En una entrevista exclusiva con Ross Coulthart para el medio NewsNation, el senador republicano por Dakota del Sur, Mike Rounds, confirmó que planea reintroducir este año la polémica Ley de Divulgación de UAP (Fenómenos Anómalos No Identificados) como parte del proyecto de Ley de Autorización de Defensa Nacional (NDAA) 2025.
Rounds, miembro de los comités de Inteligencia y Servicios Armados del Senado, fue uno de los principales impulsores del proyecto original en 2023, junto al líder demócrata Chuck Schumer. Aunque entonces fue debilitado por la oposición en la Cámara de Representantes, el senador reafirma: “Sí, lo vamos a volver a presentar.”
Una ley ambiciosa: tecnología desconocida, inteligencia no humana y poder de incautación
El texto original —de 64 páginas— fue considerado revolucionario. Establecía:
1.- Presunción de divulgación pública de todos los archivos UAP. 2.- Creación de una comisión presidencial independiente con acceso a archivos clasificados y poder de citación. 3.- La posibilidad de invocar dominio eminente para recuperar tecnología de origen desconocido en posesión privada. 4.- El término "inteligencia no humana" (NHI) aparece 24 veces.
Aunque no hay evidencia concreta —reconoce Rounds—, se planteó esta posibilidad para "evitar sospechas de encubrimiento" y “garantizar transparencia” si algún día se confirma.
La versión de 2023 no prosperó, según Rounds, por falta de apoyo político en la Cámara, especialmente por la preocupación de representantes como Mike Rogers y Mike Turner, quienes temían que se expusieran tecnologías militares sensibles.
Rounds matiza: “No era una conspiración. Era proteger capacidades propias o adversarias que podrían comprometer la seguridad nacional.”
¿Tecnología de otro mundo? "No podemos explicarlo... pero aún no sabemos qué es"
El senador se mantiene cauteloso: “No tengo pruebas de que tengamos tecnología de otro mundo… pero sí hay cosas que no podemos explicar con la física conocida.”
Además, no descarta que la compartimentación extrema dentro del gobierno esté obstaculizando el acceso al conocimiento de ciertas tecnologías, lo cual podría poner a EE.UU. en desventaja frente a rivales como China o Rusia. Rounds reconoció que ha hablado con agentes del FBI sobre investigaciones relacionadas con UAPs, pero negó saber de una conspiración. También mostró apertura a fortalecer las protecciones para denunciantes (whistleblowers), tras declaraciones de figuras como David Grusch o Jake Barber, quienes afirman que existen programas clandestinos de recuperación de naves y “biológicos”.
¿Amenaza nacional?
Al ser consultado sobre declaraciones del secretario de Estado (entonces senador) Marco Rubio respecto a objetos desconocidos sobrevolando instalaciones nucleares estadounidenses, Rounds fue claro: “Eso es, por definición, una amenaza a la seguridad nacional.” Aunque reitera que aún no sabe si estos objetos son estadounidenses, extranjeros o de otra procedencia, insiste en que es un asunto que debe investigarse a fondo.
¿Encubrimiento de radar o manipulación de datos?
Rounds también abordó preocupaciones sobre por qué los radares de NORAD no reportan UAPs, mientras que sí lo hacen pilotos de la Armada. Explica que distintos radares están diseñados para diferentes propósitos y que parte del secreto responde a no revelar vulnerabilidades tecnológicas a adversarios. El senador Rounds insiste en un equilibrio entre transparencia y seguridad nacional. Su postura es pragmática:
“Queremos que el pueblo estadounidense sepa que no ocultamos nada... pero protegeremos firmemente aquello que pueda dañar nuestra defensa.”
El futuro de la Ley de Divulgación de UAP dependerá ahora de las negociaciones bipartidistas y del clima político. Pero lo cierto es que, por primera vez en décadas, el Congreso de EE.UU. está hablando abiertamente sobre la posibilidad de que no estemos solos. ¿En que concluirá este nuevo movimiento?... Solo el tiempo dará la respuesta.
JOSE ANTONIO CARAV@CA
Prohibido la reproducción total o parcial del material incluido en el presente blog sin previa autorización del autor. Propiedad de José Antonio Caravaca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario