A nadie se le
escapa el sospechoso detalle de que después de décadas de duro ostracismo sobre
la cuestión OVNI, de pronto se destapara la caja de los truenos y en pocos años
el asunto ufológico volviera a estar presente en la agenda del gobierno
norteamericano. Por ello no pocas voces están advirtiendo que esta reciente y
nada esperada actualización de la investigación OVNI, bajo el eufemismo de los
UAP, realizada por el Pentágono y el Departamento de Defensa, puede encubrir
muchas cosas y no necesariamente la visita a nuestro planeta por parte de
seres extraterrestres. De hecho, esta sustancial interrogante se debate sin fin
desde el lejano 1947, por lo que tampoco queda claro porque el gobierno USA iba
a reiniciar, precisamente en pleno siglo XXI, sus estudios aparentemente desde
cero sin tener en cuenta nada lo acontecido desde mediados del siglo
pasado. ¿Es esto lógico? ¿Qué hay detrás
de todos estos últimos movimientos? ¿Es posible que el ejército estadounidense
este probando nuevos y revolucionarios prototipos de aeronaves y drones
ultrasecretos con el propósito de difundir la creencia en los OVNIS? ¿Están
ocultando esta información incluso a grandes porciones de su propio ejército? ¿Realizan
vuelos de prueba con total impunidad por medio mundo bajo el paraguas de los platillos volantes?
Y es que por otro lado también resulta muy curioso que ninguna de las otras grandes superpotencias del planeta, China o Rusia (con capacidad de rastrear estas misteriosas y furtivas aeronaves), estén informando o confirmando de manera oficial estos fenómenos que aparentemente tanto preocupan a las autoridades norteamericanas y que les lleva a considerar a estos objetos como potenciales amenazas para la seguridad nacional. ¿Acaso no lo son para los chinos, rusos o españoles?.
Lo que nos lleva a plantear la hipótesis de que quizás, todo este
entramado «publicitario» erigido en torno a los OVNIS del Pentágono, con una sobreexposición
mediática sin precedentes, podrían tratarse en realidad de una gigantesca macrooperación
de los servicios de inteligencia con unos propósitos muy alejados de lo que todo
el mundo está esperando. Sería algo así como una coartada ideada por los
servicios secretos para justificar la «inexplicable» presencia de estos objetos
sobrevolando otros países con total impunidad y violando los tratados
internacionales... Y es que desde hace décadas numerosos investigadores están
evidenciando que algunas agencias secretas norteamericanas fomentan y promueven
de forma encubierta la creencia en OVNIS (extraterrestres) para ocultar todo
tipo de experimentaciones y operaciones clandestinas…
O será como
sugieren otros estudiosos que se está preparando a la opinión pública
internacional para dar a conocer una trascendental información relacionada con
el fenómeno OVNI ¿Cómo sabremos esta divulgación no esconde una manipulación
con otros fines?
De lo que no
cabe duda es que todos estos acontecimientos derivados desde 2017, con el
revelamiento público de las actividades del AATIP, parecen encerrar muchas más
claves de las que conocemos en la actualidad.
En el
horizonte tenemos una fecha, una cuenta atrás que expira en verano de 2021, y
que promete ofrecer más información sobre los denominados OVNIS del
Pentágono... al menos eso esperamos...
JOSE ANTONIO CARAV@CA
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Hola José Antonio,
ResponderEliminarPor la línea de preparar a la opinión pública ronda la cosa. Tras la pandemia, la revelación de vida extraterrestre no es tan sorprendente al haber pasado por ese tránsito.
Saludos.
Otra cosa sería, que hay detrás. Un conjunto de humanos organizando un nuevo orden mundial, o una inteligencia superior dentro de un orden universal.