilizó las creencias generadas por los platillos volantes para enmascarar el vuelo de sus prototipos y aviones espías para no llamar la atención de Rusia. Y ahora, en pleno siglo XXI, según se desprende de las investigaciones de Tyler Rogoway se ha utilizado la escenografía OVNI para engañar a la inteligencia norteamericana y poder llegar con drones, incluso comerciales, hasta lugares y emplazamientos muy sensibles para la seguridad nacional. 

Gerald K. Haines, un historiador perteneciente a la Oficina de Reconocimiento de la CIA aseguró que muchos avistamientos que se produjeron durante la década de los años 50 y 60 fueron ocultados bajo el paraguas OVNI, promovidos por la agencia de inteligencia para no revelar que se trataba de aviones espía de reconocimiento U-2 y SR-71 Blackbird.




Pero estas suposiciones chocan aparentemente contra las conclusiones que según Lue Elizondo, exdirector del AATIP había llegado mientras estuvo al mando de las investigaciones OVNIS del Pentágono. Y es que, tampoco parece casual, que Elizondo en las últimas semanas ha clarificado enormemente su discurso ambiguo, y asegure que estos fenómenos no tienen nada que ver con drones (y mucho menos comerciales) ni de ningún tipo de aeronave no tripulada. Además para despejar aún más las dudas asevera sin ruborizarse que probablemente, estos OVNIS estudiados por el Pentágono provienen de otras dimensiones. Obviamente se trata de dos respuestas que se hallan en las antípodas, mientras Tyler Rogoway afirma que muchas de las supuestas extraordinarias capacidades de los OVNIS solo han sido confirmadas a través de radar y otros medios técnicos, y nunca de manera visual, Elizondo insiste es que las pruebas reunidas por su grupo confirman la procedencia extrahumana del fenómeno. Pero por otro lado, de forma muy sospechosa, hasta el momento, tanto las filmaciones y las fotografías filtradas a la prensa no muestran una extrañeza de tan envergadura que pueda desequilibrar la balanza definitivamente. Lo que puede cuestionar seriamente el verdadero propósito de estos últimos movimientos emprendidos por el Departamento de Defensa para esclarecer que hay detrás del fenómeno OVNI. Rogoway  señalaba en su escrito que: «Otro conjunto de imágenes tomadas por el submarino de ataque de la clase de Los Ángeles USS Omaha y filtradas alrededor del mismo período de tiempo, muestran lo que algunos afirman es una “nave transmedia'” que desaparece en el océano. Los fotogramas proporcionados no prueban nada por el estilo. Parece un globo u otro objeto que golpea el agua como se ve a través de un sistema de imágenes térmicas. Una vez más, tal vez existan otros datos que sean convincentes y verdaderamente exóticos, pero esto ciertamente estos no lo son». Y tampoco puede olvidarse que Elizondo ha deslizado en muchas declaraciones que si se demostrara que estos objetos son de origen terrestre, sería uno de los mayores errores de la inteligencia norteamericana de todos los tiempos.

Aunque pocos dudan que a estas alturas debe de existir algún tipo de material o documento en poder de las autoridades para demostrar fehacientemente, fuera de cualquier discusión o debate, alguna de las hipótesis mostradas ante la opinión pública… Ahora solo queda ver sobre que lado quieren desequilibrar la balanza…


 




JOSE ANTONIO CARAV@CA


Prohibido la reproducción total o parcial del material incluido en el presente blog sin previa autorización del autor. Propiedad de José Antonio Caravaca.


martes, 13 de abril de 2021

LA MARINA DE LOS ESTADOS UNIDOS CONOCE LA PROCEDENCIA DE LOS OVNIS QUE SOBREVOLARON SUS DESTRUCTORES: ¡SON CHINOS!

 



Desde que se hiciera público que varios destructores de la marina estadounidense confirmaron la presencia de OVNIS durante unas maniobras rutinarias las alarmas volvieron a saltar en todos los medios de comunicación. Y lógicamente las preguntas volvieron a amontonarse ante el Departamento de Defensa en busca de respuestas: ¿Qué son estos UAPS/OVNIS? ¿Drones militares o naves del espacio exterior? Y es que cada vez parece mas inviable que las autoridades puedan salir de este atolladero mediático sin esgrimir una declaración contundente y concisa que despeje todas las dudas.

En un artículo titulado «Navy knows more about 2019 “mytery drones” incident than it says» (10/04/2021) el especialista Sean Spoonts en temas militares indica que: «En julio de 2019, aproximadamente a 50 millas náuticas al oeste y suroeste de la isla de San Clemente frente a California, tres barcos de la Armada de los EE. UU. se encontraron con varios vehículos aéreos no tripulados (UAV) en cuatro incidentes separados. Originalmente, los avistamientos de los misteriosos drones fueron reportados por el documentalista Dave Beaty en su cuenta de Twitter. Un amigo de uno de los miembros de la tripulación del USS Kidd dijo que los UAV se parecían a la forma TicTac citadas en el famoso encuentro OVNI de los FA-18 del USS Nimitz en la misma área en noviembre de 2004. Como era de esperar, este vínculo con un avistamiento OVNI previamente documentado provocó en la prensa un frenesí especulativo. Un artículo de  Adam Kehoe y Mike Cecotti para The Drive avivó aún más el ángulo del misterio de estos acontecimientos. Los escritores utilizaron las entradas de registro de los barcos y los datos de seguimiento de barcos de origen público para argumentar que las intrusiones "descaradas" de estos drones representaban una grave violación de la seguridad. Otros medios de comunicación como Yahoo News, Forbes, Fox News, Daily Mail y el New York Post también presentaron historias sobre los "drones misteriosos" y el supuesto pánico en la Marina de los Estados Unidos por estos cuatro incidentes».  Pero desde el punto de vista de Sean Spoonts no se ha contado toda la verdad sobre la naturaleza de estos acontecimientos: «Oficialmente, la Marina dijo que no tenía idea de lo que eran, pero los detalles informados sobre cómo reaccionó a estos misteriosos drones sugieren que probablemente sepa mucho más de lo que deja entrever».


¿El ejercito chino está detrás de los últimos avistamientos OVNIS?




El autor del reportaje insiste en que los propios detalles de los encuentros contienen la información para esclarecer el enigma: «El esquema básico de los incidentes es simple. En el transcurso de cuatro noches, hasta seis vehículos teledirigidos se acercaron a un ejercicio de entrenamiento que consistía en seis buques de guerra estadounidenses desplegados en las aguas de la isla de San Clemente. Los UAV volaron a varias altitudes desde el nivel del mar hasta más de 1,000 pies. Flotaron sobre los barcos y sus cubiertas de vuelo de helicópteros en la popa y mantuvieron la posición fuera de su babor y estribor. No estaban apagados, pero tenían luces rojas y blancas visibles. Aparte de acercarse a los buques de guerra, no pusieron en peligro la operación de ninguno de los buques de acuerdo con las entradas de registro de la Marina». Además, este escrito responde a una de las grandes dudas que suscitaron estos avistamientos ¿activó la marina sus protocolos de defensa y respuesta para interceptar a los invasores?: «Los buques de la Armada se prepararon inmediatamente para el Control de Emisiones o "EMCON". Bajo la activación del EMCON, cualquier cosa que emita señales electromagnéticas a bordo de la nave, como radios y radares, se apaga y la nave se oscurece. La pregunta entonces es, ¿por qué los barcos apagaron todos sus emisores? La respuesta es doble. En primer lugar, esto reduce la firma de emisiones de las embarcaciones que, de otro modo, podrían detectarse a muchas millas de distancia por sus radios y transmisiones de radares. Es obvio que los barcos de la Armada estaban privando a estos misteriosos drones de cualquier capacidad para detectar y registrar sus frecuencias para su posterior análisis por quien los lanzó.

En segundo lugar, el silencio hace que los sistemas de vigilancia electrónica de los barcos funcionen mejor. Esos drones estaban dirigidos por señales de control remoto y los barcos estarían "aspirando" esas señales de radio para analizarlas con más detalle. Nuestros destructores están cubiertos por antenas de recepción de vigilancia electrónica que están recogiendo todo lo que pasa por su camino en el espectro electromagnético de señales. Existen 12 bandas de radio diferentes que van desde la frecuencia extremadamente baja a la frecuencia extremadamente alta en un espectro que abarca desde tres hercios hasta 3000 gigahercios. Dentro de estas bandas de frecuencia, las señales de comunicación se envían a radios de automóviles, submarinos debajo de la superficie e incluso satélites en el espacio. Al escuchar las frecuencias que usaban estos drones, podríamos saber mucho sobre desde dónde podrían ser controlados y por quién». Y al parecer la marina puede estar guardando celosamente el resultado de sus indagaciones: «Estados Unidos tiene un aparato de inteligencia para detectar y analizar señales enormemente poderoso y capaz, que se remonta a antes de la Segunda Guerra Mundial. Pudimos romper los códigos de los ejércitos tanto alemán como japonés; algo invaluable para ganar esa guerra. Durante la Guerra Fría, pudimos distinguir entre los submarinos soviéticos individuales porque nuestro equipo de detección de sonido era tan sensible que podía saber si un submarino tenía una abolladura en una de sus palas de la hélice o si un eje de transmisión tenía una ligera deformación o "latigazo". a él cuando giró. La Inteligencia y Vigilancia de Señales es una misión importante de la Marina de los EE. UU. Puede navegar con sus barcos fuera del registro de la costa de otra nación y analizar transmisiones de radio y radar y crear un catálogo de estas señales para su uso futuro en un conflicto. Si conoce las frecuencias que utilizan sus adversarios, puede falsificarlas para enviar comunicaciones falsas o bloquearlas por completo». Entonces ¿conoce el gobierno estadounidense que el ejército chino está espiando a su flota? ¿tiene más datos de lo ocurrido?: «Durante los encuentros con los drones misteriosos, los barcos emplearon equipos de “SNOOPIE” (interpretación y explotación náutica o fotográfica del barco) para grabar y fotografiar los drones cerca de los barcos. Esto también es parte de la misión de recopilación de inteligencia de señales en la que participó la Marina durante estos encuentros. El análisis de esas fotos y videos será granular, prestando especial atención a cada fotograma. La tecnología de drones no es muy complicada: podremos deducir bastante sobre los sistemas de control, propulsión, sensores y capacidades de comunicación de estos drones a partir de fotos y videos. Quien los envió también lo sabe, por lo que los drones llegaron de noche y en condiciones climáticas de baja visibilidad. Sus controladores esperaban dificultar un poco la recopilación de inteligencia visual». Pero la pregunta básica es ¿por qué la marina no derribó a ninguno de estos drones?: «Puede haber tres razones para esto. Primero, los drones no estaban realmente poniendo en peligro a los barcos. En el mar, no es raro que los aviones de combate de varias naciones sobrevuelen los barcos de los demás. En mi propia experiencia, nuestros helicópteros sobrevolaron los buques navales soviéticos y pasaron junto a ellos tomando fotografías. Los soviéticos también nos tomaron fotos. Según la información publicada hasta ahora, los drones operaban fuera del límite exterior de 12 millas de nuestras aguas territoriales: no estaban cometiendo un acto de guerra. En segundo lugar, fotografiar y grabar en video los drones y capturar sus emisiones electrónicas es una oportunidad de recopilación de información para nosotros. Conocer las capacidades y vulnerabilidades de nuestros adversarios es parte del trabajo de los barcos de la Armada como el USS Kidd. Ciertamente son buques de guerra, pero también son plataformas de recopilación de inteligencia. Finalmente, disparar a estos misteriosos drones en mar abierto podría proporcionar un golpe de propaganda a un adversario. Podían afirmar que los drones estaban llevando a cabo una misión oceanográfica, tenían instrumentos meteorológicos a bordo o estaban investigando la vida marina, y fueron derribados por los estadounidenses agresivos y paranoicos en aguas internacionales. Y eso no es bueno». Después de analizar toda la situación Sean Spoonts tiene claro que, al menos en este suceso: «Creo que los drones misteriosos probablemente eran chinos y estaban dirigidos por comunicaciones vía satélite desde el espacio. Hubo otras naves civiles en el área a las que se les preguntó sobre la operación de drones simplemente como una forma de confirmar lo que la Marina ya habría sabido solo por la energía de transmisión de las frecuencias de radio de los drones. Estos drones también parecían ser rápidos y duraderos, lo que sugiere que pueden haber venido de una distancia considerable, tal vez hasta 100 millas». Sean Spoonts cree que los drones son lanzados desde «barcos de pesca» para pasar desapercibidos. Lo más curioso es que el autor del reportaje asegura que muchas de estas grabaciones obtenidas por los drones chinos, son utilizadas, a modo de reclamo, para vender con garantías su tecnología a otros países. El problema sería resolver si todos los avistamientos UAPS/DRONES/OVNIS denunciados por la marina obedecen a la misma causa o si estamos tratando con fenómenos diferentes. Sin duda el asunto de los OVNIS del Pentágono esta adquiriendo cada vez más relevancia y la opinión pública espera una respuesta a la altura de las expectativas.

 




JOSE ANTONIO CARAV@CA


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sábado, 10 de abril de 2021

LOS ULTIMOS "OVNIS" FILTRADOS DEL PENTAGONO





El Pentágono acaba de confirmar que las fotografías y videos OVNIS filtrados al público por el periodista George Knapp en MysteryWire.com y Jeremy Corbell en ExtraordinaryBeliefs.com pertenecen a sus archivos. 

La portavoz Susan Gough ha comentado al ufólogo John Greenewald que: “Puedo confirmar que las fotos y videos a los que se hace referencia fueron tomados por personal de la Marina. La UAPTF ha incluido estos incidentes en sus exámenes en curso ”, También añadió que: “Como dijimos antes, para mantener la seguridad de las operaciones y evitar revelar información que pueda ser útil para los adversarios potenciales, el DOD no discute públicamente los detalles de las observaciones o los exámenes de las incursiones reportadas en nuestros campos de entrenamiento o espacio aéreo designado, incluyendo aquellas incursiones inicialmente designadas como UAP ".

Ampliación de la imagen.



En la comunicación no se detalla si estos objetos han sido identificados posteriormente en alguna investigación interna. Esto puede dar a entender que algunas de estas aeronaves no identificadas podrían ser material para entrenamientos avanzados, aunque la portavoz no quiso entrar en mas detalles: "No tengo nada más para ti más allá de lo que te proporcioné".

Jeremy Corbell indicó en un artículo titulado «The US Navy filmed pyramid shape UFOs» (08/04/2021) que: «Como cineasta de investigación y periodista que trabaja en el campo de la investigación OVNI, recibo comunicaciones anónimas y filtraciones de datos casi a diario. Es algo que pedí públicamente, hace mucho tiempo. Proporcioné mi información de contacto y solicité a las personas que se comunicaran con casos y pistas sobre el fenómeno OVNI. He repetido esta misma solicitud en radio, televisión y podcasts populares. Esta táctica funcionó, muy, muy bien». 

Objeto en forma de pirámide filmado en julio de 2019 desde el USS Russell (Gentileza Jeremy Corbell)

Ampliación (Gentileza Jeremy Corbell)




Corbell señaló como llegó a su poder esta nuevas imagenes: «La información relacionada con este caso no fue diferente. Obtuve los materiales hace bastante tiempo en una entrega de datos anónima. Se incluyó un contexto escrito detallado para acompañar cada elemento. Mi desafío fue activar mi red de contactos en un intento de validar o refutar algunas de las afirmaciones y detalles proporcionados. Esto se hace tanto extrayendo los materiales para revelar metadatos, como también encontrando a aquellos que tendrían conocimiento de los eventos descritos o que puedan confirmar que están en condiciones de tener conocimiento directo de los elementos que obtuve. Esto tomó su tiempo, me pareció una eternidad, pero valió la pena. George Knapp y yo pudimos verificar los materiales que está a punto de considerar. Puedo confirmar su autenticidad, así como la narrativa que se me proporcionó cuando se presentaron. Estas son fotos y videos auténticos de encuentros militares reales con OVNIS, generados para educar a los oficiales de inteligencia de alto nivel dentro de nuestro ejército sobre la naturaleza y presentación del fenómeno UAP/OVNI». 





JOSE ANTONIO CARAV@CA



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viernes, 9 de abril de 2021

¿CUAL PUEDE SER EL CONTENIDO DEL INFORME OVNI QUE SE PRESENTARA ANTE EL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS?





Mucho se está especulando sobre el contenido del informe final que el UAPTF (Unidentified Aerial Phenomena Task Force) debe entregar ante el Congreso de los Estados Unidos en junio de 2021. No en vano se espera que dicho estudio responda a las preguntas capitales que llevan varios años orbitando en torno al enigma de los UAP (fenómenos aéreos no identificados) desde que en 2017 se produjera un gran seísmo mediático tras conocerse el escándalo de los OVNIS del Pentágono. Pero ¿conoceremos que hay detrás de estos fenómenos de una vez por todas? De entrada, hay que aclarar que no existe un precedente de esta envergadura, ya que en las anteriores comisiones de estudio que se han realizado sobre los OVNIS en Estados Unidos no ha habido, ni de lejos, esta colosal unanimidad, por parte de la clase política, la opinión pública, los medios de comunicación y la comunidad ufológica, por demandar que se esconde en los archivos gubernamentales sobre esta polémica materia. Y precisamente ese amplio consenso desde diversos sectores de la sociedad norteamericana puede posibilitar que esta investigación acabe aportando nuevos datos sobre la mesa. Aunque está claro que siguen existiendo ciertas lógicas reservas sobre el cometido final del UAPTF. Y más aún, cuando controvertidos «personajes bisagra» como Lue Elizondo están intentando «mediar» y «suavizar» posturas entre ambas partes, advirtiendo prematuramente que la verdad puede llegar a cuenta gotas, y que lo realmente esencial de la nueva postura gubernamental es su renovada posición aperturista, por lo que no deberíamos, en esta primera aproximación de posturas, esperar una revelación extraordinaria. Elizondo lo expresó a la perfección cuando dijo en una reciente entrevista que: «si esperas que muestren un OVNI aterrizado sobre la Casa Blanca probablemente eso no pasará (...) quiero templar las expectativas». Elizondo trasmite la estudiada idea de que nos hallamos envueltos en un lento proceso gradual, que quizás en un futuro no demasiado lejano, pueda propiciar ese gran cambio anunciado. Aunque por otro lado, de forma contradictoria, el propio Elizondo se muestra mucho menos cauto y ponderado en sus declaraciones cuando ha señalado sin tapujos que los OVNIS pueden proceder de otra dimensión (¿!). ¿Está el exdirector del AATIP (Advanced Aerospace Threat Identification Program) colaborando con las autoridades en este proceso de desclasificación?

Si esto fuera cierto, demostraría que existe una importante intrahistoria detrás de los OVNIS del Pentágono que aún no ha llegado al gran público. Pero ¿a qué debería responder la UAPTF concretamente? ¿Cuáles son las dudas que podrían resolver este ansiado informe? Evidentemente la gente no espera una nueva andanada de documentados que demuestre una vez más que el gobierno estadounidense ha estado estudiando una serie de fenómenos aéreos desconocidos. Con eso no basta. La opinión publica demanda explicaciones y respuestas concretas para las grandes interrogantes que suscitan estos avistamientos de aeronaves no identificadas, que según indican los informes oficiales vuelan sobre instalaciones nucleares, sobre los barcos de la marina estadounidense y muy cerca de los aviones de combate.

Puesto a especular, el contenido de ese documento debería intentar, en la medida de lo posible, y sin vulnerar secretos que atañen a la seguridad nacional, responder a tres cuestiones básicas, pero elementales, para comprender la naturaleza del problema OVNI:


1.- ¿SON LOS UAPS AERONAVES TERRESTRES? 

Resulta poco comprensible que después de años de investigación al más alto nivel, aún se esté dudando de que si estas aeronaves son de procedencia terrestre o no. Esto no se lo cree nadie. Es obvio que el AATIP y otras agencias de inteligencia que va a consultar el UAPTF tienen que tener evidencias e información de sobra, en un sentido u otro, para declarar si la tecnología mostrada por estos UAPS ha podido ser desarrollada por una potencia extranjera o si estamos enfrentados a otra cosa totalmente diferente. Eso está claro. Lo que resulta intolerable a estas alturas de la película es la manifiesta ambigüedad de las autoridades norteamericanas a la hora de ofrecer una explicación sobre los UAP haciendo malabarismos dialecticos para evitar decantarse ante ninguna posibilidad. Lo mínimo que se espera de este grupo de trabajo es que ofrezca una respuesta contundente a la hora de definir la naturaleza del fenómeno y se deje de divagaciones e imprecisiones vacuas. 

2.- ¿SE TRATA DEL MISMO FENOMENO QUE SE INVESTIGA DESDE 1947? 

Aunque parezca una pregunta obvia, las autoridades tienen la obligación de confirmar o negar si estos UAPS que tanto preocupan al Pentágono en la actualidad, son los mismos OVNIS que investigaban en la lejana década de los cincuenta. Y todo para demostrar, de una vez por todas, si las conclusiones negativas de aquellos años, asegurando que los OVNIS no existían y que no representaban ninguna amenaza para la seguridad nacional, fueron manipuladas para engañar a la opinión pública. Este aspecto es de vital importancia sobre todo para calibrar la verdadera dimensión del fenómeno, y descartar la hipótesis terrestre, así como el concepto amenaza.

3.- ¿EXISTEN EVIDENCIAS DE LOS UAP? 

Ni los más escépticos creen que las autoridades norteamericanas no dispongan en sus archivos de múltiples evidencias y pruebas de gran calado sobre la existencia indiscutible de los UAP. Y además estas pruebas, al contrario de las facilitadas hasta el momento, no necesitarían miles de horas de debates interminables para evidenciar la realidad o la alta extrañeza del fenómeno. Por lo tanto, el informe debe incluir fotografías, filmaciones, registros en radar y otros medios técnicos e incluso supuestos restos recuperados de algunos UAP si los hubiera. 

Todo lo que no siga este guión, con mayor o menor grado de detalle en cada apartado, se saldrá por completo de lo mínimo exigible a un informe de esta magnitud, que debe presentarse ante el Congreso de los Estados Unidos, con la inexcusable garantía de ofrecer una respuesta oficial y transparente sobre este enigma a toda la ciudadanía norteamericana. 





JOSE ANTONIO CARAV@CA



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jueves, 8 de abril de 2021

EL ALMIRANTE MICHAEL GILDAY AFIRMA QUE NO HAN PODIDO IDENTIFICAR A LOS OVNIS QUE SOBREVOLARON VARIOS DESTRUCTORES DE LA MARINA EN 2019






En un revelador artículo titulado «Navy's Top Officer Says "Drones" That Swarmed Destroyers Remain Unidentified» (04/05/2021) Adam Kehoe y Marc Cecotti exponen que: «En una mesa redonda con reporteros celebrada hoy, se le preguntó al jefe de Operaciones Navales, almirante Michael Gilday, el oficial superior de la Marina de los EE. UU., sobre una serie de incidentes extraños que tuvieron lugar en julio de 2019 y que involucraron lo que solo se ha descrito como "drones" que popularon alrededor de unos destructores estadounidenses en la costa del sur de California. "The War Zone" fue el primero en informar en detalle sobre esta serie de eventos misteriosos después de que el suceso fuera descubierto originalmente por el cineasta Dave Beaty. 

Cuando Jeff Schogol del medio "Task & Purpose" le preguntó si la Marina había identificado positivamente a alguna de las aeronaves involucradas, Gilday respondió diciendo: "No, no lo hemos hecho. Soy consciente de esos avistamientos y, como se ha informado, ha habido otros avistamientos de pilotos en el aire y de otros barcos, no solo de los Estados Unidos, sino de otras naciones y, por supuesto, otros elementos dentro de la fuerza conjunta de los Estados Unidos".  “Esos hallazgos se han recopilado y todavía se están analizando”, agregó Gilday. “No tengo nada nuevo que informar, Jeff, sobre lo que esos hallazgos han revelado hasta ahora. Pero les diré que tenemos un proceso bien establecido en toda la fuerza conjunta para recopilar esos datos y llevarlos a un archivo separado para su análisis". 

En el momento de escribir este artículo, no está claro si el almirante Gilday se refería a la Fuerza de Tarea de Fenómenos Aéreos No Identificados (UAPTF) liderada por la Armada del Departamento de Defensa, creada en agosto pasado para examinar las "incursiones de aeronaves no autorizadas en nuestros campos de entrenamiento o espacio aéreo restringido". Se espera un informe solicitado por el Senado sobre fenómenos aéreos no identificados a finales de este año. No se pudo contactar a representantes de la UAPTF para hacer comentarios.

Una respuesta preliminar a nuestras consultas sobre la Ley de Libertad de Información (FOIA) indica que la Oficina de Inteligencia Naval (ONI) posee documentos sobre el incidente y que están mezclados con registros de varias otras agencias. Esto tendría sentido ya que la UAPTF se estableció dentro de la ONI , según el Comité Selecto de Inteligencia del Senado. Schogol también preguntó si había alguna sospecha de que los aviones descritos como drones fueran "extraterrestres". Gilday respondió: "No, no puedo hablar de eso, no tengo ninguna indicación de eso". "The War Zone" se ha comunicado con la Armada, la Guardia Costera y la Oficina Federal de Investigaciones para obtener más detalles sobre los drones que volaron cerca de los destructores de la Armada en 2019. Se pidió a los miembros de los comités de inteligencia y servicios armados tanto en el Senado como en la Cámara que comentaran también este asunto. Si bien al menos algunos funcionarios electos indicaron que estaban al tanto del problema, ninguno pudo hacer una declaración en este momento sobre los encuentros frente a la costa del sur de California hace dos años. Continuaremos actualizando a nuestros lectores con nueva información sobre esta extraña serie de eventos tan pronto como la obtengamos».

Resulta muy curioso que desde 2019 la Marina estadounidense no haya podido identificar unas aeronaves que se acercaron durante horas a sus barcos y aviones.






JOSE ANTONIO CARAV@CA


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miércoles, 7 de abril de 2021

EXDIRECTOR DE LA CIA: "ESTA OCURRIENDO ALGO QUE SORPRENDE A UNA SERIE DE AERONAVES DE VANGUARDIA Y A PILOTOS EXPERIMENTADOS"





El portal de "The New Yor Times" publica un reportaje titulado «Ex-CIA director believes UFOs could exist after pal’s plane ‘paused’» (06/04/2021) donde Yaron Steinbuch recoge las ultimas informaciones de alto nivel surgidas en torno a los OVNIS: «El exdirector de la CIA R. James Woolsey afirmó en una reciente entrevista que cree que los OVNIS podrían existir después de conocer que el avión de un amigo se detuvo a 40.000 pies de altura, y espera que los humanos sean amistosos con los extraterrestres si alguna vez se establece el contacto, según un informe.

El ex jefe de los espías -que dirigió la agencia de 1993 a 1995- "A lo largo de los años se han producido sucesos de un tipo u otro, normalmente relacionados con algún tipo de aeronave", dijo Woolsey en la entrevista. "Pero hubo un caso en el que un amigo mío comprobó como su avión se detuvo a 40.000 pies o algo así y aontinución no operaba como un avión normal", continuó Woolsey, añadiendo que la fuente era alguien a quien "respeta". "¿Qué estaba pasando? No lo sé. ¿Alguien lo sabe?", dijo. (...) Y añadió: "No soy tan escéptico como hace unos años, por decirlo suavemente, pero está ocurriendo algo que sorprende a una serie de aeronaves de vanguardia y a pilotos experimentados." Durante la entrevista, el podcaster de Black Vault, John Greenwald Jr., dijo que otros jefes de inteligencia también han dejado abierta la posibilidad a la existencia de vida extraterrestre.

En diciembre, el ex director de la CIA, John Brennan, dijo que era "presuntuoso y arrogante" creer que no hay otras formas de vida más que las de la Tierra. "En diciembre, el ex director de la CIA, John Brennan, dijo que era "presuntuoso y arrogante" creer que no existen otras formas de vida además de las de la Tierra."Creo que algunos de los fenómenos que vamos a ver siguen siendo inexplicables y podrían, de hecho, ser algún tipo de fenómeno que es el resultado de algo que todavía no entendemos y que podría implicar algún tipo de actividad que algunos podrían decir que constituye una forma de vida diferente", dijo en el podcast  “Conversations with Tyler". En abril de 2020, el Departamento de Defensa  emitió un comunicado confirmando tres  vídeos de la Marina sin clasificar de 2004 y 2015, cada uno de los cuales muestra "fenómenos aéreos no identificados". Brennan comentó sobre los videos, calificándolos de "bastante asombrosos". El Pentágono anunció en septiembre que había creado un Grupo de Trabajo sobre Fenómenos Aéreos No Identificados.

Greenwald, el moderador de la Black Vault, ha afirmado que el archivo sobre OVNIs desvelado por la CIA parecía ser intencionadamente difícil de examinar, ya que utilizaba un formato de ficheros "obsoletos".

"La CIA ha dificultado increíblemente el uso de sus registros de una manera razonable", dijo. "En mi opinión, este formato anticuado hace que sea muy difícil para la gente ver los documentos, y utilizarlos, para cualquier propósito de investigación". Los últimos acontecimientos se producen en medio de un creciente interés por los OVNIs, que ha sido evidenciado por un aumento de los avistamientos.

Los avistamientos aumentaron en 2020 en comparación con el año anterior, con más de 6.600 registrados durante ese periodo, según National UFO Reporting Center data».






JOSE ANTONIO CARAV@CA



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domingo, 4 de abril de 2021

ELIZONDO AFIRMA QUE: «NO ESTAMOS TRATANDO CON DRONES EN ABSOLUTO. NO SON DRONES, NO TENEMOS NI IDEA DE LO QUE SON».

 






Lue Elizondo fue entrevistado recientemente en el programa «Debriefed» (03/04/2021) por la periodista Cristina Gómez y respondió a algunas cuestiones referentes al próximo informe OVNI que se va a presentar ante el Congreso de los Estados Unidos. Para empezar el exdirector del AATIP (Advanced Aerospace Threat Identification Program), aseguró que el plazo dado es muy difícil de cumplir, y duda seriamente que 180 días sean suficientes para cumplir con esta ardua tarea. Según manifestó Elizondo para completar este informe, se contará con la participación de 18 agencias diferentes y esto puede dificultar mucho la el trabajo. Puso ejemplos sencillos, y ajenos a cuestiones de seguridad nacional, que pueden entorpecer el avance de la investigación. Desde bajas médicas hasta simples vacaciones del personal, suelen ser algunos de los obstáculos normales que se suelen encontrar en estas comisiones oficiales, y que obviamente complican mucho los plazos. Elizondo indicó que el informe sobre el 11S tardó 3 años en completarse, por lo que es evidente que 180 días es muy poco tiempo para un estudio tan complejo. Pero Elizondo quiso restar importancia a este detalle, añadiendo que si hemos esperado tantos años una respuesta oficial sobre los OVNIS podremos esperar un poco más. Incluso sugirió que posteriormente a esta desclasificación se tendría que informar cada año en el Congreso de los progresos que se alcancen en estos estudios, ya que los constantes avances tecnológicos que se producen ofrecerán nuevas pruebas y evidencias. Y que, sobre todo, poco a poco, nos olvidaremos de los estigmas asociados al fenómeno y llegaremos a comprender la naturaleza de los OVNIS. Cristina Gómez le preguntó su opinión sobre las personas con estatus en el gobierno que consideraban que invertir dinero en la investigación OVNI era un gasto inútil. Elizondo señaló que este es un tema muy importante que involucra la seguridad nacional y que no puede esquivarse, ni arrinconarse, pero a continuación afirmó que existen muchas razones por la que hay gente que no quiere que este asunto salga a la luz, desde cuestiones meramente religiosas o filosóficas, a los que se sienten muy incomodos con todo lo relacionado con los OVNIS. En este apunto de la entrevista el exagente del gobierno alabó el esfuerzo y dedicación del congresista Harry Reid. 

La periodista le preguntó si consideraba que se había destinado poco dinero e interés en la elaboración de este informe final sobre OVNIS para el Congreso. Elizondo declaró que la estructura del gobierno norteamericano es muy compleja, que es una organización omnipotente cuyas funciones y acciones a veces son públicas, pero que en otras muchas otras ocasiones tienen miedo, intereses y ciertas metas que les cuesta dar a conocer. Aunque para el exagente es obvio que el fenómeno OVNI representa uno de los mayores desafíos a lo que nos hemos enfrentados.  Elizondo no duda que siguen existiendo algunos inconvenientes en estos estudios, y que durante su etapa en el AATIP había contactado con compañeros, científicos y militares que tenían miedo de hablar sobre estas cuestiones. Sin embargo, quiso aclarar que esto cada vez ocurre menos, y que en la actualidad existe menos rechazo y se está exigiendo mayor transparencia.

Cristina Gómez ha realizado una interesante entrevista,




Cristina Gómez le preguntó sobre un asunto de rabiosa actualidad. Los informes sobre la observación de drones sobre buques de la marina estadounidense y si pensaba que estos objetos podrían ser aeronaves chinas. Elizondo comentó que tras estudiar este asunto durante mucho tiempo había llegado a la conclusión de que los drones tenían muchas limitaciones en comparación con lo que mostraban los informes. Sobre todo, en la autonomía de vuelo, ya que por ejemplo muchos drones comerciales apenas pueden volar 15 minutos. Y es que según Elizondo el tiempo es un gran problema para la teoría de los drones, puesto que los OVNIS vuelan durante horas alrededor de los barcos. Además, los OVNIS vuelan en condiciones climáticas adversas y de noche, otro gran hándicap para los drones. Incluso destacó que los barcos de la marina tienen efectivas medidas de defensa contra este tipo de incursiones. Lue Elizondo concluye que las autoridades militares «Se llamaban drones simplemente porque no querían decir la palabra UAP, no querían asustar a la gente (...) si ves luces en el cielo es mejor que escribas la palabra drone, no escribir la palabra UAPS porque se va a publicar y va ser un mal día para nosotros con la prensa». El experto no titubea en puntualizar que: «No estamos tratando con drones en absoluto. No son drones, no tenemos ni idea de lo que son». Elizondo también reveló que si se tratara de tecnología china se arriesgaban a perder alguno de estos drones, y que además, el vuelo de estos aparatos sobre buques de la marina estadounidense en territorio estadounidense era una osada y arriesgadísima provocación que podría ocasionar un grave conflicto diplomático. Para el exdirector del AATIP estos múltiples avistamientos no se trataban de drones del gigante asiático.

Cristina Gómez le preguntó a continuación si el famoso informe que se va a presentar ante el Congreso va a contener información muy sensible. Elizondo matiza y aclara que mucha gente se puede sentir decepcionada, porque en muchas ocasiones el gobierno no tiene tanta información secreta sobre determinadas cosas como se sospecha. Además Elizondo indica que la enorme burocracia y los problemas de seguridad nacional origina muchos documentos clasificados que realmente no son interesantes para la opinión pública. Elizondo insiste que hay que tener paciencia y ser comprensibles, añadiendo que hace tres años nadie hubiera apostado a que senadores, exagentes de servicios secretos y militares habrían hablado tan abiertamente sobre OVNIS, colocando el asunto bajo los focos. Para Elizondo estamos en el proceso y se están logrando grandes avances, por lo que hay que tener esperanzas. Pero en tono jocoso añade que: «si esperas que muestren un OVNI aterrizado sobre la Casa Blanca probablemente eso no pasará (...) quiero templar las expectativas». Elizondo lo tiene claro, estamos inmersos en un proceso más que un evento puntual que vaya a propiciar un gran cambio. El exagente es optimista de cara al futuro, ya que la gente exige que la audiencia en el Congreso sea publica, y tanto si las agencias involucradas conocen o no la realidad del fenómeno OVNI, lo hayan estudiado o no, tendrán que responder a muchas preguntas incomodas. Elizondo es tajante: «el informe es un gran comienzo».

En ese momento Cristina Gómez le pregunta si conoce el posible contenido de ese informe. Elizondo ríe: «tengo que rechazar cortésmente tu pregunta» explicando que debe responder muy sucintamente porque quiere ser muy respetuoso con las acciones que se están emprendiendo y no quiere entorpecer la investigación en curso. Entonces la periodista le pregunta por la participación de entidades privadas en estas tareas de investigación OVNI. Elizondo vuelve a rechazar educadamente la pregunta, pero dice que esto no es nuevo, que se ha hecho desde hace muchos años. Y sobre la colaboración entre países, Elizondo expone que estamos ante un problema global que involucra a todos los gobiernos del planeta, que el fenómeno «no distingue fronteras desde ahí arriba». Cristina Gómez vuelve al asunto más relevante de la entrevista, y le pregunta a Elizondo que pasaría si el informe indicara que estos fenómenos tienen un origen fuera de nuestro planeta. «Voy a bajar por la madriguera del conejo» responde entre risas Lue Elizondo, para argumentar que la cuestión no es saber si son de aquí o de fuera del planeta, esa es una pregunta equivocada a su parecer. Para el exagente la cuestión debe plantearse fuera de nuestro marco habitual de pensamiento. Debemos olvidarnos de pensar en binario como hace nuestra ciencia, dentro o fuera, arriba o abajo, blanco o negro, izquierda o derecha. Para el experto la naturaleza no funciona de esa manera, ya que también existen las diagonales y los movimientos en zig zag. Elizondo afirma que algunos expertos han considerado que los OVNIS pueden proceder de otra dimensión, y que quizás necesitaremos un dispositivo tecnológico para poder interactuar correctamente con el fenómeno. Elizondo especula que quizás los OVNIS están aquí desde siempre, en la Tierra, y que es algo en cierta forma natural. También quiere recalcar que el gobierno estadounidense no tiene por qué conocer todas las respuestas, y que posiblemente ni siquiera concierne a las autoridades conocerlas, que hay que integrar en esta ecuación a filósofos y científicos para que ayuden a comprender algunos aspectos del fenómeno: «la naturaleza no acata nuestras reglas». Cristina Gómez se muestra sorprendida por esta respuesta y reconduce la entrevista al aspecto logístico. Pregunta a su invitado si los avistamientos de UAPS sobre instalaciones nucleares se ha contemplado por las autoridades como una amenaza, un sondeo o una demostración de tecnología. Elizondo asegura que si estos vuelos obedecieran a aeronaves de un país extranjero esto sería muy grave, ya que no solo pueden volar sobre espacio aéreo altamente restringido, sino que pueden interferir y controlar los dispositivos de las instalaciones: «estos es un mal escenario, no podemos contrarrestar estas incursiones (...) hay algún tipo de tecnología que está volando sobre nuestras instalaciones nucleares y no hay nada que podamos hacer para impedirlo, y puede desconectar nuestro armamento a voluntad». Pero añade que esto también ha pasado en Rusia. Elizondo insiste una vez más, que los OVNIS es un problema global. En este punto de la entrevista Cristina Gómez realiza una pregunta muy interesante ¿se ha intentado establecer contacto con las UAPS? Elizondo responde que no lo sabe, pero que hay muchas personas que aseguran que han contactado con el fenómeno, aunque es cauto y manifiesta que no tenemos prueba de esto. Y esto, al parecer, ha pasado desde hace muchos años. El analista indica que no debemos mirar este aspecto solo desde el punto de vista gubernamental, ya que, quizás, al fenómeno no le interesa contactar con las autoridades de la Casa Blanca. Incluso Elizondo concluye que posiblemente la gente del gobierno no sea la más adecuada para un contacto de este tipo, que este asunto se les escapa por completo de las manos. Cristina Gómez pregunta si los avistamientos de UAPS se producen en la misma frecuencia bajo el mar que en el aire. Elizondo vuelve a esquivar la pregunta, pero asegura que el informe del Congreso responderá a esta cuestión. La entrevista concluye con un Elizondo asegurando que las nuevas generaciones resolverán los errores de tantos años de ocultamiento sobre los OVNIS, aunque señala que aún existe una organización dentro del gobierno empeñada en ocultar estos fenómenos... estos fenómenos.

El Pentágono ha prometido resolver el misterio de los OVNIS en un informe que presentará ante el congreso.




Lue Elizondo sigue aportando, eso sí, a cuenta gotas, más datos sobre su implicación y lo que es más importante, su conocimiento en materia OVNI obtenida durante su etapa en el AATIP. Y aunque por un lado cada vez parece más despejado, a tenor de sus últimas aportaciones que la hipótesis terrestre está casi descartada, por otro lado sus declaraciones no tienen la misma contundencia de lo que se extrapola de su impactante argumentación. Tampoco queda muy claro por qué no responde a determinadas preguntas, creando cierta ambigüedad en algunas de sus afirmaciones.

Sin embargo, de lo que caben pocas dudas, analizando las afirmaciones del exagente del gobierno, es que Lue Elizondo está remando a favor de obra, y pese a que parece agitar el gallinero, realmente está allanando ostensiblemente el camino al gobierno norteamericano en esta complicada y polémica desclasificación. Hasta cierto punto está actuando como un perfecto «relaciones públicas», preparando y avanzando a la opinión pública los próximos movimientos de la inteligencia estadounidense… Por eso creo que en sus ultimas entrevistas falta una pregunta clave para entender su verdadero rol en esta trama ¿Sigue Elizondo trabajando para el gobierno desde el otro lado de la valla?...

Seguiremos atentos…







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sábado, 3 de abril de 2021

ELIZONDO HABLA MAS «CLARO» QUE NUNCA: «HAY ALGO EN EL CIELO Y NO SABEMOS LO QUE ES… PODRÍAN VENIR DE OTRA DIMENSION»



Jamarl Thomas mantuvo una interesante entrevista con Lue Elizondo en su canal en youtube (01/04/2021) para aclarar y profundizar en algunas de las grandes cuestiones que orbitan en torno a los famosos OVNIS del Pentágono. La charla fue en un tono muy cordial y el exagente de inteligencia respondió con cierta ambigüedad a algunas de las cuestiones planteadas por el entrevistador. Para empezar Elizondo quiso aclarar por qué dimitió de su labor al frente del AATIP (Advanced Aerospace Threat Identification Program), señalando que fue debido a la poca trasparencia que había en el seno del grupo. Y por ello, aunque estaba habituado a trabajar en las sombras decidió salir a la luz pública cuando se presentó la oportunidad de trabajar con los reporteros del New York Times (2017). Según explico Elizondo, el estudio del tema OVNI dentro del gobierno está «hipercompartimentado» por lo que es muy difícil conocer que es lo que se está haciendo realmente sobre este asunto. Como ejemplo dijo que ni siquiera el secretario de Defensa era conocedor de la existencia del AATIP y sus resultados. Y lo más grave, tal y como aseveró el exagente, es que sus investigaciones afectaban a la seguridad nacional, puesto que habían reunido bastantes evidencias de la existencia de aeronaves no identificabas que estaban operando con total impunidad dentro del espacio aéreo estadounidense. Elizondo aseguró que la cuestión OVNI es todavía considerada tabú en muchos sectores del gobierno y por no ello, hay mucha gente en altos cargos que no quieren que mucha gente conozca estos hechos. Y precisamente esta falta de transparencia fue uno de los detonantes para dimitir del AATIP, ya que Elizondo confesó que no podía informar de sus progresos, ni siquiera al secretario James Mattis, que había sido su superior mientras estuvo destinado en Afganistán. Por esto mismo Elizondo justifica que tras su abandono decidiera colaborar con el New York Times en la exclusiva que dio a conocer al mundo las investigaciones OVNIS emprendidas por el Pentágono.

Por otro lado, y respondiendo a los descubrimientos del AATIP, Elizondo declaró que, pese a que habían documentado profusamente la existencia de los OVNIS, y que los Estados Unidos eran vulnerables a sus incursiones, las autoridades habían ignorado por completo estas conclusiones para restarle gravedad a la cuestión. El exagente manifiesta que no daba crédito a esta sorprendente actitud y acusaba directamente a la burocracia y a los políticos de impedir el avance de sus estudios. La entrevista continua por un tema que intriga a gran cantidad de personas. Y es que a Jamarl Thomas, al igual que a muchos ufólogos y aficionados, le extraña sobremanera que ningún medio de comunicación le haya preguntado, hasta el momento, al recién elegido presidente Joe Biden por su opinión sobre los OVNIS del Pentágono teniendo en cuenta la polémica y tremenda expectación suscitada en los últimos años. Pero Elizondo cree que es, hasta cierto punto lógico, este mutismo, ya que ahora mismo existen otros graves problemas en el país, como la fracturación política y la grave crisis económica y social derivada por el coronavirus para que se preguntara a Biden por esta materia. Además, Elizondo quiso añadir, de hecho lo repitió varias veces durante la entrevista, que todavía existe un gran estigma y tabú en lo referente a los OVNIS, que hace que sea muy difícil abordarlo en ciertos estamentos, incidiendo en que Hollywood no ha contribuido precisamente a mejorar la imagen del fenómeno de cara a la opinión pública, aunque está esperanzado que el presidente Biden continúe alentando la investigación en curso. 

El entrevistador consiguió algunas jugosas declaraciones del siempre poco preciso Lue Elizondo



En el transcurso de la conversación Jamarl Thomas quiso conocer más datos sobre lo que averiguó el exagente durante su etapa al mando del AATIP, y Elizondo fue especialmente rotundo indicando que recogieron numerosos testimonios de personal militar de alto nivel, perfectamente capacitados y entrenados para distinguir la naturaleza de una aeronave en el cielo, que confirmaban las intromisiones en el espacio aéreo de OVNIS. Además, para apostillar el comentario y ratificar la realidad de estos fenómenos, Elizondo dijo que muchos de estos avistamientos habían sido confirmados al mismo tiempo por radares y otro tipo de instrumental técnico, e incluso habían podido ser fotografiados y filmado. Sobre el extremado hermetismo que rodea al asunto OVNI y la función del presidente del país, Elizondo quiso ser claro, revelando que la mayoría de secretos permanecen al margen del inquilino del despacho oval, y que el presidente no tiene por qué estar enterado o al tanto de todo lo que se cuece en las distintas agencias del gobierno.

A la pregunta insistente de Jamarl Thomas para que aclarara el origen de estos OVNIS, Elizondo expresó que no creía que se trataran de algún proyecto oculto del ejército norteamericano, como por ejemplo el famoso B2 o el 117, ya que estos prototipos nunca se probaron en espacios abiertos fuera de terrenos militares (mencionó el área 51 como campo de pruebas) y mucho menos se volaron tan cerca de aviones comerciales. Además, Elizondo insiste en un detalle. Personalmente considera que la tecnología desplegada por los OVNIS no puede mantenerse en secreto. Y cuando el conductor del programa le preguntó cuál era la cuestión más importante de su estudio, el exdirector del AATIP comentó que, pese a que habían podido delimitar ciertas extraordinarias capacidades de vuelo de estas aeronaves, no habían sido capaces de descubrir sus intenciones. Pero inmediatamente Elizondo expone otro escenario. El exagente explica que, si los OVNIS son consecuencia de una increíble tecnología desarrollada por un país extranjero, como por ejemplo China o Rusia, nos encontraríamos ante uno de los mayores fallos de la inteligencia norteamericana de todos los tiempos. Y es que Elizondo está convencido que la creencia en los extraterrestres no puede sustituir por completo la posibilidad de que se trate de una potencia extranjera. Y Elizondo vuelve a considerar que el estigma que pesa sobre este fenómeno puede ser el verdadero responsable de que no se hayan tomado las medidas oportunas para investigar seriamente el asunto. Una de las cuestiones más interesante tratadas en la charla, fue cuando Jamarl Thomas le preguntó a Elizondo sobre las formas OVNIS más usuales descritas por los testigos dentro de las pesquisas desarrolladas por el AATIP. Según su exdirector tenían informes que señalaban tres formas básicas de aeronaves no identificadas: discos, alargados en forma de puro y objetos de planta triangular. Elizondo quiso puntualizar que probablemente cada tipo de OVNI tiene un propósito o y una función diferente que desconocemos.

En algunas cuestiones se comprueba que Lue Elizondo se siente muy incomodo a la hora de dar explicaciones mas detalladas.




Uno de los momentos más esperados e interesantes de la entrevista llegó cuando Jamarl Thomas le preguntó por los controvertidos restos recuperados por el gobierno procedentes de OVNIS. Hay que recordar que en las últimas semanas se generó cierta controversia cuando el magnate Robert Bigelow que estuvo al frente del AAWSAP (Advanced Aerospace Weapon Systems Applications Program) y el AATIP y el propio Elizondo negaran en cierta medida la existencia de estas evidencias que previamente habían anunciado. Tras visionar un corte de una conferencia donde Elizondo hacía referencia a que estos materiales no se pudieron replicar en el laboratorio, se notó que el exagente estaba algo nervioso ante la pregunta. Para empezar, señaló los metamateriales parecían tener un diseño inteligente y como ejemplo dijo que si un avión, un 747 se estrellase en una selva, quizás unos indígenas podrían encontrar algunos trozos e intentar comprender su funcionamiento. Y pese a que pudieran llegar a utilizar un trozo de cristal a modo de cuchillo, sería muy complicado que los miembros de la tribu, llegaran a siquiera a imaginar la verdadera función de todas las piezas en su conjunto.  No obstante Elizondo no quería profundizar demasiado en este aspecto de la entrevista, y al poco tiempo concluyó que «no podía dar más detalles». Jamarl Thomas conocedor de la trascendencia de la cuestión insistió y le preguntó si la limitación del personal científico que puede acceder a estos restos puede ser uno de los motivos para no avanzar en el estudio de los metamateriales. En este punto, Elizondo, seguía incomodo, y explicó que las investigaciones están fijadas en «burbujas» y que sería necesario abrir la información de una manera más pública, aunque añadió que «no puedo ir más lejos en mi exposición». Pero reveló que la estructura atómica de algunos elementos de estos metamateriales ha sido cambiados de forma premeditada y que nosotros actualmente no disponemos de ese nivel de tecnología para alcanzar esa precisión. Apoyado en estas respuestas tan concretas, Jamarl Thomas aprovecha una vez más para conocer la opinión de Elizondo sobre el origen de los OVNIS, advirtiendo que si vinieran del espacio exterior deberían de utilizar unas naves mucho más grandes de las que señalan los informes. Rápidamente Elizondo dice que debemos de abandonar nuestra manera binaria de pensar, y que hay que tener en cuenta que quizás estas aeronaves provienen de otras dimensiones como nos anticipa la física cuántica. Para Elizondo la física newtoniana se queda muy corta para explicar estos fenómenos e incluso nuestros sentidos, están muy limitados para captarlos en su amplitud ya que son incapaces de captar muchas cosas, como por ejemplo las ondas de radio o la señal del wifi. El exagente especula con la probabilidad de que los OVNIS puedan utilizar agujeros de gusano para llegar hasta nuestro planeta.

En ese momento de la entrevista Jamarl Thomas le pregunta a su famoso invitado si han podido sacar algunas conclusiones sobre el comportamiento de estos objetos y si pueden anticiparse de alguna manera a sus apariciones, y Elizondo responde que han comprobado que existen ciertos patrones en su conducta que parecen en cierto modo predecibles. Y es que han podido acreditar que se producen un mayor número de avistamientos OVNIS sobre zonas con agua y sobre bases nucleares.

Y sobre si otros países están al tanto de la existencia de estos fenómenos, Elizondo sospecha que pocas naciones están dispuestas a hablar públicamente sobre OVNIS, porque son reacias a admitir sus vulnerabilidades y limitaciones ante estas incursiones no identificadas. Aunque asegura que hay países como Japón que han mostrado su deseo de colaborar con el gobierno estadounidense en la investigación OVNI. En ese momento Elizondo vuelve a dar a entender que el fenómeno es externo al ser humano, al señalar que estamos ante un problema a escala planetaria que afecta a todos los países por lo que es indispensable la mutua colaboración olvidándose de las fronteras. El exagente detalla que no quiere continuar hablando sobre este asunto porque no quiere dañar o interferir algunas colaboraciones que están en marcha. Al parecer Nicaragua, Perú, Argentina y otras naciones tienen activos programas sobre OVNIS.

Sobre sus expectativas ante el próximo anuncio de revelar la verdad OVNI ante el Congreso, Elizondo cree que ya se han establecido puentes al más alto nivel, con declaraciones de pilotos, políticos y militares para que la sociedad norteamericana comprenda que los OVNIS es un asunto muy serio y que se produce en todo el planeta: «hay algo en el cielo y no sabemos lo que es», y asegura que si el pueblo americano está preparado para conocer la amenaza nuclear, el riesgo terrorista y los efectos de la pandemia, está capacitado para conocer la verdad sobre los OVNIS. Para Elizondo ocultar la información a los ciudadanos es lo contrario a la democracia que se promulga en su país. Y entonces, en este punto de la entrevista, surge una cuestión transcendental. Jamarl Thomas argumenta que si estos fenómenos se llevan produciendo quizás miles de años como ha dejado entrever Elizondo en una de sus respuestas ¿por qué se les considera una amenaza en la actualidad? Elizondo se limita a decir, de forma contradictoria que «yo no soy de los que trafican con el miedo», pero inmediatamente añade que de forma indirecta estos objetos pueden ser una amenaza, ya que los OVNIS vuelan cerca de aviones comerciales y pueden representar un peligro a lo mejor sin pretenderlo, y concluye diciendo que simplemente que: «lo veo a través de mi lente de la seguridad nacional». Casi al terminar Jamarl Thomas le pregunta si estos fenómenos provocan daños fisiológicos en los testigos. Elizondo vuelve a repetir una vez más que «no puedo dar muchos detalles», pero, agrega que estos objetos han provocado efectos fisiológicos, biológicos e incluso efectos físicos sobre el medio, pero reconoce que él no tiene todos los datos. La última pregunta es sobre su comentado abandono de la no menos célebre TTSA (To The Star Academy) de Tom DeLongue, a lo que Elizondo señala, sin muchas ganas de entrar a dar explicaciones más detalladas, que pretende hacer algo a nivel más global, de más alcance internacional, para buscar un alto nivel académico en la investigación, muchas colaboraciones y provocar un amplio debate abierto en el que tuviera cabida todo tipo de opiniones y creencias.

Lo que queda claro una vez más es que Lue Elizondo es muy ambiguo en muchas de sus declaraciones públicas. Y mientras que por un lado señala que el fenómeno OVNI es real e inexplicable, ya que casi por primera vez habla explícitamente sobre la posibilidad de que estas aeronaves tengan incluso una procedencia interdimensional y que debemos afrontar un estudio conjunto por parte de todos los países del planeta, por otro lado, sigue apuntando, sin excluirlo al 100%, que los OVNIS podrían ser tecnología secreta de otra nación. Además, le cuesta abandonar el alegato continuo de la amenaza, y de la necesidad de averiguar que son y que quieren. Pero sobre todo, lo que más cuesta asimilar del discurso de Lue Elizondo son sus continuos silencios e imprecisiones en determinados temas que podrían despejar sustanciales dudas sobre la verdadera realidad de estos fenómenos. Y es que su negativa a entrar en profundidad en algunas cuestiones no terminan de fijar que es lo que realmente han averiguado en el AATIP.

Por tanto, por el momento solo nos queda seguir esperando… aunque me da la impresión, que cada día que pasa la caja de los truenos parece un poco más abierta…




JOSE ANTONIO CARAV@CA



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viernes, 2 de abril de 2021

¿PRESAGIAN LOS OVNIS DEL PENTAGONO UNA NUEVA «GUERRA FRIA»?






La inteligencia norteamericana lleva varios años muy preocupada por el enorme potencial armamentístico que está desarrollando China en total hermetismo. Además los analistas tienen sobradas sospechas que uno de los campos donde han obtenido mayores logros ha sido en el perfeccionamiento de los vehículos no tripulados. Un área que promete ser de vital importancia geoestratégica en el futuro más inminente. Y el Departamento de Defensa estadounidense es consciente de que los ingenieros chinos han podido dar un salto tecnológico que puede dejar atrás a sus defensas más avanzadas. Por ello no son pocos los expertos que sospechan que detrás de los famosos OVNIS del Pentágono podrían estar estas aeronaves de vanguardia creadas por el régimen asiático o un pretexto para llamar la atención sobre una situación que estaba pasando desapercibida. El portal «Galaxia Militar» publicaba un esclarecedor artículo titulado «China está construyendo drones supersónicos para espiar a los portaaviones de la Armada de EE.UU.» (26/09/2019), donde David Axe señalaba que: «Un nuevo tipo de avión teledirigido, aparentemente muy rápido hizo su primera aparición pública el 21 de septiembre en Pekín en un ensayo para la celebración nacional del 1 de octubre en la capital de China. El vehículo aéreo no tripulado largo y estrecho, supuestamente designado DR-8, parece estar configurado para vuelo supersónico. Es probable que sea una nave de reconocimiento». En un reporte titulado «China Showcases Stealthier Sharp Sword Unmanned Combat Air Vehicle Configuration» (1/10/2019) Joseph Trevithick hacía un detallado análisis de lo mostrado por los militares chinos en aquel desfile: «China reveló una nueva versión de su vehículo aéreo de combate no tripulado (UCAV), un ala volante furtivo, denominado Sharp Sword en un desfile para conmemorar el 70 aniversario de la fundación del estado comunista. El dron, que los chinos han designado como GJ-11, ahora presenta un aspecto trasero completamente rediseñado con un escape más sigiloso, en comparación con un prototipo anterior, que podría mejorar significativamente las capacidades de evadir el radar de este avión no tripulado. Los chinos exhibieron un único ejemplo de esta "espada afilada" mejorada, a través de la Plaza de Tiananmen en Beijing el 1 de octubre de 2019». Se rumorea que la inteligencia china solo expuso ante el público tan solo la «carcasa» sin ofrecer más pistas tecnológicas a sus competidores. También se presentaron otra serie armas novedosas y avanzadas, como el misil balístico intercontinental móvil (ICBM) DF-41, el vehículo hipersónico de impulso DF-17, un dron de alta velocidad conocido como DR-8 o WZ-8, una versión mejorada del bombardero H-6 capaz de llevar armas de gran tamaño y otras cargas útiles, un vehículo submarino no tripulado (UUV) HSU-001 y un misil «misterioso» conocido como DF-100. Trevithick indica que: «Los chinos también han logrado avances significativos en el desarrollo de enjambres autónomos de pequeños drones que trabajan en red, tecnología que podría tener algunas aplicaciones limitadas en diseños no tripulados más grandes. Esto sin mencionar el trabajo conocido de China y el progreso informado en aviones furtivos tripulados, incluido el desarrollo de dos bombarderos furtivos». En un artículo titulado «China Developing Hypersonic Swarms To Overwhelm Missile Defenses» (18/03/2021) David Hambling evidenciaba el peligro de los avances chinos: «Los investigadores chinos están trabajando para conectar armas hipersónicas en un enjambre inteligente para desarrollar ataques coordinados. Tales enjambres serían mucho más peligrosos que los misiles individuales que los componen, multiplicando el poder de las armas de alta velocidad. Los misiles hipersónicos, misiles de crucero que viajan dentro de la atmósfera a más de cinco veces la velocidad del sonido (más de 4.000 mph) se perfilan como la próxima ola de innovación militar. Si bien pueden ser más lentos que los misiles balísticos, su vuelo comparativamente bajo significa que hay mucho menos advertencia de la llegada de los misiles hipersónicos, y son mucho más difíciles de interceptar. Podrían lanzar ojivas nucleares o lanzar devastadores ataques sorpresa contra portaaviones o bases aéreas. No es de extrañar que China los esté desarrollando para contrarrestar la superioridad estadounidense en otras áreas, y el Pentágono está dedicando un gran esfuerzo a la defensa contra tales misiles»

Durante el desfile el ejercito chino hizo gala de algunos de sus mejores avances armamentísticos.

Otro de los vehículos no tripulados mostrados por China durante la exhibición publica.




Liu Zhen en un reporte titulado «China apuesta por la guerra no tripulada con la demostración de aviones teledirigidos» (3/10/2019) afirmaba que: «Los aviones teledirigidos mostrados el martes en Pekín con motivo del 70 aniversario de China, indican la determinación de su gobierno en convertirse en una nación líder en la guerra aérea no tripulada, según un experto militar. Tres formaciones de drones, incluidos vehículos aéreos no tripulados (UAV) y vehículos submarinos no tripulados (UUV), fueron llevados en remolques a través de la Plaza de Tiananmen detrás de camiones cargados de equipos de comando y control en su primera aparición en un desfile del Ejército Popular de Liberación (EPL)». El comentarista militar Ni Lexiong, que retransmitía el desfile en la televisión pública aseguró que: «Esto sugiere que el EPL está dando prioridad al desarrollo de las tecnologías más avanzadas que cambiarán el juego de la guerra». Uno de estos vehículos no tripulados es un UAV de reconocimiento a gran altitud que puede desarrollar una alta velocidad, e incluso según se afirma es capaz de volar a velocidades supersónicas. Liu Zhen dice que: «Su capacidad de sigilo le permitiría penetrar en el espacio aéreo enemigo en la región del Pacífico Occidental y tomar fotografías de alta definición de objetivos como grupos de portaaviones».  Por su parte el South China Morning Post informaba que: «Se espera que el DR-8 desempeñe un papel clave en caso de conflicto con grupos de ataque de portaaviones estadounidenses en el Mar del Sur de China o el Pacífico Occidental». David Axe explica que: «Según Zhou Chenming, un comentarista militar, el DR-8 podría viajar más rápido que el D-21, cuya velocidad máxima es Mach 3.3, dejándolo penetrar las defensas aéreas del enemigo y regresar intacto con información de inteligencia». Además, los efectivos y espectaculares avances chinos abarcan hasta misiles supersónicos de gran potencia. Así describía Axe en su citado reportaje el potencial mostrado por el gigante asiático: «China está a punto de estrenar otros nuevos sistemas militares en las conmemoraciones de Pekín, entre los que se incluye el UAV armado Sharp Sword. El Sharp Sword es uno de los tipos de drones modernos más antiguos de China, que apareció por primera vez en fotos en 2013. Impulsado por un solo motor a reacción y apoyado sobre el tren de aterrizaje de un triciclo, el Sharp Sword parece tener la forma de ala voladora que comparten varios prototipos de drones armados fabricados en Estados Unidos. 


El submerjible no tripulado HSU-001. Recordar que en el incidente ovni del Nimitz (14/11/2004), se cree que estuvo implicado también un vehículo submarino no identificado.




La forma en planta del ala voladora, también utilizada por el bombardero de sigilo B-2 de los EE.UU., es ideal para diseños de evasión de radar». Pero los expertos aseguran que los ingenieros chinos han desarrollado un dron mucho más avanzado del que muy poco se sabe. Axe certificaba que los militares chinos no hablan demasiado de su nuevo dron ultrasecreto: «Más allá de su forma básica y sus posibles cualidades de evasión de radar, no se sabe mucho sobre el aparente nuevo dron. Pero el Pentágono en un informe de 2013 advirtió que “la adquisición y desarrollo de vehículos aéreos no tripulados de largo alcance y de vehículos aéreos de combate no tripulados, aumentará la capacidad de China para realizar operaciones de reconocimiento y ataque de largo alcance”. El experto Ni Lexiong afirma que: «La guerra futura implicará más tecnología y menos humanos, y la superioridad aérea es la clave de la victoria (...) Por lo tanto, los UAV tendrán un papel muy importante que desempeñar». Lo interesante es que aún se desconoce las verdaderas capacidades de vuelo de estas sorprendentes aeronaves no tripuladas que en algunas ocasiones podrían ser tomadas por auténticos OVNIS. Pero ¿es esto posible? ¿son los estos drones los causantes de las recientes informaciones desclasificadas por el gobierno estadounidense en referencia al avistamiento de extrañas aeronaves?...


LA TAPADERA OVNI

El coronel Pedro Baños Bajo especialista en geoestrategia, defensa, seguridad, terrorismo yihadista e inteligencia, en una entrevista concedida al investigador Josep Guijarro en su canal de youtube, afirmó que es muy posible que los famosos OVNIS del Pentágono estén encubriendo algún tipo de operación de inteligencia u ocultación de tecnología militar bajo el manto de los OVNIS. Además, hizo hincapié en la existencia de novedosos y ultrasecretos ingenios hipersónicos que no siguen trayectorias balísticas tradicionales, y que esto podría llevar a errores de interpretación incluso por pilotos experimentados. Aunque está por ver si se trata de tecnología estadounidense probada ante su propio ejército, o por el contrario se trata de un sustancial avance llevado a cabo por otro país «enemigo». Pero al margen de estas circunstancias, lo único claro es que los avistamientos de drones no identificados, se han incrementado notablemente en los últimos años. David Hambling en un alarmente reporte titulado «Dozens More Mystery Drone Incursions Over U.S. Nuclear Power Plants Revealed» (07/09/2020) informaba sobre el vuelo continuado de drones sobre instalaciones nucleares norteamericanas, sin que la seguridad de las bases, ni las medidas e investigaciones emprendidas para localizar a los causantes hayan derivado en ninguna información que aclare estos misteriosos hechos: «Recientemente describí cómo un enjambre de drones voló sobre un área altamente restringida en la Planta de Energía Nuclear de Palo Verde en dos noches sucesivas el pasado mes de septiembre. Un nuevo volumen de documentos obtenidos en virtud de la Ley de Libertad de Información (FOIA) revela cómo 24 sitios nucleares sufrieron al menos 57 incursiones de drones entre 2015 y 2019, y Palo Verde fue sobrevolado nuevamente en diciembre, a pesar de las nuevas medidas de seguridad. Los documentos fueron obtenidos de la Comisión Reguladora Nuclear de los Estados Unidos por Douglas D. Johnson en nombre de la Coalición Científica para Estudios UAP (SCU). El principal interés de la SCU son los fenómenos aeroespaciales anómalos, más comúnmente conocidos como OVNIS, pero Johnson descubrió una serie de incidentes que involucran algo menos exótico, pero potencialmente más amenazante: drones comerciales. En los incidentes de septiembre, un enjambre de cinco o seis drones grandes sobrevolaron el reactor nuclear de la Unidad 3 en Palo Verde en Arizona durante unos ochenta minutos, un período de tiempo que sugirió que estaban llevando a cabo un estudio exhaustivo del sitio». En los documentos desclasificados también se notifica que este tipo de avistamiento de drones se ha producido sobre la estación generadora nuclear de Limerick en Pensilvania. En total la lista detalla que han existido 57 incidentes de seguridad (SID) que involucraron drones, desde diciembre de 2014 hasta octubre de 2019. No hay información adicional. En el momento en que se generó esta lista, tres de los incidentes figuraban como "Abiertos" y cinco como "Cerrados resueltos", pero la inmensa mayoría de ellos, un total de 49 sucesos, estaban "Cerrados sin resolver". Es decir, en un 85% de los casos la NRC no encontró a las personas que manipulaban los drones, ni por supuesto que es lo que pretendían. Hubo siete incidentes con drones en 2017, que aumentaron a 21 en 2018, el último año completo para el que se dieron cifras. En la mayoría de sitios (12) se informaba de un solo vuelo, pero en otros se habían producido varios avistamientos. Por ejemplo, Limerick tuvo cinco avistamientos de drones, la planta de energía nuclear de Perry en Cleveland, Ohio, tuvo seis y Diablo Canyon cerca de San Luis Obispo en California tuvo al menos siete incidentes separados desde diciembre de 2015 hasta septiembre de 2018. Todos sin resolver. Las autoridades están convencidas que estos vuelos no son un hecho aislado, sino que pueden ser resultado de una operación a gran escala perfectamente coordinada. David Hambling añade que: «Si bien la mayoría de los sitios eran reactores nucleares, también hubo tres incursiones de drones en sitios de almacenamiento de combustible nuclear gastado, incluidos Trojan en Oregon y Rancho Seco en California, donde los desechos radiactivos se almacenan en botes de acero dentro de barriles gigantes. El nuevo comunicado también indica que ocurrió un tercer incidente en Palo Verde en diciembre de 2019, esta vez aparentemente con solo dos drones, descritos como "naves de tamaño industrial" de un metro de ancho, similares a los vistos anteriormente. Al igual que en los dos incidentes anteriores, estaban explorando el área del reactor de la Unidad 3. Tras el incidente del dron en septiembre, se suponía que Palo Verde estaba protegido por la tecnología de detección de drones proporcionada por "Area Armor" (probablemente un error tipográfico para Aerial Armor) para identificar al operador del dron dentro de un radio de 13 millas. La idea era que el personal de seguridad del sitio detuviera rápidamente a cualquiera que vuele un dron. Esto no parece haber funcionado, y nuevamente el incidente se cerró como sin resolver». Las autoridades creen que puede ser un grave riesgo para la seguridad nacional no controlar estos vuelos, ya que podrían, tras un pormenorizado estudio, ocasionar algún tipo de daño en las zonas más vulnerables de las instalaciones, de hecho, en un informe de 2003, Robert Álvarez denunciaba el posible ataque terrorista sobre las piscinas de combustibles. Pero los avistamientos de drones no identificados van mucho más allá en su desafío a la que considera la nación más poderosa del planeta. Y es que muchas de estas observaciones están planteando un buen número de interrogantes difíciles de despejar. Por lo pronto el conocimiento público de muchos incidentes OVNIS, aunque las autoridades prefieran utilizar el eufemismo UAP (Fenómeno aéreo no identificado), ha provocado que tanto la denominada prensa seria y algunos políticos exigen respuestas claras y concretas.

La actividad UAP ha aumentado considerablemente en los últimos años sobre instalaciones nucleares.





Joseph Trevithick en un artículo titulado «This Is The Letter The Navy Sent A Congressman Who Was Demanding Answers About UFOs» (6/3/2020) incidía en el inusual e inesperado interés que ha suscitado el asunto de los OVNIS del Pentágono entre la clase política norteamericana que demanda explicaciones al más alto nivel:  «El año pasado, el congresista Mark Walker, un republicano de Carolina del Norte y miembro del Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes, escribió una carta a la Marina de los EE. UU. exigiendo respuestas sobre los avistamientos de lo que comúnmente se conoce como objetos voladores no identificados u OVNIS. Ahora, The War Zone ha obtenido una copia completa de la respuesta del servicio a estas preguntas sobre cómo está registrando y evaluando incidentes que involucran lo que llama fenómenos aéreos no identificados, o UAP, que el legislador ya ha dicho que consideró frustrantemente insuficiente». La carta fue publicada por la Marina el 5 de marzo de 2020, y fue redactada por Thomas Modly el 31 de julio de 2019, en respuesta a una solicitud de la Ley de Libertad de Información: «Ha habido varios informes de aeronaves no autorizadas y/o no identificadas que ingresaron a varios campos de entrenamiento controlados por militares y espacio aéreo designado en los últimos años (...) El Departamento de la Marina (DON) toma estos informes muy en serio y continúa registrando avistamientos e investigando completamente las cuentas». En la misiva se habla de los drones: «La amplia proliferación y disponibilidad de sistemas aéreos no tripulados (UAS) de bajo costo ha hecho que la desconfianza del espacio aéreo sea un problema para nuestros aviadores. Las tripulaciones aéreas navales han recibido orientación sobre informes para determinar la frecuencia y ubicación de los UAS que operan en áreas de entrenamiento (...) La guía respalda el análisis de incursiones objetivo y basado en datos. El DON continúa dedicando recursos al seguimiento e investigación de informes que podrían afectar la seguridad de nuestras tripulaciones aéreas». Sin embargo, la respuesta de la Marina evita referirse a los incidentes divulgados recientemente a través de unas filmaciones que muestran supuestas naves voladoras capaces de alcanzar niveles extremos de velocidad y maniobrabilidad. Pero ¿por qué precisamente ahora se conocen estas informaciones? ¿A qué se debe esta apertura de archivos? En artículo titulado «Multiple Destroyers Were Swarmed By Mysterious "Drones" Off California Over Numerous Nights» (23/03/21) Adam Kehoe y Marc Cecotti desglosaban unos misteriosos acontecimientos ocurridos a varios barcos de la marina que reflejan a la perfección el estado actual de la ufología en los Estados Unidos: «En julio de 2019, se desarrolló una serie de eventos realmente extraños en las Islas del Canal de California. Durante varios días, grupos de aviones no identificados, a los que la Marina de los EE. UU. simplemente se refiere como "drones" o "UAV", persiguieron a los buques de ese servicio, lo que provocó una investigación de alto nivel. Durante los encuentros nocturnos, se informó que hasta seis aeronaves pululaban alrededor de los barcos a la vez. Se describió que los drones volaban durante períodos prolongados en condiciones de baja visibilidad y realizaban maniobras descaradas sobre los buques de guerra de la Armada cerca de un rango de entrenamiento militar sensible a menos de 100 millas de Los Ángeles. La investigación subsiguiente incluyó elementos de la Armada, la Guardia Costera y la Oficina Federal de Investigaciones (FBI).  Los incidentes recibieron mayor atención, incluso del Jefe de Operaciones Navales, la cúspide de la cadena de mando de la Marina (...) El año pasado, el director de documentales Dave Beaty descubrió los detalles iniciales sobre los eventos centrados en el destructor clase Arleigh Burke USS Kidd (DDG-100). Ese relato inicial describió un tenso encuentro, que culminó con el despliegue de equipos de inteligencia de abordo. Los nuevos documentos amplían significativamente el conocimiento del público sobre el alcance y la gravedad de ese incidente y revelan otros que ocurrieron casi al mismo tiempo. Estos detalles provienen en gran parte de nuestras solicitudes a través de la Ley de Libertad de Información (FOIA), que consiguieron la publicación de los registros de cubierta de los barcos involucrados» Gracias a esa información preliminar los investigadores pudieron: «identificar varios barcos en las proximidades de él (USS Kidd) durante los incidentes en cuestión, incluidos los destructores de la Marina de los EE. UU. USS Rafael Peralta, USS Russell, USS John Finn y USS Paul Hamilton. Las solicitudes posteriores a la FOIA para obtener los registros de estos barcos nos permitieron construir una imagen compuesta de los eventos en su conjunto». Según han descubierto los periodistas norteamericanos el primer avistamiento ocurrió el 14 de julio de 2019 cuando parte de la tripulación del USS Kidd alrededor de las 22:00 horas avistó un UAP, que fue registrado por los sofisticados equipos de detección y grabación del barco. Adam Kehoe y Marc Cecotti informan que: «Menos de 10 minutos después del avistamiento, el USS Kidd informó de la situación al USS Rafael Peralta. Los registros del USS Rafael Peralta muestran que alrededor de las 22:00 horas activó su propio equipo SNOOPIE. También se comprueba la existencia de informes de avistamientos adicionales que provenían del USS John Finn». No obstante no hay muchos detalle sobre estos intrusos: «Poco después del avistamiento inicial, se detectó una luz roja intermitente. Entre las entradas más dramáticas en los registros oficiales de este incidente se encuentra una del USS Rafael Peralta, que describe una luz blanca flotando sobre la cubierta de vuelo del barco. La anotación refleja que el dron logró igualar la velocidad del destructor con la aeronave moviéndose a 16 nudos para mantener una posición flotante sobre la plataforma de aterrizaje del helicóptero del barco. Para complicar aún más lo que ya era una maniobra compleja, el dron operaba en condiciones de baja visibilidad (menos de una milla náutica) y de noche. En este punto, el encuentro había durado más de 90 minutos, significativamente más de lo que los drones disponibles comercialmente pueden soportar». 

Los extraños acontecimientos ocurrido entorno al USS Kidd siguen sin explicación. (Cortesía The Drive)


Mapa que muestra la situación de los barcos de la marina estadounidense y los puntos donde se observaron los misterios "drones". (Cortesía The Drive)

Algunos registros de aquella noche donde se indica la presencia de extrañas luces en la zona. (Cortesía The Drive)




Pero los OVNIS regresaron: «la noche siguiente, el 15 de julio de 2019. Esta vez, fue el USS Rafael Peralta el primero en detectar los objetos y desplegar sus equipos SNOOPIE a las 8:39 p.m. A las 9:00 p.m., el USS Kidd también había detectado los drones y desplegó nuevamente su equipo SNOOPIE. Los drones parecen haber perseguido a los barcos, incluso cuando continuaron maniobrando durante el incidente. A las 21:20 horas, los registros del USS Kidd simplemente comentan "Múltiples UAV alrededor del barco", con la palabra "arriba" tachada (...) aproximadamente al mismo tiempo, el USS Russell registra una frenética actividad: los registros describen drones que caen en altura y aparentemente se mueven hacia adelante y hacia atrás, de izquierda a derecha. Mientras tanto, el USS Rafael Peralta recibió una llamada de radio de un crucero que pasaba, el Carnival Imagination, notificándoles que los drones no son de ellos, y que también ven hasta cinco o seis drones maniobrando cerca. El incidente continuó hasta la noche, con el USS Rafael Peralta registrando primero dos UAV y luego cuatro UAV cerca de su barco. Acercándose a la medianoche, el USS Russell informa un avistamiento final. A pesar de la duración de casi tres horas del evento, ninguno de los buques de guerra involucrados parece haber podido identificar a los drones. En contraste con la primera noche, la segunda serie de encuentros ocurrió más cerca de la costa. Varios de los avistamientos de drones colocaron su posición entre la isla de San Clemente y San Diego». Inmediatamente se realizó una indagación oficial: «como era de esperar para un conjunto de encuentros tan inusuales, parece que se inició una investigación formal de inmediato (...) Mencionaron que la información iría directamente al comandante de la Flota del Pacífico y al Jefe de Operaciones Navales (CNO), el máximo responsable de la jerarquía de la Armada y miembro del Estado Mayor Conjunto (...) En ese momento, un agente de la oficina del FBI en Los Ángeles estaba incluido en la cadena de correo electrónico. La información preliminar indicó que, si bien el ORV Alguita tenía drones a bordo, estos tenían capacidades muy limitadas». Se descartó casi de inmediato la posibilidad de que los drones de algún barco militar estadounidense fuera el responsable de los avistamientos. Por ejemplo, uno de los drones disponibles era el Phantom IV, un pequeño quadcopter que tiene un tiempo máximo de vuelo de 28 minutos. Adam Kehoe y Marc Cecotti insisten en este crucial dato: «Posteriormente los investigadores buscaron descartar la posibilidad de que los drones fueran operados por la propia Armada. Para el martes de la semana siguiente, un representante de la Instalación de Vigilancia y Control de Área de la Flota (FACSFAC) con sede en San Diego aclaró que los UAV solo eran operados por la Marina en ciertas áreas limitadas» Pero hubo más incidentes anómalos protagonizados por misteriosas aeronaves: «Sorprendentemente, los incidentes con drones comenzaron a ocurrir reiteradamente en esta época. Los nuevos avistamientos ocurrieron durante las primeras horas del 25 de julio y el 30 de julio, justo cuando los investigadores comenzaban a examinar informes clasificados y aparentemente todavía buscaban identificar las intenciones que podrían ocultarse detrás de las incursiones del 14 y 15 de julio». Ante estas informaciones Kehoe y Cecotti se preguntan: «Sin duda, la isla de San Clemente y el área de entrenamiento cercana FLETA HOT son anfitriones de una gran cantidad de pruebas, que pueden incluir programas clasificados. ¿Es posible que los drones fueran operados por el propio ejército en una prueba clandestina de algún tipo? De ser así, las incursiones continuaron luego de una investigación concertada que alcanzó el más alto nivel de la jerarquía de la Armada. También parece que FASFAC San Diego no programó ninguna actividad de UAV durante el 14 de julio. Por otro lado, es un área general donde han ocurrido cosas extremadamente extrañas en el pasado. Si los drones no fueron operados por el ejército estadounidense, estos incidentes representan una violación de seguridad muy significativa. Si formaban parte de algún tipo de acción encubierta, no está claro, sin embargo, por qué volaron tan abiertamente y con tanta frecuencia de una manera casi de acoso. Más preocupante aún, es contemplar si una nación extranjera estuvo involucrada, ¿desde dónde exactamente se lanzaron los drones?»


¿REALMENTE SON DRONES?

Pero hay información sustancial que no conocemos para valorar en su justa medida los sucesos: «Una cosa es bastante segura: la Marina de los EE. UU. tiene una gran cantidad de datos sobre estos eventos. Los documentos anteriores reflejan que se desplegaron varios equipos de inteligencia fotográfica independientes. Estos equipos son solo una pequeña parte de un conjunto sofisticado de capacidades de vigilancia y sensores avanzados, incluida la capacidad de detectar emisiones de radio en las cercanías de las embarcaciones, disponible para cualquiera de las embarcaciones involucradas. Esto se suma a los sensores terrestres que vigilan de cerca el área. De hecho, es desconcertante que esos sensores, junto con un registro fotográfico probablemente extenso, no fueran suficientes por sí mismos para resolver el asunto. Esto cuestiona la designación de "dron". ¿Se realizó alguna descripción explicita de estas aeronaves más allá de hablar de luces en el cielo? La pregunta sigue siendo: ¿quién operaba estas aeronaves con aparente impunidad y con qué propósito, y este incidente extremadamente extraño se averiguó algo?» Si los investigadores están en lo cierto la denominación «dron» puede que no sea totalmente exacta para definir a estas aeronaves, aunque hay que subrayar, que pese las múltiples desclasificaciones realizadas hasta el momento, ninguno de los informes recoge una descripción que se ajuste al 100 % a lo recogido por los investigadores del fenómeno ovni clásico. Ya que más allá de unas características de vuelo inusuales y asombrosas, no hay detalles concretos en estos UAP, como ventanillas, cúpulas o antenas, que indique claramente la existencia de una aeronave espacial desconocida. También existen otros factores y circunstancias cuanto menos anómalas que elevaban bastantes incertidumbres y dudas sobre la verdadera naturaleza de los hechos ocurridos en aquellos días: ¿por qué no se tomaron medidas de defensa más drásticas o contundentes contra estas incursiones de UAPS? ¿Por qué no se intentó derribar o interceptar estas amenazas? ¿Por qué no se consideró que estas amenazas aéreas podrían ser un potencial ataque terrorista sobre militares norteamericanos?Además, valorando la información en su conjunto, resulta cuanto menos curioso, que ningún otro gobierno del mundo, ni siquiera los que están en la órbita de los Estados Unidos, hayan realizado declaraciones semejantes para confirmar la existencia de estas observaciones de UAPS en sus respectivos espacios aéreos. ¿Acaso estos fenómenos solo se producen sobre intereses militares estadounidenses? ¿Hay registros parecidos en otros países? Puestos a especular, tampoco debemos olvidar, como señalan los autores del reportaje, que estos avistamientos acontecidos en las islas del Canal de California, se efectúan en una extensa área de pruebas y entrenamiento del ejército estadounidense, un lugar propicio para llevar a cabo algún tipo de experimentación secreta y comprobar la reacción, respuesta e incluso la incertidumbre que provocaría en la tropa la incursión de aeronaves desconocidas. 

El 10 de mayo de 2017 circuló por internet esta extraña imagen de lo que se cree es algún tipo de dron torpedo chino que puedo volar rozando la superficie del mar, lo que le hace prácticamente indetectable al radar, y llevar a cabo ataques letales contra buques de guerra enemigos.

 




Obviamente los mejores test de evaluación de nuevas armas y dispositivos de vigilancia y espionaje se realizan en total secreto, para examinar correctamente si el ejército puede detectar y contrarrestar de alguna manera su presencia. Si se tratase de una aeronave propiedad del Departamento de Defensa esta extraña campaña publicitaria sería la mejor manera de enviar una advertencia a la inteligencia de otros países sobre los posibles logros alcanzados por la aeronáutica norteamericana. Pero estemos ante drones chinos, rusos o del propio gobierno estadounidense, lo que parece meridianamente claro es que la política sobre los OVNIS ha cambiado drásticamente en los últimos años con algún objetivo que todavía no ha sido desvelado. El Departamento de Defensa y otras agencias secretas norteamericanas son conocedoras que las aeronaves no tripuladas representan el futuro de la carrera armamentística y probablemente el factor más determinante que puede desequilibrar una contienda a gran escala.  Además, a día de hoy, estas aeronaves ya representan una nueva y seria amenaza para la seguridad de los E.E. U. UU. Por ello es muy factible que, en una operación conjunta sin precedentes, se halla planeado hacer público todas estas informaciones relativas a los OVNIS (UAP) del Pentágono para desestigmatizar por completo este tipo de observaciones entre sus militares y demás departamentos. De hecho, desde principios de 2019 el Departamento de Defensa hizo público la existencia de nuevas directrices, para informar, a través de cauces oficiales, de cualquier clase de avistamiento anómalo que se produzca en los cielos y que obviamente estén relacionados con emplazamientos del ejercito o instalaciones de máxima seguridad como bases nucleares, centrales eléctricas, etc. Las autoridades eran muy conscientes que muchísima información de vital importancia para la seguridad nacional se estaba perdiendo a consecuencia de que muchos militares y personal de inteligencia estaba convencido que si notificaban el avistamiento de una extraña luz u objeto en el cielo los tomarían por locos o incluso podrían perder sus puestos de trabajo. El Pentágono pretendía erradicar la sensacionalista carga ideológica que conllevaba los términos «platillos volantes» y «OVNIS», y por eso decidieron apostar por el nuevo acrónimo de UAP, para otorgar mayor respetabilidad a estos fenómenos de cara a todos sus departamentos oficiales. Precisamente, el General Pedro Baños también ha destacado el cambio de directrices por la parte de las autoridades para allanar los procedimientos para notificar cualquier avistamiento ovni, como un factor a tener en cuenta en esta extraña trama. También es muy factible, que las autoridades se hayan implicado con tanto esmero en esta campaña de «marketing» sin precedentes, para atraer la atención del congreso y de la opinión pública, para facilitar la obtención de fondos públicos para sus investigaciones. En tiempos tan austeros y donde cada vez es más complicado desviar fondos sin dar explicaciones, la inteligencia norteamericana considera de suma trascendencia conseguir un fuerte respaldo social y político para sus propósitos, y obtener así una suculenta financiación para continuar desarrollando nuevas armas. Y todo con el propósito de contrarrestar los posibles avances de los países enemigos en este terreno. Por lo que todos los estadistas prevén una guerra sin cuartel a nivel científico, por controlar y dominar los cielos del planeta con vehículos no tripulados. Si en el siglo pasado el armamento nuclear fue clave para dirimir la jerarquía armamentista de un país, actualmente según señalan todos los analistas y expertos, la hegemonía mundial la va a decidir las aeronaves y vehículos no tripulados además del uso de armas que utilicen la inteligencia artificial. El factor humano ha pasado a un segundo plano en el campo de batalla del siglo XXI. Por tanto, los próximos meses se antojan como esenciales para vislumbrar la verdadera dimensión de los OVNIS del Pentágono, como quizás el extraño embrión de una nueva y no menos apocalíptica guerra fría de imprevisibles resultados... aunque está por ver si el enemigo señalado se encuentra en la Tierra o fuera de ella…




JOSE ANTONIO CARAV@CA


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