Jamarl Thomas mantuvo una interesante entrevista con Lue Elizondo en su canal en youtube (01/04/2021) para aclarar y profundizar en algunas de las grandes cuestiones que orbitan en torno a los famosos OVNIS del Pentágono. La charla fue en un tono muy cordial y el exagente de inteligencia respondió con cierta ambigüedad a algunas de las cuestiones planteadas por el entrevistador. Para empezar Elizondo quiso aclarar por qué dimitió de su labor al frente del AATIP (Advanced Aerospace Threat Identification Program), señalando que fue debido a la poca trasparencia que había en el seno del grupo. Y por ello, aunque estaba habituado a trabajar en las sombras decidió salir a la luz pública cuando se presentó la oportunidad de trabajar con los reporteros del New York Times (2017). Según explico Elizondo, el estudio del tema OVNI dentro del gobierno está «hipercompartimentado» por lo que es muy difícil conocer que es lo que se está haciendo realmente sobre este asunto. Como ejemplo dijo que ni siquiera el secretario de Defensa era conocedor de la existencia del AATIP y sus resultados. Y lo más grave, tal y como aseveró el exagente, es que sus investigaciones afectaban a la seguridad nacional, puesto que habían reunido bastantes evidencias de la existencia de aeronaves no identificabas que estaban operando con total impunidad dentro del espacio aéreo estadounidense. Elizondo aseguró que la cuestión OVNI es todavía considerada tabú en muchos sectores del gobierno y por no ello, hay mucha gente en altos cargos que no quieren que mucha gente conozca estos hechos. Y precisamente esta falta de transparencia fue uno de los detonantes para dimitir del AATIP, ya que Elizondo confesó que no podía informar de sus progresos, ni siquiera al secretario James Mattis, que había sido su superior mientras estuvo destinado en Afganistán. Por esto mismo Elizondo justifica que tras su abandono decidiera colaborar con el New York Times en la exclusiva que dio a conocer al mundo las investigaciones OVNIS emprendidas por el Pentágono.
Por otro lado, y respondiendo a los descubrimientos del AATIP, Elizondo declaró que, pese a que habían documentado profusamente la existencia de los OVNIS, y que los Estados Unidos eran vulnerables a sus incursiones, las autoridades habían ignorado por completo estas conclusiones para restarle gravedad a la cuestión. El exagente manifiesta que no daba crédito a esta sorprendente actitud y acusaba directamente a la burocracia y a los políticos de impedir el avance de sus estudios. La entrevista continua por un tema que intriga a gran cantidad de personas. Y es que a Jamarl Thomas, al igual que a muchos ufólogos y aficionados, le extraña sobremanera que ningún medio de comunicación le haya preguntado, hasta el momento, al recién elegido presidente Joe Biden por su opinión sobre los OVNIS del Pentágono teniendo en cuenta la polémica y tremenda expectación suscitada en los últimos años. Pero Elizondo cree que es, hasta cierto punto lógico, este mutismo, ya que ahora mismo existen otros graves problemas en el país, como la fracturación política y la grave crisis económica y social derivada por el coronavirus para que se preguntara a Biden por esta materia. Además, Elizondo quiso añadir, de hecho lo repitió varias veces durante la entrevista, que todavía existe un gran estigma y tabú en lo referente a los OVNIS, que hace que sea muy difícil abordarlo en ciertos estamentos, incidiendo en que Hollywood no ha contribuido precisamente a mejorar la imagen del fenómeno de cara a la opinión pública, aunque está esperanzado que el presidente Biden continúe alentando la investigación en curso.
El entrevistador consiguió algunas jugosas declaraciones del siempre poco preciso Lue Elizondo |
En el transcurso de la conversación Jamarl Thomas quiso conocer más datos sobre lo que averiguó el exagente durante su etapa al mando del AATIP, y Elizondo fue especialmente rotundo indicando que recogieron numerosos testimonios de personal militar de alto nivel, perfectamente capacitados y entrenados para distinguir la naturaleza de una aeronave en el cielo, que confirmaban las intromisiones en el espacio aéreo de OVNIS. Además, para apostillar el comentario y ratificar la realidad de estos fenómenos, Elizondo dijo que muchos de estos avistamientos habían sido confirmados al mismo tiempo por radares y otro tipo de instrumental técnico, e incluso habían podido ser fotografiados y filmado. Sobre el extremado hermetismo que rodea al asunto OVNI y la función del presidente del país, Elizondo quiso ser claro, revelando que la mayoría de secretos permanecen al margen del inquilino del despacho oval, y que el presidente no tiene por qué estar enterado o al tanto de todo lo que se cuece en las distintas agencias del gobierno.
A la pregunta insistente de Jamarl Thomas para que aclarara el origen de estos OVNIS, Elizondo expresó que no creía que se trataran de algún proyecto oculto del ejército norteamericano, como por ejemplo el famoso B2 o el 117, ya que estos prototipos nunca se probaron en espacios abiertos fuera de terrenos militares (mencionó el área 51 como campo de pruebas) y mucho menos se volaron tan cerca de aviones comerciales. Además, Elizondo insiste en un detalle. Personalmente considera que la tecnología desplegada por los OVNIS no puede mantenerse en secreto. Y cuando el conductor del programa le preguntó cuál era la cuestión más importante de su estudio, el exdirector del AATIP comentó que, pese a que habían podido delimitar ciertas extraordinarias capacidades de vuelo de estas aeronaves, no habían sido capaces de descubrir sus intenciones. Pero inmediatamente Elizondo expone otro escenario. El exagente explica que, si los OVNIS son consecuencia de una increíble tecnología desarrollada por un país extranjero, como por ejemplo China o Rusia, nos encontraríamos ante uno de los mayores fallos de la inteligencia norteamericana de todos los tiempos. Y es que Elizondo está convencido que la creencia en los extraterrestres no puede sustituir por completo la posibilidad de que se trate de una potencia extranjera. Y Elizondo vuelve a considerar que el estigma que pesa sobre este fenómeno puede ser el verdadero responsable de que no se hayan tomado las medidas oportunas para investigar seriamente el asunto. Una de las cuestiones más interesante tratadas en la charla, fue cuando Jamarl Thomas le preguntó a Elizondo sobre las formas OVNIS más usuales descritas por los testigos dentro de las pesquisas desarrolladas por el AATIP. Según su exdirector tenían informes que señalaban tres formas básicas de aeronaves no identificadas: discos, alargados en forma de puro y objetos de planta triangular. Elizondo quiso puntualizar que probablemente cada tipo de OVNI tiene un propósito o y una función diferente que desconocemos.
En algunas cuestiones se comprueba que Lue Elizondo se siente muy incomodo a la hora de dar explicaciones mas detalladas. |
Uno de los momentos más esperados e interesantes de la entrevista llegó cuando Jamarl Thomas le preguntó por los controvertidos restos recuperados por el gobierno procedentes de OVNIS. Hay que recordar que en las últimas semanas se generó cierta controversia cuando el magnate Robert Bigelow que estuvo al frente del AAWSAP (Advanced Aerospace Weapon Systems Applications Program) y el AATIP y el propio Elizondo negaran en cierta medida la existencia de estas evidencias que previamente habían anunciado. Tras visionar un corte de una conferencia donde Elizondo hacía referencia a que estos materiales no se pudieron replicar en el laboratorio, se notó que el exagente estaba algo nervioso ante la pregunta. Para empezar, señaló los metamateriales parecían tener un diseño inteligente y como ejemplo dijo que si un avión, un 747 se estrellase en una selva, quizás unos indígenas podrían encontrar algunos trozos e intentar comprender su funcionamiento. Y pese a que pudieran llegar a utilizar un trozo de cristal a modo de cuchillo, sería muy complicado que los miembros de la tribu, llegaran a siquiera a imaginar la verdadera función de todas las piezas en su conjunto. No obstante Elizondo no quería profundizar demasiado en este aspecto de la entrevista, y al poco tiempo concluyó que «no podía dar más detalles». Jamarl Thomas conocedor de la trascendencia de la cuestión insistió y le preguntó si la limitación del personal científico que puede acceder a estos restos puede ser uno de los motivos para no avanzar en el estudio de los metamateriales. En este punto, Elizondo, seguía incomodo, y explicó que las investigaciones están fijadas en «burbujas» y que sería necesario abrir la información de una manera más pública, aunque añadió que «no puedo ir más lejos en mi exposición». Pero reveló que la estructura atómica de algunos elementos de estos metamateriales ha sido cambiados de forma premeditada y que nosotros actualmente no disponemos de ese nivel de tecnología para alcanzar esa precisión. Apoyado en estas respuestas tan concretas, Jamarl Thomas aprovecha una vez más para conocer la opinión de Elizondo sobre el origen de los OVNIS, advirtiendo que si vinieran del espacio exterior deberían de utilizar unas naves mucho más grandes de las que señalan los informes. Rápidamente Elizondo dice que debemos de abandonar nuestra manera binaria de pensar, y que hay que tener en cuenta que quizás estas aeronaves provienen de otras dimensiones como nos anticipa la física cuántica. Para Elizondo la física newtoniana se queda muy corta para explicar estos fenómenos e incluso nuestros sentidos, están muy limitados para captarlos en su amplitud ya que son incapaces de captar muchas cosas, como por ejemplo las ondas de radio o la señal del wifi. El exagente especula con la probabilidad de que los OVNIS puedan utilizar agujeros de gusano para llegar hasta nuestro planeta.
En ese momento de la entrevista Jamarl Thomas le pregunta a su famoso invitado si han podido sacar algunas conclusiones sobre el comportamiento de estos objetos y si pueden anticiparse de alguna manera a sus apariciones, y Elizondo responde que han comprobado que existen ciertos patrones en su conducta que parecen en cierto modo predecibles. Y es que han podido acreditar que se producen un mayor número de avistamientos OVNIS sobre zonas con agua y sobre bases nucleares.
Y sobre si otros países están al tanto de la existencia de estos fenómenos, Elizondo sospecha que pocas naciones están dispuestas a hablar públicamente sobre OVNIS, porque son reacias a admitir sus vulnerabilidades y limitaciones ante estas incursiones no identificadas. Aunque asegura que hay países como Japón que han mostrado su deseo de colaborar con el gobierno estadounidense en la investigación OVNI. En ese momento Elizondo vuelve a dar a entender que el fenómeno es externo al ser humano, al señalar que estamos ante un problema a escala planetaria que afecta a todos los países por lo que es indispensable la mutua colaboración olvidándose de las fronteras. El exagente detalla que no quiere continuar hablando sobre este asunto porque no quiere dañar o interferir algunas colaboraciones que están en marcha. Al parecer Nicaragua, Perú, Argentina y otras naciones tienen activos programas sobre OVNIS.
Sobre sus expectativas ante el próximo anuncio de revelar la verdad OVNI ante el Congreso, Elizondo cree que ya se han establecido puentes al más alto nivel, con declaraciones de pilotos, políticos y militares para que la sociedad norteamericana comprenda que los OVNIS es un asunto muy serio y que se produce en todo el planeta: «hay algo en el cielo y no sabemos lo que es», y asegura que si el pueblo americano está preparado para conocer la amenaza nuclear, el riesgo terrorista y los efectos de la pandemia, está capacitado para conocer la verdad sobre los OVNIS. Para Elizondo ocultar la información a los ciudadanos es lo contrario a la democracia que se promulga en su país. Y entonces, en este punto de la entrevista, surge una cuestión transcendental. Jamarl Thomas argumenta que si estos fenómenos se llevan produciendo quizás miles de años como ha dejado entrever Elizondo en una de sus respuestas ¿por qué se les considera una amenaza en la actualidad? Elizondo se limita a decir, de forma contradictoria que «yo no soy de los que trafican con el miedo», pero inmediatamente añade que de forma indirecta estos objetos pueden ser una amenaza, ya que los OVNIS vuelan cerca de aviones comerciales y pueden representar un peligro a lo mejor sin pretenderlo, y concluye diciendo que simplemente que: «lo veo a través de mi lente de la seguridad nacional». Casi al terminar Jamarl Thomas le pregunta si estos fenómenos provocan daños fisiológicos en los testigos. Elizondo vuelve a repetir una vez más que «no puedo dar muchos detalles», pero, agrega que estos objetos han provocado efectos fisiológicos, biológicos e incluso efectos físicos sobre el medio, pero reconoce que él no tiene todos los datos. La última pregunta es sobre su comentado abandono de la no menos célebre TTSA (To The Star Academy) de Tom DeLongue, a lo que Elizondo señala, sin muchas ganas de entrar a dar explicaciones más detalladas, que pretende hacer algo a nivel más global, de más alcance internacional, para buscar un alto nivel académico en la investigación, muchas colaboraciones y provocar un amplio debate abierto en el que tuviera cabida todo tipo de opiniones y creencias.
Lo que queda claro una vez más es que Lue Elizondo es muy ambiguo en muchas de sus declaraciones públicas. Y mientras que por un lado señala que el fenómeno OVNI es real e inexplicable, ya que casi por primera vez habla explícitamente sobre la posibilidad de que estas aeronaves tengan incluso una procedencia interdimensional y que debemos afrontar un estudio conjunto por parte de todos los países del planeta, por otro lado, sigue apuntando, sin excluirlo al 100%, que los OVNIS podrían ser tecnología secreta de otra nación. Además, le cuesta abandonar el alegato continuo de la amenaza, y de la necesidad de averiguar que son y que quieren. Pero sobre todo, lo que más cuesta asimilar del discurso de Lue Elizondo son sus continuos silencios e imprecisiones en determinados temas que podrían despejar sustanciales dudas sobre la verdadera realidad de estos fenómenos. Y es que su negativa a entrar en profundidad en algunas cuestiones no terminan de fijar que es lo que realmente han averiguado en el AATIP.
Por tanto, por el momento solo nos queda seguir esperando… aunque me da la impresión, que cada día que pasa la caja de los truenos parece un poco más abierta…
JOSE ANTONIO CARAV@CA
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"Deshojando la Margarita"...es un asunto Global por un lado de origen incierto (exogeno) y otro es el tema del desarrollo militar de otros países...ambas realidades posiblemente se dan a la vez....
ResponderEliminarYa veremos en que queda todo este lio... saludos
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