A la víspera de la entrega del informe del UAPTF al Congreso de los Estados Unidos, Cristopher Mellon uno de los baluartes junto a Lue Elizondo del nuevo interés gubernamental por los OVNIS, ha escrito una nota en su site titulado «Don’t Dismiss the Alien Hypothesis» (24/06/2021) donde deja claro, por primera vez que estamos ante las puertas de uno de los mayores descubrimientos de la historia: «Estados Unidos posee la capacidad aeroespacial más avanzada del mundo y gasta más del doble en defensa que Rusia y China juntas. La Administración y el Congreso coinciden en que estos objetos no son aeronaves estadounidenses clasificados.
En el incidente del Nimitz y en otros casos, se ha observado a algunos de estos vehículos haciendo cosas que no podemos reproducir y que no entendemos. Los registros oficiales de EE.UU. y de otros países indican que se trata de un fenómeno global que ha estado ocurriendo al menos desde la Segunda Guerra Mundial y quizás desde hace mucho más tiempo. No tenemos ninguna razón para creer que muchos de estos objetos sean de Rusia o China, y de hecho parece improbable. Sobre todo si tenemos en cuenta el tiempo que lleva observándose este fenómeno. En consecuencia, la hipótesis "no inventada aquí" es la única teoría actualmente coherente con los hechos conocidos. Desde cualquier punto de vista, es más probable que nos encontremos con sondas que con seres extraterrestres, porque las sondas son mucho más seguras, eficientes y eficaces para la exploración del espacio. Las capacidades radicales y la misteriosa apariencia de algunos de los vehículos observados son consistentes con lo que esperaríamos de las sondas o naves de una civilización espacial. Como observó célebremente Arthur Clarke, "cualquier tecnología suficientemente avanzada es indistinguible de la magia".
No hay ninguna barrera científica para los viajes interestelares, incluso si el viaje superlumínico es imposible. Mi abuelo nació antes de que los hermanos Wright despegaran. Ahora ya hay varias naciones con robots en Marte y un consorcio dirigido por Yuri Millner está diseñando la primera sonda para visitar otro sistema estelar. Una civilización espacial que viajara a una quinta parte de la velocidad de la luz sólo necesitaría una pequeña fracción de la edad de la Vía Láctea para explorar toda la galaxia. Nuestro gobierno debería establecer un panel de expertos en UAP, inteligencia y ciencia para estudiar esta cuestión. En la actualidad, los científicos de la corriente principal carecen de una comprensión detallada del fenómeno o de su larga historia, ni comprenden la gama de capacidades de sensores de que dispone Estados Unidos, ni tienen los conocimientos necesarios para entender dónde buscar respuestas dentro de nuestro vasto aparato de seguridad nacional. Esto ha sido escandalosamente evidente en los últimos meses, con astrónomos que han expresado su ignorancia sobre el tema de los OVNIs haciendo preguntas embarazosas como "Si los OVNIs son reales, ¿cómo es que los pilotos comerciales nunca los ven?" y "¿Cómo es que sólo los estadounidenses informan de los OVNIs?"
Por lo tanto, para ser eficaz, el panel debe incluir a personas familiarizadas con la larga pero oscura historia internacional y del Gobierno de los Estados Unidos sobre el tema, así como con los datos clasificados y las capacidades que posee nuestro gobierno y que pueden utilizarse para obtener más información. No se requieren grandes gastos; el progreso será en gran medida una función de liderazgo, integridad intelectual, acceso a los datos y organización. Es urgente que se asigne a alguien de alto nivel la responsabilidad de averiguar de dónde vienen estos objetos, cómo funcionan y por qué están aquí. Los esfuerzos científicos y de ingeniería para reproducir las capacidades observadas también requieren una alta prioridad.
Ya no podemos negar que alguien ha dominado la tecnología más allá de nuestra comprensión y la está utilizando para vigilar a las fuerzas militares estadounidenses y probablemente mucho más. En algunos casos, como los famosos encuentros del Nimitz, el origen no humano es actualmente la teoría que mejor se ajusta a todos los hechos. Hasta que surja una explicación mejor, es hora de enfrentarse a los datos y conceder a este revolucionario descubrimiento la atención que merece. Independientemente del origen, necesitamos un esfuerzo nacional serio para comprender y emular las capacidades que estamos observando. Independientemente del origen de estas naves, lo que está en juego no podría ser mayor. La ignorancia no es una estrategia de seguridad nacional, y nunca antes hemos sido una nación disuadida por el miedo a lo desconocido. Los beneficios que podrían resultar podrían incluir enormes avances tecnológicos y revolucionarios, así como conocimientos que, de otro modo, podrían tardar eones en adquirirse. El único curso de acción responsable es proceder con rapidez y con la mente abierta, quizás conjuntamente con otras naciones para avanzar más rápido y mitigar las crecientes tensiones y rivalidades internacionales.
¿Cómo podemos desviarnos sabiendo lo que ahora sabemos? Realmente no hay otra opción que seguir adelante en la búsqueda de la verdad con la esperanza y la expectativa de que se descubran nuevas fronteras del conocimiento para nuestra nación y, ojalá, para el beneficio de toda la humanidad»
JOSE ANTONIO CARAV@CA
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