Chris Carter el creador de la famosa serie Expediente X ha escrito una columna de opinión en el periodido New York Times titulada «I Created ‘The X-Files.’ Here’s Why I’m Skeptical of the New U.F.O. Report» (25/06/2021) donde ofrece su opinión sobre los menos célebres OVNIS del Pentágono: «Cuando estábamos vistiendo el decorado original para la oficina del Agente Mulder en "Expediente X", se me ocurrió la idea del póster con un OVNI que decía "Quiero creer". Y creo que ahí es donde se encuentra la mayoría de la gente critica con todo el asunto de los extraterrestres. Todavía no ha llegado, pero se está esperando una señal. El universo es demasiado vasto para que estemos solos en él. Carl Jung quería creer, al igual que Carl Sagan. Ambos escribieron libros sobre el tema. Ahora, los vídeos de cazas de la Armada que rastrean fenómenos aéreos no identificados (como han sido reetiquetados) sugieren que tal vez los hemos visto . Basado en parte en los vídeos, se espera que un estudio gubernamental muy esperado sobre el tema llegue al Congreso el viernes. Se prometen respuestas. Pero siempre se prometen respuestas. Nunca he visto un OVNI o un extraterrestre, por mucho que me hubiera gustaría. Pero como resultado de "The X-Files" he conocido a muchas personas que afirman haberlos vistos. He podido ver vídeos granulosos de extraterrestres grises en el patio trasero de alguien. Conozco a un director de cine galardonado que me dijo con toda seriedad que había visto un OVNI cuando estaba en la universidad. Annie Jacobsen, autora del fabuloso libro “Área 51”, me presentó a un hombre que trabajó en las instalaciones ultrasecretas durante muchos años y que vio naves extrañas yendo y viniendo de la base aérea. Durante una década me convertí en un imán para estas cosas. La trama de "Expediente X" se basó en una teoría de la conspiración: el gobierno le está mintiendo sobre la existencia de OVNIS y los extraterrestres. ¿Creo que el gobierno nos miente? Absolutamente. Soy un hijo de Watergate. ¿Creo en conspiraciones? Definitivamente. Creo, por ejemplo, que alguien está apuntando a agentes de la CIA y a funcionarios de la Casa Blanca con radiación de microondas, el llamado síndrome de La Habana, y su gobierno lo negó. ¿El nuevo informe, o cualquier informe del gobierno, nos dará respuestas claras? Soy más escéptico ahora que nunca. En 1996 fui invitado a la clínica del psiquiatra de Harvard John Mack para presenciar la hipnosis de regresión de un autoproclamado secuestrado por extraterrestres. Conocí al Dr. Mack, quien estudió y finalmente creyó en la abducción extraterrestre, cuando vino a Fox Studios para discutir su trabajo. Usé una encuesta de Roper en la que estaba involucrado (una encuesta de 6000 estadounidenses sobre su creencia en la existencia de extraterrestres) para vender "The X-Files" como un programa de televisión en 1992, y luego leí su libro, "Abduction". Entonces supe algo sobre lo que iba a ver. Entré dudoso, desprevenido para el drama de una mujer sentada a mi lado llorando y aterrorizada por el encuentro con extraterrestres que ella describió, en una playa de México. La experiencia resultó ser poderosa y no poco inquietante. Años más tarde asistí a una conferencia en San Mateo, California, que se centró en un supuesto programa gubernamental clandestino. Los asistentes creían que este programa utilizaba, entre otras cosas, tecnología de ingeniería inversa de OVNIS capturados para contruir armas espaciales. Aparentemente, se trataba de profesionales respetables y consumados, incluidos ex funcionarios gubernamentales y abogados. Algunos de ellos también creen que los militares tienen bases ocultas en el lado oscuro de la luna y se encuentran secretamente allí con extraterrestres con cara de reptiles.
Este elemento radical ha atormentado a los “ufólogos” de mas críticos durante décadas y ha influido en las percepciones del público sobre los fenómenos. Muchas personas tienen miedo de admitir que creen por el miedo real a que se rían de ellas. (El miedo mismo puede ser la razón por la que algunos de nosotros nos negamos a creer que los extraterrestres existen). Vivimos en tiempos de incertidumbre, donde la verdad puede ser incognoscible. No tengo que decirles que esto ha engendrado un universo de teorías conspirativas desenfrenadas. Desde el documental de conspiración del Covid "Plandemic" hasta la idea de que vivimos en un Agujero Negro creado por el Gran Colisionador de Hadrones del CERN cuando descubrimos el bosón de Higgs. Darin Morgan, escritor de "Expediente X", llama a esto la "Era posterior a la conspiración". La industrialización de las teorías de la conspiración. La ciencia y los científicos rigurosos son castigados y vilipendiados. El periodismo riguroso es denunciado como fake news.“La verdad está ahí fuera”, “No confíes en nadie”, “Deny Everything” fueron las frases provocativas en “The X-Files”, pero eso fue en los años 90, cuando teníamos una realidad relativamente compartida. Los lemas son ahora una realidad.Además de los videos de la Marina, la razón por la que los OVNIS están teniendo su gran momento se debe a un artículo explosivo de 2017 en este periodico. El artículo expuso un programa secreto dentro del Departamento de Defensa que buscaba la verdad sobre los OVNIS. La evidencia combinada ha engendrado el inminente informe del gobierno. Pero para mí, el informe sobre OVNIS ya es DOA (Defectuoso en llegada). La palabra avanzada es que el informe, ordenado por un grupo bipartidista de legisladores durante la administración Trump, no revelará nada concluyente sobre los OVNISs o sus orígenes extraterrestres. Y las porciones que permanecen clasificadas solo alimentarán más teorías de conspiración.
Este es el territorio de Expediente X si alguna vez hubo alguno. Pero también es motivo de algunas preguntas importantes. ¿Cómo mantuvo el Departamento de Defensa un proyecto presupuestado, patrocinado principalmente por el senador Harry Reid en 2007, en secreto durante 10 años? ¿Por qué, cuando el Sr. Reid buscó una seguridad aún mayor, y pidió ver evidencias físicas de OVNIS, se le negó? ¿Y por qué solo un presupuesto de 22 millones cuando buscamos respuestas sobre la vida consciente que nos visita desde mundos lejanos? (Eso es aproximadamente el costo de tres episodios de la serie de Netflix "Stranger Things"). Los incrédulos ardientes han explicado los últimos videos de la Marina como engaños de la vista, a pesar de que los pilotos de combate describen a los UAP con gran detalle como sin superficies de vuelo, sin tubos de escape y con la capacidad de realizar maniobras imposibles a velocidades hipersónicas. Esta oposición, científica y no científica, se remonta a la década de 1940, cuando el piloto Kenneth Arnold vio nueve "discos voladores" sobre el monte Rainier. Pero la fiscalía plantea una buena pregunta: ¿Dónde está la Garganta Profunda del mundo OVNI? ¿Por qué no hay confesiones creíbles en el lecho de muerte? Como preguntaba la famosa paradoja del premio Nobel Enrico Fermi, si hay extraterrestres ahí fuera, ¿por qué no los hemos visto? ¿Podría el gobierno estar diciendo la verdad? ¿Que realmente no sabe qué hacer con estos fenómenos? ¿O la verdad está por encima del máximo secreto? Curiosamente, Barack Obama, quien una vez bromeó sarcásticamente sobre los OVNIS en la televisión nocturna, ahora admite que hay objetos en el cielo que no se pueden explicar. Incluso Donald Trump, bajo cuyo mandato se preparó el último estudio, admite que puede haber algo en esto. Creo que con toda probabilidad este informe vendrá y se irá, y con él la controversia generalizada sobre los OVNIS, hasta que se exponga la prueba definitiva. Un planeta que no puede unirse ante el cambio climático o una pandemia global podría no prestar mucha atención incluso si se descubren restos de un OVNI o un cadáver extraterrestre. Las guerras culturales por sí solas podrían eclipsarlo, estamos en sus garras. Pero, ¿y si tuviéramos contacto directo? ¿Con seres extraterrestres reales de un exoplaneta que han viajado a años luz para buscarnos? ¿Quiénes tienen respuestas a todas estas preguntas que hemos realizado? El resultado indudablemente cambiaría el curso de la humanidad. ¿Pero nos cambiaría? Quiero creer».
JOSE ANTONIO CARAV@CA
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