EL TERROR ACECHA EN LA CUNETA
UNA NIEBLA DEMASIADO ESPESA
Hagamos un pequeño viaje en el tiempo y repasemos que aconteció en el seno de la prolifera década de los setenta cuando un autentico aluvión de noticias referentes a los huidizos No Identificados salpicaban, cotidianamente, los distintos medios de comunicación de nuestro país.
Nuestra primeria historia nos traslada al sur de España, donde tuvo lugar un suceso, que se convertiría en todo un clásico de la ufología española. El protagonista el Sr. Cristóbal Muñoz Romero que, a bordo de un flamante Seat 1500 oficial, vivió una aterradora experiencia mientras se adentraba en una espesa niebla. La repercusión mediática del caso se debió a su profesión, chofer, por entonces, del presidente de la Diputación de Cádiz, y a su reputación de hombre serio y cabal.
Imagen inédita del Sr. Muñoz entrevistado por J. J. Benítez en la entrada de la Diputación de Cádiz. (Gentileza de J.J. Benítez)
Precisamente, debido a la reiterada y manifiesta negativa del testigo a conceder mas entrevistas y a la escasez de datos que circulaban del hecho, se publicaron muchas informaciones erróneas de lo acontecido aquella lejana madrugada de 1974.
Un ejemplo. Los ufólogos Julio Arcas Gilardi y José Ruega Montiel describían el episodio vivido por el gaditano de la siguiente forma: "Cristóbal Muñoz Romero chófer al servicio del entonces alcalde de Cádiz, regresaba en coche de un servicio oficial desde Sanlucar de Barrameda, cuando al pasar a través de una zona de niebla, a cinco kilómetros de la base de Rota, vio una luz blanca encima del automóvil y su parte derecha . La extraña luz debía encontrarse a diez metros de la carretera. Instantes después observó un "ser" de aspecto "humano" y cerca de dos metros de altura. Estaba próximo a la carretera; su vestimenta era similar a la de un submarinista, proyectando un rayo de luz resplandeciente que parecía salir frontalmente desde el cuello. La luz se alargaba y se encogía. Cristóbal Muñoz, al pasar con su automóvil cerca de "aquella entidad", notó que el motor fallaba y que era agitado violentamente por un repentino "viento". El testigo, asustado huyó." Menos acertado aún que los investigadores españoles, estuvo en su descripción de los hechos el escritor galo Pierre Duval, en su obra "El gran libro de los OVNIs", cuando comentaba el caso sin rigurosidad alguna: "Una noche , mientras volvía de acompañar al presidente a su casa, vi encima mío un objeto de aspecto metálico y brillante. A medida que el objeto se me acercaba, yo sentía con mayor intensidad una sensación extraña. Posteriormente, el auto se paró tras unas violentas sacudidas". Como veremos a continuación muchos de los aspectos narrados sobre su encuentro son totalmente falsos.
Mas de 30 años después del incidente, el autor ha conseguido lo que ningún otro medio de comunicación especializado había logrado, entrevistarse con el testigo y obtener un relato integro de su experiencia arrojando nuevos y sorprendentes datos. Además de poder visitar el lugar de uno de los encuentros mas importantes de la década de los setenta...
Cristóbal Muñoz junto a su vehículo oficial, ambos protagonizaron uno de los encuentros OVNIs mas conocidos de la década de los setenta. (Cortesía J.J. Benítez).
Este fue el resultado de una apasionante entrevista: Pregunta.- ¿Es cierto que vio algo fuera de lo normal en la madrugada del 19 de marzo de 1974?
Respuesta.- Si es cierto P.- ¿Puedes describirnos todo tal y como ocurrió?
R.- Serían las 3:30 ó 4 de la madrugada, venia de dejar al presidente en su domicilio, cuando circulando por la carretera, me encontré con una niebla muy densa, tan espesa que apenas podía ver nada. Debido a ésta circunstancia circulaba muy despacio, iba por la carretera de Sanlúcar de Barrameda hacia el Puerto de Santa María. Cuando llegué al cruce que hay en la carretera de Rota hacia Jerez, resulta que a unos 20 o 30 metros sobre la parte derecha de la cuneta, apareció una figura como la de una persona ,al lado de la carretera. En principio, a mi me pareció que era una persona normal, por que le había visto bien las piernas y vestía con pantalones, pensé incluso que podría haber habido un accidente y circule aún más despacio, por precaución. Pero tal y como me iba acercando al lugar, salió de esa figura un enorme resplandor de la cintura hacia arriba. Ese brillo apareció en unos segundos y justo cuando estuve muy cerca de la "persona". La "luz" era muy fuerte y lo iluminaba todo por completo, con gran claridad. Me lleve un susto tan grande que gire hacia la izquierda y claro, quise intentar correr más con el coche. Entonces sentí como el vehículo era "zarandeado" violentamente por "algo invisible" y todo esto paso en cuestión de segundos. En esos momentos tuve la clara sensación de que esa "cosa" se había subido a mi coche por la puerta de atrás. A pesar de todo, yo seguí acelerando más sin detenerme, miré por el retrovisor y allí no había nadie. Aunque mire hacia atrás en dos o tres ocasiones, ya no vi nada, ya no vi esa extraña luz por ningún sitio, incluso me salí de la carretera al querer fijarme mejor.
Un enorme resplandor surgió de la cintura del humanoide
P.- ¿Que piensas realmente que pasó?
R.- Pues no se, por muchas vueltas que le doy después de tantos años no llego a imaginarme lo que pudo ser, pero de lo que estoy seguro, es que algo raro fue. Como sabes, llevo muchos años en la carretera y he tenido mis anécdotas pero nunca me ha pasado nada tan raro como aquello.
P.- ¿Observaste algún objeto en el cielo o alguna otra anormalidad en ese lugar? R.- No vi nada a parte de lo dicho. Se dijeron muchas mentiras tras publicarse el libro de J.J. Benítez, que por cierto, hasta la fecha, ha sido el único investigador con el que he hablado. Yo nunca he visto un OVNI como se ha llegado a decir... P.- ¿Que condiciones climáticas imperaban esa noche?
R.- Como ya dije antes, era una noche de mucha niebla, no se veía nada a más de 20 o 30 metros, por eso fue la impresión tan grande que me lleve, por que lo vi de pronto. Estaba situado en una carretera que conozco muy bien y entonces, claro, allí no hay nada ni postes, ni señales de trafico, ni nada, por lo tanto no me esperaba encontrar "aquello" allí. P.- ¿Le ocurrió algo al coche oficial?
R.- Que yo sepa, a la mañana siguiente, en el Parque Móvil de la Diputación, que es donde yo dejo el coche, el mecánico me tuvo que arreglar la puesta en marcha del vehículo, pero pienso que pudo ser por pura casualidad. P.- ¿Sentiste algún tipo de molestia corporal en los día posteriores?
R.- No, solo me lleve unos pocos días muy nervioso, nada más. P.- ¿Contaste a alguien lo ocurrido aquella madrugada?
R.- Esa misma noche desperté a mi mujer Carmen y le comenté el gran susto que me había llevado (Su esposa confirmó éste extremo asegurandome que: "en todos los años que lo conozco, jamás, jamás, -enfatizó- lo había visto tan asustado como aquella madrugada que me despertó bruscamente, con la cara pálida, para decirme lo que le había pasado"). Después, a los tres días, cuando fui a recoger a mi jefe, le conté lo que me había sucedido y más tarde en una reunión que hubo en la Diputación, lo contó en el pleno del ayuntamiento a todos los presentes. En dicha reunión se encontraba un periodista del Diario de Cádiz y fue él quien se encargó, en contra de mi voluntad puesto que nunca quise hacerla pública, de expandir la noticia.
El autor del reportaje en el mismo lugar donde el Sr. Muñoz observó al misterioso ser
R.- Al principio no, quise evitarlo a toda costa. Siempre daba un rodeo por Jerez. Me causaba un poco de inquietud la zona. Pero por fin, un día, me decidí a circular de nuevo por allí, sin saber el susto que me esperaba. Era de día y me lleve otro sobresalto, porque justo cuando estaba a la altura de donde me ocurrió el hecho, y mira que circule mas despacio para observar mejor el lugar, el capo del coche se me levantó de pronto y tuve que pegar un frenazo en seco (El capo del 1500 se abre hacia adelante del vehículo, lo que dificulta su abertura en movimiento). El coche que venia tras del mio estuvo a punto de chocar conmigo.
P.- Antes de lo ocurrido ¿te habías interesado alguna vez por el tema de los OVNIs?
R.- No nunca me han interesado estas cosas. P.- ¿Crees que existen después de lo que te ha pasado?
R.- Tengo mis dudas. No estoy muy de acuerdo en que existan, pero ni lo afirmo ni lo niego. Solo se que aquello fue muy raro.
Para concluir esta investigación, acompañados por el propio testigo nos trasladamos, por primera vez después de mucho tiempo, al lugar del "tropiezo" con la luminosa entidad. Caminando por la zona comprobamos un dato que puede ser interesante al menos lo suficiente, como para tenerlo en cuenta. Una de las mayores interrogantes sobre este suceso, fue saber la "procedencia" o "naturaleza" del solitario humanoide. Si pudo o no estar relacionado con los OVNIs. Pues bien, situados en el mismo lugar de la entidad, observando detenidamente el paraje de los alrededores, comprobamos que al margen de la carretera, junto a la situación del ser aquella madrugada, existe una pequeña vaguada de unos 3 metros de desnivel, en referencia con el piso de la carretera, lo que impediría hipotéticamente (si así fuera el caso), que un "objeto" pudiera ser visto con facilidad si éste se encontrara próximo a la carretera. Debido a dos factores principalmente, a la niebla, cuando el testigo se aproxima al punto del encuentro desde lejos, y la propia elevación del terreno cuando el Sr. Muñoz se halla junto al humanoide, no pudiendo observar el área que encuentra muy por debajo de su punto de visión.
El testigo señala de donde partió el haz de luz cuando se aproximó al ser
PERSEGUIDO POR DOS PLATILLOS VOLADORES
A no demasiada distancia de Cádiz, en Sevilla, otro conductor, el Sr. Adrián Sánchez Sánchez de 31 años, fue perseguido por un "platillo volador" en la mañana del 20 de marzo de 1974. Solo un día después del encuentro del chofer gaditano. Veamos como sucedió...
Adrián, viajante de comercio de 31 años, circulaba plácidamente hacía el Castillo de las Guardas (Sevilla) a bordo de su Dyane 6, cuando sobre las diez y media u once de la mañana, vio caer "algo" al lado de la carretera, y observó una enorme maquinaria en medio del campo, como un gran almacén.Sorprendido por su apariencia, detuvo su vehículo y decidió averiguar que era "aquello". Según el testigo se trataba de un enorme puro metálico, que flotaba a escasos metros del suelo, con una amplia puerta en uno de sus lados, siendo su tamaño de unos 150 o 200 metros. " Yo no había visto cosa igual en mi vida- comento al investigador Juanjo Benítez a los pocos días de su experiencia. Era mucho mas que dos vagones de ferrocarril juntos. Pero, aunque flotaba, yo no terminaba de ver alas, ni ruedas ni nada...". En esas estaba el bueno de Adrián, cuando por la derecha del objeto, aparecieron de repente tres "discos" metálicos a gran velocidad. Dos de ellos se introdujeron por la entrada del enorme cilindro y el tercero de ellos, como advertido de la presencia del curioso, enfiló su rumbo hacia el sevillano.
Adrián Sanchez vivió una aterradora experiencia
Vehículo del testigo
Un extraño y gigantesco artefacto flotaba sobre el campo
HUMANOIDES EN MEDIO DE LA CALZADA
Pero aquella semana de inusitados sobresaltos no había concluido aún. Sin duda, aquel mes de marzo de 1974 tenía algo especial. El 21 del citado mes, Maximiliano Iglesias Sánchez de 21 años, iba a poner punto y final a unos días para no olvidar en mucho tiempo. Sin conocerse aun nada de lo vivido en Cádiz y Sevilla nuestro protagonista enfila de nuevo una oscura carretera para enfrentarse con lo desconocido... En esta ocasión Salamanca iba a ser el escenario escogido...
"Aquel 21 de marzo, yo salia de Pineda, donde vive mi novia hacia las dos y cuarto de la madrugada -relataba el joven al reportero infatigable Juanjo Benítez autentico cronista de lo insólito-. Monte en el "Avia" (furgoneta) y partí hacia Lagunilla. Pero de pronto, cuando me encontraba entre Valdehijaderos y Horcajo, a unos 500 o 600 metros, y en plena carretera vi una luz muy potente".
J. J. Benítez, cuya labor nunca sera lo suficientemente recompensada, recorrió la geografia española recopilando multitud de encuentros con los OVNIs durante los años setenta.
El testigo observa que en medio de su camino existen dos focos de luz, de color blanca, que disminuyeron de intensidad a los pocos minutos de observación. El motor y el encendido eléctrico del vehiculo de Maximiliano se detienen inexplicablemente. La furgoneta se resiste a arrancar mientras que un ligero nerviosismo comienza a florecer en el joven conductor salmantino. "Me quedé en la cabina y observé las luces que tenía frente a mí. Una, como les decía estaba en mitad de la calzada. La otra flotaba inmóvil a la derecha de la primera y a unos 15 o 17 metros sobre el campo".
El testigo describe la forma de los objetos que vió sobre la carretera
El transportista asegura que el objeto que estaba sobre la carretera, podía medir sobre los 15 metros, era de metal, sin remaches, ni puertas, ni ventanillas, completamente liso y sin aristas. Se sostenía sobre tres patas de medio metro cada una. Cuando ya no tenía dudas sobre la extrañeza de su visión, unas enormes siluetas surgidas tras la luminosidad del objeto le sobrecogen. Se trataba de dos humanoides muy altos, enfundados en unos trajes parecidos a los de un buzo. Gesticularon entre ellos y señalaron en dirección al joven que no pudo mas que aferrarse al volante. Tras desaparecer en el interior del OVNI, sin que pudiera ver por donde lo hacían, éste despegó tras un fuerte ruido. Tras poner en marcha el vehiculo Maximiliano emprende su camino, deteniendose a los 200 metros para observar como, de nuevo, los objetos toman tierra tras él. Sin ánimos para averiguar mas sobre aquellos cacharros y sus tripulantes el camionero marchó del lugar sin saber que horas después tendría que correr para huir de aquellos seres.
De nuevo un vehículo es "testigo mudo" de un encuentro OVNI
Los seres estaban atareados a un lado de la carretera
Se acercó hasta unos 10 o 15 metros de los humanoides y pudo entre otras cosas cerciorarse que el enorme artefacto carecía de puertas o aberturas. Durante 10 minutos observó a los seres, que calzaban botas e iban con la cara y manos descubiertas, atareados, inclinados y arrodillados, mientras introducían unos extraños artilugios en la tierra. Unas herramientas en forma de T y de herradura.
" Primero hundían la T en la tierra -dijo Maxi- , sujetandola por el palo y, a continuación, colocaban las dos puntas de la herradura en la hendidura". Como es habitual en cualquier ejercicio laboral mientras dos de los humanoides trabajaban, los otros dos solo miraban...
Los tripulantes de aquellos OVNIs relucían en la noche con sus monos ajustados brillantes. No hablaban entre ellos y se dedicaron con gran detenimiento a horadar la tierra. Maximiliano no pudo resistir más la tensión que le embargaba, y dejó a los humanoides absortos en su aparente hilarante faena. Mientras se alejaba del lugar, el joven salmantino, como despertado de una espantosa pesadilla, no podía creer lo que le había ocurrido, sin embargo el barro que cubría completamente su mono, le indicaba que todo había sido muy real. A la mañana siguiente la batería del camión estaba completamente descargada. La experiencia de Maximiliano Iglesias había sido la culminación "perfecta" de tres días donde el pánico y lo sobrenatural habían sido los principales protagonistas junto, como no, a tres desprevenidos conductores que ya jamás circularían con la misma tranquilidad allá donde fueran...
CRONOLOGÍA DE UNA SEMANA DE ENCUENTROS: 1º ENCUENTRO.- 19 de marzo 1974 (martes): 03:30 - 04:00 horas de la madrugada. Cristóbal Muñoz se topa con una extraña niebla y una entidad luminosa.
2º ENCUENTRO.- 20 de marzo 1974 (miércoles): 10:30 - 11:00 horas de la mañana. Adrián Sánchez es perseguido por un "platillo volador" tras observar una gigantesca estructura flotando sobre el campo.
3º ENCUENTRO (FASE A) 21 de marzo 1974 (jueves): 02:15 - 02: 30 horas de la madrugada. Maximiliano Iglesias, observa dos OVNIs posados en tierra y a dos de sus ocupantes.
3º ENCUENTRO (FASE B) 21 de marzo 1974 (jueves): 23:00 horas de la noche. Maximiliano Iglesias vuelve a encontrarse con los OVNIs en la carretera y es perseguido por 4 humanoides. CARRETERAS IMPOSIBLES
Los encuentros en la carretera no son tan extraños y únicos, como el lector pueda pensarse, dentro de la casuística OVNI nos encontramos decenas de incidentes parecidos al del Sr. Muñoz. Quizás uno de los encuentros mas coincidentes con el caso gaditano sea el siguiente:
El 14 de noviembre de 1968, en la localidad extremeña de Zafra, el Sr. Manuel Trejo, de profesión soldador, se tropezó en mitad del camino con un inquietante ser luminoso. Circulaba tranquilamente por la carretera de vuelta a casa, tras ir a la cercana Burguillos del Cerro a recoger carbón picón, y una fina y suave lluvia le acompañaba en silencio. Serían las 22:50 horas de la noche, cuando comenzó a notar que el vehículo le fallaba. Perdía velocidad y las luces delanteras bajaban de intensidad. Inexplicablemente su Citroën pareció ser "zarandeado" por una mano invisible al igual que el vehículo del chofer gaditano. La carretera estaba desierta y la presencia de bancos de niebla en los alrededores no vaticinaban nada bueno. No obstante, Manuel Trejo, aún desconcertado decidió continuar su rumbo. Minutos después, al salir de una curva, a la derecha de su posición, a unos 300 metros, observó una silueta de una persona que en un primer momento tomó por un guardia civil. Sin embargo al acercarse e iluminarle con los faros (que habían recuperado su intensidad), nuestro testigo comprueba que no se trata de un miembro de la benemérita, que mas hubiera querido el: "Pasé a su lado -relató el soldador al periodista y escritor Juan José Benítez- como es natural, y lo suficientemente despacio como para retener detalles. Me pareció normal entre un metro setenta y un metro ochenta. Se hallaba de frente al turismo. Las piernas permanecían juntas y los brazos caídos a lo largo del cuerpo. Vestía un "traje" ceñido, como los buzos, con muchísimas lucecitas rojas, verdes y azules. Era increíble. Yo diría que tenían el tamaño de una lenteja. Quizás menos. Parecía un árbol de navidad ... y al llegar a su altura, aquella feria multiplicó su luminosidad (recuerdan este detalle en la experiencia del chofer). La cabeza y las manos, en cambio, estaban en sombra, las facciones y el cabello, todo en negro, no me llamaron la atención. Eran como los nuestros, el pelo, eso si, era un poco mas largo de lo normal. En cuanto a los dedos se distinguían a la perfección. Quizás llevara guantes, no lo se... Los pies lucían igual en negro. Calzaba algo similar a unas botas. La experiencia no se la deseo a nadie, pase miedo."
Extraño humanoide visto por el Sr. Trejo
UN ROBOT ABRASADOR El investigador Brad Steiger recogió el siguiente escalofriante testimonio de encuentros en la carretera en los Estados Unidos: "La señora Robinson iba conduciendo su coche desde Huntsville, Alabama, a Tifton, Georgia, la tarde del 19 de octubre de 1973. Cuando le faltaban unos 20 minutos para Tifton, en la Interestatal-75, los sistemas del motor dejaron misteriosamente de funcionar. Recuerda que eran las tres y media de la tarde aproximadamente, cuando le ocurrió, y su coche siguió deslizandose por la carretera, sin dirección ni frenos. Finalmente el vehiculo acabó deteniéndose en un recodo de la carretera. Entonces la Sra. Robinson empezó a sentir una extraña sensación que ella describe como "rara". Algo extraño pasaba, y cuando se volvió hacia la ventanilla de su lado, lo vio: un "hombre" metálico de unos tres metros de altura, con un traje que parecía de estaño. Había una "burbuja"en su cabeza, que no tenía rasgos, excepto dos ranuras rectangulares por ojos. Aunque no tuvo el valor necesario para mirar directamente a la criatura, la señora Robinson afirma que si la ventanilla hubiera estado bajada, habría podido tocar aquel ser. El ente caminó hasta la parte delantera del coche y después a la trasera, desapareciendo después. La testigo calculó que aquella criatura debía ser mas robot que humana, debido a su forma mecánica de moverse.
Supuesto y polémico humanoide fotografiado en Alabama, que guarda similitudes con el observado por la Sr. Robinson.
Cuando estuvo bien segura de que el ser se había ido, la Sra. Robinson salió del coche por miedo a que explotase. Levantó el capó del coche para atraer la atención de algún automovilista, y una humareda se elevó en el aire. Cuando la grúa remolcadora llevó su coche a un garaje, una hora y media después, pudo observarse que el calor bajo el capo había sido tan intenso que el motor casi se había derretido. El metal estaba tan caliente que "daba la impresión que se podía meter el dedo y atravesarlo". Se necesitó otra hora y medía antes de que el motor se enfriase lo bastante para poder empezar a repararlo".
CUIDADO CON LOS CRUCES DE CAMINOS ...
Es curioso y desconcertante que los encuentros con OVNIs, cuando tienen como principal escenario una solitaria carretera, se originen cerca de los cruces de camino. Antaño, estos lugares, las encrucijadas de veredas eran propicios, según la tradición, para visión de seres fantasmagóricos como la Santa Campaña y otro tipo de entidades. Los cruces son lugares idóneos para este tipo de fenómenos por razones que ni siquiera podemos aventurar, pero si reseñar...
JOSE ANTONIO CARAV@CA
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