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Durante el año 1946, y con las secuelas aún muy visibles en media Europa de la devastadora confrontación mundial recién concluida, varios países escandinavos, sobre todo Suecia, asistieron con pavor, a como sus cielos eran atravesados regularmente por unos misteriosos “proyectiles”. El mayor temor de las autoridades era que los rusos estuvieran desarrollando en secreto las bombas volantes confiscadas a los nazis, para comenzar una nueva invasión desde el norte. Pero sin embargo aquellas trazas en el firmamento se comportaban de un modo errático y enigmático. Algunos relatos añadían elementos desconocidos y desconcertantes para éste tipo de armas. Las descripciones de los testigos hablaban de bólidos volando en perfecta formación, a veces a velocidades irrisorias, sin producir estela, provocando apagones, en ocasiones parecían flotar, y la mayoría de los incidentes eran silenciosos. Por no citar los episodios que parecían apuntar hacia algún tipo de vehículo tripulado.
Ante tal cúmulo de hechos inusuales las fuerzas armadas suecas así como los estudiosos consultados no sabían a ciencia exacta a que se enfrentaban.
A lo largo de siete meses, solamente en territorio sueco se registraron más de mil avistamientos de extraños “cohetes” que cruzaban las ciudades y los campos a gran velocidad. Otros países donde se observaron este tipo de “proyectiles” fueron Portugal, norte de África, Italia, Grecia y la India. Una nota de prensa de 1946 no dejaba lugar a la duda sobre la alarma social que provocó el fenómeno: “Estocolmo. Las autoridades militares suecas han pedido al Gobierno que dé la voz de alarma en todo el país, al tenerse noticias de que otros seis bólidos o bombas volantes han cruzado el espacio aéreo sueco en varios puntos. (...) Circula el rumor de que los soviéticos están realizando pruebas con bombas volantes en algún lugar de la costa del Báltico.” Por ello, el mismísimo Kremlin tuvo que salir al paso de las acusaciones con unas declaraciones en las que aseguraban que ellos no eran los responsables de aquellos incidentes.
En octubre de 1946, los militares suecos, ante la trascendencia del fenómeno, que interesó vivamente a los gobiernos británico y estadounidense, elaboraron un informe en el cual declaraban que el 80 por ciento de los avistamientos tenían explicación; el resto “no podían ser fenómenos de la naturaleza o productos de la imaginación”, ni aviones suecos, ni las referidas V-2 alemanas, aunque, añadían, se podría haber tratado de algún tipo de arma secreta, mirando siempre hacia el lado ruso, ya que siempre fue considerado un “culpable” no oficial. Los militares suecos utilizaron barcos, aviones, estaciones de radar, etc, en un despliegue sin precedentes en tiempo de paz, para intentar esclarecer el origen de los misiles.
Los devastadores bombardeos nazis sobre Londres provocaron el miedo en Europa durante la guerra, por ello los avistamientos de extraños cohetes producidos en Suecia elevaron aún mas la alarma ante el temor que los soviéticos hubieran emprendido una alocada carrera armamentística para amedrentar a sus "vecinos".
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Debido a que algunos avistamientos producidos sobre Suecia parecían retornar hacía el Mar Báltico, los militares creían que las pruebas balísticas provenían de la Isla de Dago (Hiiumaa) con un radio de acción de unos 300 kilómetros. Incluso sospechaban que barcos soviéticos participaban en la operación proporcionando cobertura radial a los lanzamientos. No en vano durante la irrupción de algunos de éstos bólidos se detectaron señales de radio muy extrañas que nunca pudieron ser rastreadas. Por su parte la inteligencia norteamericana estaba convencida que las pruebas rusas se efectuaban desde la base alemana de Peenemunde tomada por el ejercito rojo tras la finalización de la II Guerra Mundial. Aunque la RAF (Royal Air Force, Fuerza Aérea Británica) había bombardeado sus pistas de aterrizaje e instalaciones, los expertos estaban convencidos que en pocos meses los rusos lograron volverla operativa de nuevo sin dificultades.
Erik Malmberg, ingeniero miembro de una comisión estatal de estudio sobre los cohetes fantasmas, dijo al respecto: “Si las observaciones son correctas, muchos detalles sugieren que se trataba de un misil de crucero lanzado sobre suecia. Pero en 1946 nadie tenía una tecnología tan sofisticada”. Un asesor científico del MI-6 inglés (Centro de inteligencia británico), el profesor R. V. Jones, que colaboró con los suecos, afirmaba asombrado que si se tratase de ingenios desarrollados por los soviéticos, éstos habían conseguido doblar la velocidad desarrollada por los brillantes ingenieros nazis. Ya que algunas detecciones en radar habían delatado que los misteriosos bólidos se desplazaban a velocidades supersónicas.
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Una V-1 alemana fotografiada antes impactar en un barrio de Londres. .
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En Grecia también se efectuó una investigación oficial a cargo del profesor Paul Santorini, pero ésta se vio rápidamente suspendida por los militares, al comprobarse que los avistamientos no estaban provocados por proyectiles balísticos. Se comprobó que los “misiles” volaban a una velocidad de 300 Km/h realizando bruscos cambios de dirección. Por tanto, nos encontramos ante uno de los primeros ejercicios de censura ejecutados por los gobiernos, en este caso el sueco y el heleno, sobre un fenómeno relacionado con OVNIs. Por si quedaran dudas, en una conferencia pronunciada en 1967 en la Sociedad Astronómica griega, Santorini hablo por primera vez sobre sus pesquisas para aclarar el enigma; "Pronto se estableció que no eran misiles. Pero, antes de que pudiéramos hacer más, el ejército, después de entrevistarse con funcionarios extranjeros (Departamento de Defensa de EE.UU), ordenó detener la investigación. Los científicos extranjeros (de Washington) volaron a Grecia en secreto para hablar conmigo." Posteriormente admitió al investigador Raymond Fowler que: "el secreto fue invocado porque los funcionarios tenían miedo de admitir la existencia de una tecnología superior contra la que no tenemos "ninguna posibilidad de defensa.". Recordar para calibrar en su justa medida el testimonio de Santorini, que éste fue un destacado científico que colaboró en la realización de la bomba atómica.
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FOTOGRAFIANDO "ESPECTROS” EN EL CIELO
La única prueba gráfica de tan desconcertante fenómeno ocurrido sobre Suecia, ha sido objeto de acalorados debates, ya que de su estudio podría determinarse la naturaleza de los “bólidos fantasma”
El 9 de julio de 1946 el matrimonio Reutersward formado por Erik y Ása pasaban unas plácidas vacaciones en el Guldsmedshyttan, al noreste de Lindesberg en el condado de Västmanland. Sobre las 14:30 horas se encontraban en una torre de vigilancia forestal, ubicada sobre una mina de plata abandonada:"Recuerdo el caso muy bien -confesaba Erik al brillante investigador sueco Svahn Clas durante una entrevista mantenida en el año 1986. "Fuimos de excursión con toda tranquilidad (...) Subimos a la torre con el fin de fotografiar la panorámica, estábamos completamente solos, salvo por nuestro hijo de un año de edad (...) En el mismo exacto momento en que pulsó el botón del obturador, apareció algo misterioso a la derecha que mi esposa observó. Yo no soy capaz de recordar exactamente cómo era, pero sé que era una luz que nos pasó. Parecía bastante especial. Los dos estábamos sorprendidos, y durante mucho tiempo hemos discutido sobre lo que podría haber sido. " .
. Las autoridades suecas sospechaban que los rusos podrían estar desarrollando y perfeccionando en secreto las temibles "bombas volantes" alemanas que tanto daño causaron a los aliados en la contienda.
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En un informe elaborado por el Ministerio de la Defensa Aérea, con fecha 11 de julio de 1946 y redactado en la comisaría de Guldsmedshyttan, Erik Reuterswärd declaró que: "Hemos observado un fuerte rayo de luz verde y blanco (color de la luz de neón) en dirección noroeste y en un ángulo de 45 grados, que surgió de repente y rápidamente se desplazó hacia abajo tras lo cual desapareció, tal vez tuviera cinco veces el diámetro de la Luna. La desaparición se produjo - en mi opinión - con una explosión con llamas y también creí oír un silbido. Tenemos la impresión de que se trataba de un meteorito, aunque nunca he visto uno en mi vida". El expediente señala que el señor Reutersward les envió los negativos una vez revelados.
"Se investigó la película y se realizaron copias de la imagen –relato el testigo al ufólogo sueco. Pero me dijeron que no pudieron localizar ningún núcleo en el mismo. Al parecer, sólo la ráfaga de luz había sido atrapada en ella, como si hubiera habido una explosión, al mismo tiempo. No se ha descubierto nada y no se pudieron sacar conclusiones exactas por lo que yo pude entender. Lo mismo pudo haber sido un meteorito, que podría haber sido una bomba. Pero no creo que alguna vez se llegue a un acuerdo sobre lo que realmente fue. " .
En la fotografia original apenas se distingue el extraño "meteoro" captado por el matrimonio sueco. .
.Pese a los estudios realizados sobre la imagen, no pudo concluirse si se trataba de un bólido celeste o alguna clase de artefacto.
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Svahn Clas aclara que: "La foto ha sido un gran misterio para los militares. En varios intentos de encontrar una explicación, el mayor Dahlgren escribió al comandante en la Bofors AB (Empresa dedicada a la exportación de armas) ¿Podría haber sido el lanzamiento de un cohete por parte de Bofors? La respuesta fue negativa: no se produjo ningún lanzamiento en la fecha del avistamiento. Pero el asunto era de carácter sensible, y el mayor Ahlgren, en su carta a Bofors había pedido que el asunto se considera clasificado, además, se había solicitado mas información al profesor Lindblad del observatorio Bertil en Estocolmo. Pero la respuesta fue ambigua: "Sin embargo, a juzgar por la fotografía y las señales observadas por los testigos, no puede descartarse definitivamente la posibilidad de que lo que tenemos aquí es un meteoro". Por otro lado el profesor Lindblad se ofreció a los militares para fabricar una cámara de vigilancia, para analizar los espectros de luz, que pudiera diferenciar, en el cielo, las apariciones de meteoritos de las temidas bombas volantes, una de las mayores preocupaciones de los militares.
BUSCANDO PRUEBAS
El 11 de julio de 1946 sobre las 14:30 horas varios testigos en la playa de Norrvikssand Björkön, en Njurunda (Suecia) observaron una esfera luminosa de unos 3 metros de diámetro con una cola de color verde azulada de unos 50 metros, que cayó a tierra provocando un cráter de casi 2 metros (178 cm) de radio (aunque las citadas medidas varíen según la fuente)..
La principal testigo la Sra. Soderberg dijo que el objeto era más brillante que el sol y que en su caída apenas hizo ruido alguno.
Un reporte de prensa de la época detallaba las pesquisas realizadas por un periodista desplazado al lugar: “El proyectil se desplazaba a muy baja velocidad, unos 50 metros por segundo. Descendió en un ángulo de inmersión de 40 grados y cayó en la arena. A una distancia de sólo 20 metros se estableció que algunas chicas jóvenes y algunos bañistas, vieron como la arena saltaba hacia arriba. Después de algún tiempo hemos encontrado el cráter, que sin embargo era más bien modesto en tamaño (un par de centímetros de profundidad y un metro de diámetro.) Repartidas por todo el perímetro se descubrió una masa perteneciente al misterioso proyectil que cayó del cielo. En su mayoría se observó que era como una escoria porosa de varios colores, quemados del amarillo al negro, aunque se encontraron varios kilos de ella. Algunos trozos pequeños se convirtieron en polvo cuando se tomaron en las manos y picaban como el ácido." A diez metros del cráter el corresponsal del periódico encontró un objeto marrón con un hueco cilíndrico en su interior. El cilindro tenía un diámetro de 25 a 30 milímetros. Las autoridades militares se hicieron cargo del extraño descubrimiento. Las pruebas realizadas sobre los restos del proyectil fueron enviadas al Dr. Backlund del Centro de investigación en Kubik, Borg. Y aunque no se especifican detalles se aseguraba que el primer análisis de una muestra tuvo un resultado sensacional. Reunieron un poco de material gris-blanco bajo el microscopio, que parecía un trozo de papel dividido en cuadrículas como un tablero de ajedrez. La capa de papel o la película no era mayor que un milímetro y presentaba piezas de carbono. También especifico que aquellos restos no pertenecían a un meteorito, aunque los resultados finales nunca se conocieron. .
Algunos de los misteriosos restos hallados en la playa. Los resultados de los análisis aunque publicados parcialmente, nunca fueron divulgados en su totalidad. Pese a todo quedó claro que eran artificiales. .
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El citado reportaje periodístico fue recibido con tremendo malestar por la Defensa Aérea de la División de Sundsvall. El gabinete de prensa de la base dirigido por el capitán Westlin R. concluyó que. "El proyectil ha producido claramente una alta temperatura y los restos del mismo estaban muy calientes cuando fueron encontrados. La escoria producida por el proyectil presentaba quemaduras ennegrecidas. " Curiosamente el mismo día, sobre las 12:30 horas se observó en Örebro (Suecia) un objeto triangular que parecía estar averiado y que se precipitó contra el mar. Pero tan solo unos días después del caso de Njurunda se produjo una de las “colisiones” de cohetes fantasmas mas conocidas de la oleada sueca.
La noche del 19 de julio los alrededores del Lago Kölmjärv (Suecia) son tomados por la policía y la Guardia Nacional impidiendo el acceso a la zona. Tienen orden de custodiar el área hasta la llegada del ejército.
Durante la mañana de aquel día, el granjero Knut Lindbäck llamó a la policía para informar que un misterioso bólido con alas, de casi 2 metros de envergadura, de color gris-marrón se había precipitado en el lago a unos 50 metros de la orilla. La colisión causó una gran explosión comparada a la detonación de una bomba. Las autoridades locales conocedoras del interés que despertaba en el gobierno la presencia de aquellos proyectiles sobre su territorio realizan una llamada al Comando de Defensa de Morjärv, que a su vez notifica el incidente al Departamento de Defensa. Durante la mañana del 20 julio los militares llegan al lago. El teniente Karl-Gosta Bartoll que ha recibido una llamada del coronel de su regimiento se pone al mando de la investigación oficial con la intención de encontrar restos del enigmático proyectil. .
La noche del 19 de julio los alrededores del Lago Kölmjärv (Suecia) son tomados por la policía y la Guardia Nacional impidiendo el acceso a la zona. Tienen orden de custodiar el área hasta la llegada del ejército.
Durante la mañana de aquel día, el granjero Knut Lindbäck llamó a la policía para informar que un misterioso bólido con alas, de casi 2 metros de envergadura, de color gris-marrón se había precipitado en el lago a unos 50 metros de la orilla. La colisión causó una gran explosión comparada a la detonación de una bomba. Las autoridades locales conocedoras del interés que despertaba en el gobierno la presencia de aquellos proyectiles sobre su territorio realizan una llamada al Comando de Defensa de Morjärv, que a su vez notifica el incidente al Departamento de Defensa. Durante la mañana del 20 julio los militares llegan al lago. El teniente Karl-Gosta Bartoll que ha recibido una llamada del coronel de su regimiento se pone al mando de la investigación oficial con la intención de encontrar restos del enigmático proyectil. .
. El teniente Bartoll rastreó intensamente el lago en busca de restos del "cohete" con nulos resultados.
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En el lugar fabrican una rudimentaria balsa sin materiales metálicos para que no interfiera en las labores de los detectores de metal que van a desplegar sobre el lago. Gosta Bartoll examina detenidamente el fondo del lago y observa que en una zona determinada el fondo esta agitado y emergen multitud de burbujas. Allí, entre 20 y 50 metros de profundidad, los militares suecos localizan un cráter de unos 30 metros de diámetro, que según las apreciaciones del teniente tuvo que ser provocado por un artefacto explosivo muy potente, el equivalente de al menos 30 kg de dinamita. Dentro de éste cráter la vegetación está muy deteriorada. Sin embargo no encuentran ningún tipo de rastro metálico en la zona. Durante varios días se examina palmo a palmo el lago sin encontrar nada, pese a que se tomaron 3.500 muestras del fondo. Ni siquiera las lecturas de un contador Geiger consiguieron alguna lectura anómala. Se pensó entonces en drenar el lago pero su excesivo coste impidió que se ejecutase.
El teniente señalo que: "Estoy totalmente convencido de que algo ha caído en el Lago Kölmjärv - por desgracia no lo hemos encontrado. Todo sigue siendo un misterio para mí, probablemente nunca se resolverá". En el informe enviado a sus superiores, Bartoll advierte que una noche uno de sus ayudantes observó a alguien espiando en el bosque pero no pudieron atraparle.
Éste episodio recuerda al ocurrido el 7 de septiembre en Karlbergsvägen, Estocolmo, cuando sobre las 21:00 horas, G Anderson, que trabajaba en la parroquia de Bergshamra, aproximadamente a 1 km al sureste Ulriksdal, informó a las autoridades que escuchó, entre las sombras, a una persona que hablaba en una extraña lengua extranjera que no era ni alemán, ni francés ni inglés. Al acercarse comprobó que se trataba de un joven sentado en el suelo que manipulaba una especie radio con una antena muy alta. Llevaba unos pantalones marrones y una chaqueta ligera. Sobre la cabeza portaba unos auriculares. En esos momentos escucha decir: "Hola de Estocolmo" con un claro acento extranjero. Curiosamente, mientras hablaba el joven se hallaba mirando al cielo, donde Andersen observa un “avión” volando a baja altura. Cuando el misterioso “operador” de radio se percata de la presencia del testigo se incorpora y desaparece camino de Bergshamra.
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METEOROS, OVNIS Y ARMAS SECRETAS NAZIS
Con el transcurso de los meses la amenazadora oleada fue decayendo hasta que prácticamente las noticias sobre los extraños bólidos fantasmas de Suecia perecieron en el olvido. Hoy día siguen representando un fenómeno digno de estudio que quizás tuviera un origen terráqueo, producto de la experimentación balística secreta, sin embargo persisten en el aíre algunas incertidumbres razonables que pueden dejar la puerta abierta a otras interpretaciones más heterodoxas o, incluso a la conjunción de varios elementos en el resultado final registrado en el año 1946.
"Durante el año 1946, una gran cantidad de observaciones de fenómenos luminosos y objetos desconocidos fueron registrados en los cielos de Suecia. Estos proyectiles espaciales que fueron conocidos como "spökraketer" (cohetes fantasmas) al día de hoy aún no han recibido una explicación satisfactoria. Algunas de las observaciones probablemente se explicarían como fenómenos astronómicos, pero no todos. Incluso con el conocimiento actual, cincuenta años después de los acontecimientos, no pueden explicarse informaciones tan extrañas" afirmaba el estudioso Göran Jansson.
Por ejemplo es notable el incidente descrito por el policía Carl Berg, en Stora Mellosa, quien interroga a la esposa del Sr. Eriksson que el viernes 12 de julio sobre las 22:00 horas, desde el jardín de su casa escuchó un ruido parecido al de un jet. Al mirar hacia arriba vió tres triángulos voladores de color plata en perfecta formación. El avistamiento duró escasos segundos, pero lo más curioso del caso es que durante la experiencia se produjo un misterioso apagón eléctrico en la zona. El oficial Carl Berg detalla en su informe: "Se puede suponer que la falta de energía eléctrica se ocasionó cuando los objetos pasan a través del cableado eléctrico. " .
En el lugar fabrican una rudimentaria balsa sin materiales metálicos para que no interfiera en las labores de los detectores de metal que van a desplegar sobre el lago. Gosta Bartoll examina detenidamente el fondo del lago y observa que en una zona determinada el fondo esta agitado y emergen multitud de burbujas. Allí, entre 20 y 50 metros de profundidad, los militares suecos localizan un cráter de unos 30 metros de diámetro, que según las apreciaciones del teniente tuvo que ser provocado por un artefacto explosivo muy potente, el equivalente de al menos 30 kg de dinamita. Dentro de éste cráter la vegetación está muy deteriorada. Sin embargo no encuentran ningún tipo de rastro metálico en la zona. Durante varios días se examina palmo a palmo el lago sin encontrar nada, pese a que se tomaron 3.500 muestras del fondo. Ni siquiera las lecturas de un contador Geiger consiguieron alguna lectura anómala. Se pensó entonces en drenar el lago pero su excesivo coste impidió que se ejecutase.
El teniente señalo que: "Estoy totalmente convencido de que algo ha caído en el Lago Kölmjärv - por desgracia no lo hemos encontrado. Todo sigue siendo un misterio para mí, probablemente nunca se resolverá". En el informe enviado a sus superiores, Bartoll advierte que una noche uno de sus ayudantes observó a alguien espiando en el bosque pero no pudieron atraparle.
Éste episodio recuerda al ocurrido el 7 de septiembre en Karlbergsvägen, Estocolmo, cuando sobre las 21:00 horas, G Anderson, que trabajaba en la parroquia de Bergshamra, aproximadamente a 1 km al sureste Ulriksdal, informó a las autoridades que escuchó, entre las sombras, a una persona que hablaba en una extraña lengua extranjera que no era ni alemán, ni francés ni inglés. Al acercarse comprobó que se trataba de un joven sentado en el suelo que manipulaba una especie radio con una antena muy alta. Llevaba unos pantalones marrones y una chaqueta ligera. Sobre la cabeza portaba unos auriculares. En esos momentos escucha decir: "Hola de Estocolmo" con un claro acento extranjero. Curiosamente, mientras hablaba el joven se hallaba mirando al cielo, donde Andersen observa un “avión” volando a baja altura. Cuando el misterioso “operador” de radio se percata de la presencia del testigo se incorpora y desaparece camino de Bergshamra.
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METEOROS, OVNIS Y ARMAS SECRETAS NAZIS
Con el transcurso de los meses la amenazadora oleada fue decayendo hasta que prácticamente las noticias sobre los extraños bólidos fantasmas de Suecia perecieron en el olvido. Hoy día siguen representando un fenómeno digno de estudio que quizás tuviera un origen terráqueo, producto de la experimentación balística secreta, sin embargo persisten en el aíre algunas incertidumbres razonables que pueden dejar la puerta abierta a otras interpretaciones más heterodoxas o, incluso a la conjunción de varios elementos en el resultado final registrado en el año 1946.
"Durante el año 1946, una gran cantidad de observaciones de fenómenos luminosos y objetos desconocidos fueron registrados en los cielos de Suecia. Estos proyectiles espaciales que fueron conocidos como "spökraketer" (cohetes fantasmas) al día de hoy aún no han recibido una explicación satisfactoria. Algunas de las observaciones probablemente se explicarían como fenómenos astronómicos, pero no todos. Incluso con el conocimiento actual, cincuenta años después de los acontecimientos, no pueden explicarse informaciones tan extrañas" afirmaba el estudioso Göran Jansson.
Por ejemplo es notable el incidente descrito por el policía Carl Berg, en Stora Mellosa, quien interroga a la esposa del Sr. Eriksson que el viernes 12 de julio sobre las 22:00 horas, desde el jardín de su casa escuchó un ruido parecido al de un jet. Al mirar hacia arriba vió tres triángulos voladores de color plata en perfecta formación. El avistamiento duró escasos segundos, pero lo más curioso del caso es que durante la experiencia se produjo un misterioso apagón eléctrico en la zona. El oficial Carl Berg detalla en su informe: "Se puede suponer que la falta de energía eléctrica se ocasionó cuando los objetos pasan a través del cableado eléctrico. " .
Durante la Segunda Guerra Mundial el bloque de países formado por los aliados ansiaba conocer los secretos que encerraba la base de Peenemunde. Al final fueron los rusos los que se hicieron con el control del centro de experimentación mas importante de los brillantes ingenieros nazis. Allí se desarrollaban todo tido de aeronaves y armas vanguardistas, donde destacaba sobremanera la coheteria germana. De ahí que las principales sospechas sobre la "paternidad" de los "cohetes fantasmas" recayeran en los militares soviéticos, que según la inteligencia de varios gobiernos continuaron con la experimentación iniciada por los alemanes.
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Curiosamente el 11 de agosto, en la localidad de Solvalla varios testigos reportaron haber observado el vuelo de tres objetos triangulares del tamaño de un avión. Las aeronaves se desplazaban a unos 700 km/h y a una altitud de unos 300 metros. Los lugareños describieron el sonido producido como un fuerte silbido.
Un documento desclasificado en 1997 en USA mostraba las pesquisas que efectuaron los militares estadounidenses en tierras suecas, y la opinión de las autoridades sobre el origen del citado misterio: “Cuando los oficiales de la USAF visitaron recientemente el servicio de inteligencia sueco del aire, esta pregunta fue realizada a los suecos. Su respuesta era que alguna gente confiable y técnicamente cualificada había llegado a la conclusión de que “estos fenómenos son obviamente el resultado de un alto conocimiento tecnológico que no se podía acreditar a ninguna cultura que actualmente habite en la tierra.”
Un documento desclasificado en 1997 en USA mostraba las pesquisas que efectuaron los militares estadounidenses en tierras suecas, y la opinión de las autoridades sobre el origen del citado misterio: “Cuando los oficiales de la USAF visitaron recientemente el servicio de inteligencia sueco del aire, esta pregunta fue realizada a los suecos. Su respuesta era que alguna gente confiable y técnicamente cualificada había llegado a la conclusión de que “estos fenómenos son obviamente el resultado de un alto conocimiento tecnológico que no se podía acreditar a ninguna cultura que actualmente habite en la tierra.”
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JOSE ANTONIO CARAV@CA
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Prohibido la reproducción total o parcial del material incluido en el presente blog sin previa autorización del autor. Propiedad de José Antonio Caravaca.
WOW,,1946..............DUDO QUE EN ESE TIEMPO,,TUVIERAN TECNOLOGÍA CAPAS DE CAUSAR ESE IMPACTO EN LA SOCIEDAD,,EL INTERÉS DE TANTOS PAÍSES INVESTIGANDO..ME SUENA A OVNIS
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