jueves, 1 de junio de 2023

LA NASA INVESTIGA LOS FENOMENOS ANOMALOS NO IDENTIFICADOS: COMPARECENCIA PUBLICA DE LOS EXPERTOS

 




El 31 de mayo los 16 miembros de un equipo de estudio independiente de la NASA celebraron una larga y sin sustanciales sorpresas sesión informativa pública para hablar sobre sus esfuerzos para identificar y evaluar correctamente los denominados fenómenos anómalos no identificados, los famosos UAPs. El grupo está formado por físicos, tecnólogos, astrobiólogos, astrónomos e incluso por un exastronauta: Scott Kelly. Pese a que llevan trabajando durante los últimos 7 meses en la cuestión, cualquiera podría llegar a pensar, viendo el resultado de la rueda de prensa, que se reunieron el fin de semana pasado antes de la comparecencia. Pese a todo la presentación a cargo de Dan Evans, administrador adjunto de investigación y dirección de Misiones Científicas de la NASA no podía ser más esperanzadora: "Los fenómenos anómalos no identificados realmente han captado la atención del público, de la comunidad científica y, hoy en día, también del gobierno de los Estados Unidos, y nosotros en la NASA creemos firmemente que es nuestra responsabilidad trabajar juntos para investigarlos con el escrutinio científico por el que la NASA es bien conocida”. "Es nuestra responsabilidad colectiva investigar estos sucesos con el riguroso escrutinio científico que merecen".... "La ciencia se basa en evidencias, en el análisis, requiere la capacidad de reproducir los fenómenos y por encima de todo objetividad, no tenemos una agenda, el objetivo principal de este increíble equipo de expertos no es ver videos borrosos de fenómenos aéreos, sino darnos un mapa para análisis futuros (…) La NASA es transparente".

Sin embargo el director del panel, el astrofísico David Spergel, restaba importancia a su propio trabajo asegurando que el propósito de su grupo; "no era resolver la naturaleza de estos eventos". Y por otra parte su colega Nadia Drake señalaba que: "No es nuestro trabajo definir la naturaleza, sino estudiarla de manera que la naturaleza se revele a nosotros sin importar cuán emocionante o decepcionante pueda ser esa realidad". Empezamos mal.

Al igual que el AARO (Oficina de Resolución de Anomalías de Todos los Dominios del Pentágono), el nuevo grupo de la NASA no ofreció detalles o datos concretos que señalaran en que linea están investigando o si han analizado alguna información o base de datos concreta sobre los UAPS. Por ello dijeron que labor no era estudiar casos concretos sino implantar una metodología científica para obtener datos de calidad de los fenómenos anómalos para su posterior análisis.

Spergel comentó que, hasta la fecha, no había material digno de estudio: "Los datos existentes actualmente y los informes de testigos oculares por sí solos son insuficientes para proporcionar evidencia concluyente sobre la naturaleza y el origen de cada evento de UAP (...) Los datos disponibles a partir de los informes de testigos presenciales suelen ser confusos y no pueden aportar pruebas concluyentes que respalden el reconocimiento y el análisis de los UAPs" (...) Además, el trasfondo de un objeto puede complicar aún más los datos y hacerlos inutilizables debido a objetos convencionales que pueden imitar o eclipsar completamente el fenómeno, como aviones comerciales, aparatos militares hasta fenómenos meteorológicos e ionosféricos como las auroras. Esta falta de datos de alta calidad hace imposible extraer conclusiones científicas sobre la naturaleza de los UAP. Dicho esto, quedan eventos que no entendemos". Aun así el director del panel no se muestra convencido que puedan solucionar todos los casos: "Para comprender los UAP se necesita una recopilación de datos mejor focalizada, un tratamiento exhaustivo de los datos y análisis sólidos. Este enfoque ayudará a discernir los avistamientos de brechas inexplicables, pero incluso entonces no hay garantía de que todos los avistamientos puedan explicarse."

En la misma línea, Nadia Drake periodista científica y miembro de la comisión apuntilló que: "Recopilar más datos buenos de la comunidad científica para revisarlos en un contexto revisado por pares será importante para que se logren avances aquí". Al parecer la razón fundamental para que a estas alturas de la película no hay un conceso generalizado sobre la naturaleza de estos fenómenos es que, tanto las cámaras militares, el radar y otros sensores que han recopilado información sobre algunos de estos incidentes, por lo general no están ajustados para estos fines, ya que no están diseñados para recopilar datos necesarios para identificar objetos no hostiles (¿!).  

Sobre la supuesta ocultación de información del gobierno la respuesta/excusa de Spergel no parece demasiado convincente: "Los datos de las agencias de defensa e inteligencia sobre los UAP suelen ser clasificados principalmente por la forma en que se recopilan los datos", dijo, "no por lo que contienen los datos. La cámara de un F-35 toma una imagen de un pájaro: es clasificada. El satélite espía toma una imagen de un globo, como hemos tenido en las noticias algunos globos recientemente, eso es clasificado, y eso se debe al deseo de no revelar nuestras capacidades técnicas a otras naciones".

Según la NASA, los UAP se pueden definir básicamente como "observaciones de eventos en el cielo que no pueden identificarse como aeronaves o fenómenos naturales conocidos desde una perspectiva científica". Pero esto no quiere decir que estemos ante algo extraordinario. Y por eso tanto desde el AARO como desde este grupo de la NASA se insiste en señalar que no existen evidencias concluyentes que sugieran un origen extraterrestre para los UAP". Spergel fue tajante en este sentido: "Afirmar que vemos algo que es evidencia de inteligencia no humana requeriría evidencia extraordinaria, y no hemos visto eso". Sobre esta materia, David Grinspoon, científico principal del Instituto de Ciencia Planetaria en Houston, respondió que: "No hemos visto ninguna evidencia que indique que los UAP tengan algo que ver con fenómenos extraterrestres (…) Si los datos nos llevan a darnos cuenta de que lo hace... Por supuesto, estaremos cautivados y fascinados por eso y querremos perseguirlo. Pero en este punto, realmente no tenemos ningún dato explícito que sugiera que haya una conexión entre los UAP y la vida extraterrestre".

Pese a todo el director del AARO, el Dr. Sean Kirkpatrick, invitado a la convocatoria, dijo que después de examinar más de 800 casos en los últimos 27 años, del 2 al 5 por ciento de esos incidentes quedaron sin explicación. Tambien hizo mención a la detección, en varias partes del planeta, de unas extrañas orbes metálicas que seguían sin identificar: "Observamos estas [esferas metálicas] en todo el mundo, y las vemos haciendo maniobras aparentes muy interesantes". Sobre el volumen de recepción de informes expresó que: "Tenemos entre 50 y 100 informes nuevos cada mes"…

Al final y aunque los expertos de la NASA se quieren desmarcar de sus colegas del AARO del Departamento de Defensa, ambos están trabajando en una misma narrativa. Sus conclusiones calcadas:

1.- No existe ni un solo incidente UAP de calidad.

2.- No existen filmaciones o fotografías de alta calidad.

3.- No existe una base de datos fiable de algún organismo del gobierno que antes de 2017 posea información sobre estos eventos.

4.- No existen, ni se han recopilado, evidencias/materiales de que algunos de estos avistamientos tengan un origen extraterrestre (No-humano).

5.- Los UAPs pueden ser una amenaza para la seguridad nacional y hay que determinar si son aeronaves de potencias extranjeras.

6.- Hay que invertir dinero en el estudio UAP.

Tampoco parece casualidad que ambos proyectos vayan ampliando y difuminando las fronteras de la denominación UAP, para abarcar tanto campo, que los interesados en las cuestiones OVNIS y los medios generalistas comienzan a perder interés por lo que puedan aportar estas comisiones. De hecho la palabra objeto y aéreo han sido erradicados del discurso. Su definición de los fenómenos no es al azar: "Dado que los UAPs pueden ser cualquier cosa en nuestros cielos, en el agua o en el espacio, decimos fenómenos anómalos no identificados en lugar de objetos voladores no identificados para proporcionar un lenguaje más inclusivo sobre los tipos de informes presentados al gobierno". Los expertos de la NASA creen que muchos de estos avistamientos no son ni siquiera objetos físicos y que podrían encubrir algunos fenómenos lumínicos de la naturaleza desconocidos, por lo que es más apropiado hablar de fenómenos anómalos, y quitar incluso el aspecto aéreo.

El AARO y la NASA coinciden en señalar que la mayoría de los eventos UAP son perfectamente identificables y que los más extraños quizás escondan una tecnología terrestre de orden militar que hay que investigar y localizar.




JOSE ANTONIO CARAV@CA


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3 comentarios:

  1. La investigación científica exigirá contrastar hipótesis explicativas de estos fenómenos, por ejemplo la extraterrestre. Y validarla o desecharla. Por lo que veo estas comisiones están en una etapa muy preliminar de recolección de datos. Y no manejan aún alguna hipótesis contrastable. Esperemos que no se queden anclados en esa etapa.

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    1. Ese es el problema. Las intenciones son siempre loables, pero nos hallamos en un bucle que nunca termina de arrancar...

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    2. No sé qué pensar. Me da un cierto tufillo a que esto se ha vivido ya. Majestic 12? Proyecto Blue Book?

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