EL PLAN MARSHALL LLEGA DEL ESPACIO EXTERIOR
El 12 de Marzo de 1981 la vida iba a cambiar bruscamente para Juan González Santos a sus 42 años de edad. Como podía imaginar este afable funcionario que aquella mañana iba a encontrase de bruces con unos "curiosos y nada sociables astronautas americanos". Sobre las diez y cuarenta minutos, conducía su furgoneta Ebro por la nacional 340, en dirección a Pelayo, barriada situada a las afuera de Algeciras, cuando vio a un lado de la carretera un "llamativo" resplandor que llamó su atención. En un principio pensó que eran las luces de una ambulancia y que se había producido un accidente de trafico al margen de la calzada, aunque bien entrado en el campo. A escasos metros del supuesto incidente se hallaban unos repetidores utilizados por radio y televisión. Nuestro protagonista detuvo su vehiculo movido por la curiosidad, y al ir acercandose a pie a la escena comprobó que aquello no era producto de un percance como había imaginado.
Desde la carretera un extraño resplandor atrajo su atención
Frente a él, a menos de 25 mt distancia, protegido de la carretera por una hilera de eucaliptos, se hallaba un objeto resplandeciente, en forma de cúpula (de unos 4 metros de diámetro y 2 metros de altura, aunque con las patas podía medir casi los 4 metros de altura) con 5 ventanas circulares en su parte delantera, siendo mayor la del centro (50 cm aprox.), que parecía girar en el sentido contrario de las agujas del reloj. ¿Que sería aquello?... pensaría Juan González mientras enfilaba monte abajo en busca de respuestas...
Un objeto semiesferico estaba posado en tierra sustentado por tres patas telescópicas
... HOUSTON TENEMOS UN PROBLEMA... El intrépido algecireño anduvo en dirección al extraño artefacto, y por el camino pensó que tal vez podría tratarse de un modulo espacial americano con problemas, y ni corto ni perezoso decidió que podría saludar a los astronautas (SIC). Que noticia para contar en el pueblo, seguía cavilando, un encuentro con el mismísimo Apolo XI y sus tripulantes. Sin embargo, a pocos metros del objeto, se serenó un poco y decidió contemplarlo detenidamente parapetado tras un pequeño murete de piedras. "El cacharro -comentó Juan González al veterano investigador Gómez Serrano en una de las primeras entrevistas que le concedió- se apoyaba en unos soportes que parecían metálicos y telescópicos de mayor a menor rematando estos en unos pies o base en forma de cuenco. Todo ello -prosigue el testigo- era perfectamente visible desde donde yo me encontraba, que seria a unos quince o veinte metros del objeto ese posado en tierra. El color de este era gris metalizado como el aluminio bruñido. Aquel cacharro no tenía junturas ni tornillos o cualquier otra cosa que me fuera familiar. Aquello era un todo. Se veía compacto y solido, era increíble, allí en mitad del campo y a plena luz del día".
Juan Gonzalez Santos desde la posicion que observó el OVNI . (Cortesia J. J. Benítez)
El autor del reportaje en el mismo lugar
Del OVNI surgió un haz de luz que paralizó al testigo
Los "americanos", 4 o 5, según Juan González parecían conversar entre ellos mientras no dejaban de mirarle. El humanoide que se hallaba en el centro, justo en la ventanilla de mayor tamaño, fue el sujeto que mejor observó nuestro testigo pues en todo momento estuvo frente a él, parecía llevar unas "orejeras parecidas a unos auriculares". Aunque parezca inaudito, nuestro testigo no pensó en aquellos momentos que se hallaba ante algo extrahumano.
El símbolo del OVNI
Juan González añadió al final de la entrevista un detalle muy importante que me corroboro en una entrevista personal que mantuve con él a mediados de los años noventa: "durante el tiempo que estuve junto a la empalizada no escuche ningún ruido. Ni del artefacto aquel, ni de los coches circulando por la carretera general 340. A pesar de tener la carretera a unos treinta metros, no escuche ningún ruido pero tampoco vi pasar coche alguno, ni para Algeciras, ni para Tarifa. Aquello si que era extraño. El silencio que yo notaba era impresionante. No se movían ni las ramas de los árboles ni las hojas tampoco". Este dato hay que tenerlo muy en cuenta, ya que la carretera general Cádiz-Algeciras es de las mas transitadas de la comarca.Las huellas dejadas por el objeto fueron fotografiadas por J.J. Benítez, y en algunas hojas de su interior, se podía apreciar aun la forma de la base redondeada de las patas.
El veterano investigador gaditano Andrés Gómez Serrano junto al testigo sostienen las ramas encontradas en el interior de una de las huellas dejadas por el OVNI. (Cortesía J. J. Benítez)
Observese la forma de las hojas junto al soporte descrito por el testigo. La forma indudablemente es muy parecida. (Cortesia J.J. Benítez)
El autor en la zona de las huellas
Gómez Serrano mostró al testigo gran cantidad de fotografías y dibujos de OVNIs para que éste intentara identificar el objeto que observó. Juan González, tras hojear varios libros, escogió la instantánea de un OVNI observado en la localidad italiana de Génova, y que fue enviada de forma anónima al periódico italiano Domenica del Corriere, el 23 de junio de 1963, sin ninguna otra información adicional. En la fotografía, que para muchos investigadores es autentica se aprecia un objeto metálico posado en tierra apoyado en tres patas telescópicas. 4 años después de su experiencia, de nuevo Juan González fue testigo de un incidente OVNI, cuando en septiembre de 1985, el deposito de agua de la ciudad, que se halla en las afueras, fue sobrevolado durante varios días por un extraño objeto multicolor, que giraba sobre si mismo. Según el testigo el objeto "era como una rueda giratoria muy grande, de un diámetro aproximado de 80 metros".
Juan Gonzalez Santos describió a los investigadores, que uno de los seres que observó en el interior del OVNI poseía en la cabeza unos "auriculares" o "cascos" a modo de orejeras. Curiosamente el 3 de diciembre de 1967, en Ashland, Nebraska (USA), el oficial de policía Herbert Schirmer tuvo un particular encuentro con unos humanoides cuya descripción recuerda notablemente a los individuos reportados por el gaditano muchos años después, tanto en la vestimenta como en el extraño "aparato" que poseía en las orejas. Ilustración realizada por Shirmer.
A escasos kilómetros de donde ocurrió al avistamiento del apreciado González Santos tuvo lugar la experiencia de Antonio Manzano antiguo piloto militar que también sufrió en sus carnes la realidad incuestionable del Fenómeno OVNI. Ocurrió el 16 de octubre de 1959 cuando Manzano se encontraba de caza en los montes colindantes a Algeciras. "Era de madrugada, cuando un objeto en forma de dos platos soperos colocados uno encima de otro, con una especie de pequeña cúpula en la parte superior". "Junto a este artefacto -detalla Antonio Manzano al investigador navarro J.J. Benítez que recogió el caso en su clásico La Punta del Iceberg- había un ser que yo calculo mediría mas de dos metros y que permanecía inmóvil, dándome la espalda... Me llamó la atención su traje. Parecía de vidrio o platino... Al cabo de uno o dos segundos aquel ser -de formas humanas- se dirigió hacia al objeto desapareciendo por debajo del mismo. Lo que mas me sorprendió es que yo no podía mover un solo dedo. Me había quedado paralizado, con la linterna en la mano... Aquella situación duraría entre tres y cuatro minutos. El tiempo que empleó el OVNI en elevarse y desaparecer de mi vista".
Ovni observado por el piloto en Algeciras
"Eran las tres de la madrugada -continua con su relato Antonio Manzano. Recordaré toda mi vida la hora, porque el reloj -un Longines- ya no volvió a funcionar mas, se había parado a las tres. Cuando me acerque donde este aparato había estado posado, la hierba parecía mustia, como si la hubiera trillado un caballo durante horas. Y un detalle que no se me paso por alto, yo estaba acostumbrado a oír los ladridos de los perros de los cortijos cercanos de la zona. Bueno pues en aquel momento, allí había un impresionante silencio, no se escuchaba nada, todo estaba como yo me sentí "paralizado".
ABATIDO POR UN OVNI Un caso que guarda grandes semejanzas con el de nuestro querido amigo algecireño Juan González Santos, nos hace saltar el charco y retroceder en el tiempo varios años. Concretamente al 14 de marzo de 1965 y a Florida (E.E.U.U.). El notable investigador Donald Keyhoe, nos lo trae a colación en uno de sus escritos; "El testigo de este inusitado encuentro con un OVNI fue James W. Flynn, ranchero y entrenador de perros que vivía en Fort Myers, Florida. La noche del 14 de marzo de 1965, Flynn estaba acampado en los Everglades. Ya había pasado la medianoche cuando vio un objeto brillante e iluminado que descendía a un par de kilómetros de distancia. Creyendo que debía de ser un avión con problemas, puso en marcha su vehículo de los pantanos y fue hacia la luz, que era visible a través de los arboles. A medio kilometro de distancia abandono el vehículo y siguió a pie. Al ir acercandose, Flynn vio que el objeto no era un avión sino una gran maquina en forma de cono que flotaba silenciosamente a poca distancia del suelo. Tenía unos 25 metros de diámetro y unos 10 o 15 metros de altura. Se podían ver cuatro hileras de ojos de buey o ventanillas, a través de las cuales surgía una luz amarillenta"
El haz de luz dejo inconsciente a nuestro testigo
"Cuando Flynn se acercó oyó un sonido zumbante, pero no pudo ver ni equipo ni ocupantes, pues parecía haber un panel o pared justo detrás de las ventanillas. Al cabo de varios minutos Flynn comenzó a aproximarse al OVNI. Mientras se adentraba en el circulo de luz alzó una mano, pretendiendo que esto fuera un gesto amistoso, por si estaba siendo observado. Instantáneamente, un estrecho haz de luz centelleó procedente de una de las ventanillas bajas. Le dio de lleno en la frente, derribándolo por tierra, inconsciente. Cuando despertó, horas más tarde, estaba parcialmente ciego. Tenía un doloroso hematoma allí donde el rayo de luz le había alcanzado. El OVNI se había ido, pero se veía un área chamuscada donde había estado flotando. Y también había ardido las copas de los arboles mas cercanos. Flynn consiguió regresar a Fort Myers, donde pasó 5 días en un hospital. Además del golpe en la frente y la perdida de visión , se descubrió que sufría una merma en los reflejos de los músculos involuntarios y los tendones. El área chamuscada fue hallada tal como fue descrita por Flynn. Y también las copas de los arboles incendiadas, que se hallaban de diez a doce metros del suelo. También fueron descubiertas marcas de raspaduras en varios troncos de árboles, lo que indicaba que un objeto pesado los había rozado al descender..."
LUCES MORTÍFERAS
Estas "hostilidades" por parte de los OVNIs son más frecuentes de lo que pueda parecer en un principio. La casuistica OVNI habla por si misma. En España tenemos otro caso que enlaza perfectamente con los episodios narrados anteriormente. Pero en esta ocasión las repercusiones derivadas del misterioso haz de luz, son mas dramáticas.
De la mano de un buen amigo y reportero, Iker Jiménez autor de la magnífica serie de libros Enigmas Sin Resolver, conocimos los pormenores de la aterradora historia del niño de Tordesillas.
En esta ocasión, un pueblecito de Valladolid iba a ser escenario de éste nuevo capitulo de las idas y venidas de estos misteriosos cacharros aéreos.
Todo comenzó la tarde del 1 de octubre de 1977, cuando Martín Rodríguez Rodríguez de 7 años de edad, jugaba con varios amigos en los alrededores del pueblo. Junto a Fernando Carabelos, decide esconderse en un viejo corral existente en la Carretera Nacional-122. Aquella decisión, sin dudas marcaría para siempre la vida de este niño. Antes de entrar en el abandonado recinto, deciden tirar una piedra por el tejado inexistente para comprobar si había alguien en su interior. Tras arrojarla, un sonido seco y metálico retumba en el silencio. Los dos jóvenes sin intercambiar palabras deciden entrar a investigar...
Sin duda uno de los episodios OVNIs mas extraños registrados en nuestro país y de nuevo como elemento inquietante un haz de luz emitido desde el artefacto
Mudos debieron quedar, cuando en el interior de la choza oscura y sin techumbre, observan un objeto metálico en forma de lagrima, en cuya parte superior había varias ventanillas en forma de ojo de buey, de las que surgía una luz rosa-azulada. El estrafalario objeto se sustentaba en tres patas gruesas, y en su centro tenía una puerta dividida en dos, parecida a la de los ascensores (sic). Los dos chicos atónitos ante el objeto que emitía luces de variados colores, observaron como en su parte derecha poseía un juego de tubos metálicos por los que emanaban "gases condensados". Tras unos minutos de pétrea observación, el objeto comienza a vibrar y a elevarse lentamente. En ese momento la fatalidad. Del centro de la lagrima metálica, surge un fino haz de luz, que se proyecta hasta el estomago del desdichado Martín. Su amigo poco puede hacer para evitarlo. "La sensación que tuve -confesó 21 años más tarde Martín Rodríguez a Iker Jiménez- fue de que algo se me metía en el interior de la tripa. Algo que me dejaba enganchado sin permitir moverme adelante ni atrás. Fue entonces cuando empece a marearme y a sentir que se me iba el sentido. Esa fue la ultima imagen que tuve. Creo que cai hacia atrás al tiempo que aquello aceleraba recto y en vertical hacia le cielo mientras las patas se metían dentro del aparato". Tras la marcha del objeto un fuerte olor a azufre impregnó el lugar. El joven Martin tumbado en el suelo cerro los parpados mientras el objeto desaparecía a lo lejos. La consecuencias de la "agresión" no se hacen esperar. Martín Rodríguez Rodríguez de 7 años es ingresado en el hospital en estado de coma. Logra superarlo, pero tiene perdida de visión y constantes vómitos. Es operado a vida o muerte en varias ocasiones y milagrosamente salva la vida ante el desconcierto generalizado de los facultativos que le atienden. Actualmente unas profundas cicatrices son mudas testigos de aquella estremecedora vivencia...
ESTUDIO FOTOGRAFICO COMPARATIVO DE DOS OVNIS... ¿GEMELOS?
El 23 de junio de 1963 en la redaccion del periódico Domenica del Corriere se recibió un sobre anonimo que contenia una supuesta fotografia de un OVNI aterrizado. Los unicos datos que se tenían era que probablemente fue realizada en las proximidades de la localidad italiana de Genes. Cuando Juan Gonzalez Santos a petición de Gómez Serrano ojeo varias fotografias de OVNIs, ésta instantanea le pareció la mas parecida al artefacto observado por el mismo.
Fotografía del OVNI italiano
Comparación de ambas siluetas. (A) Fotografía OVNI (B) Esquema del OVNI de Juan González Santos
Comparación de los distintos elementos de ambos objetos
Jose Antonio Carav@ca
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